Devotos piden reconciliación y progreso al Nazareno de San Pablo
Este año, a diferencia de otros, a los creyentes de a pie se les ha permitido improvisar sus propias cuadrillas de relevos para colaborar con el traslado de la imagen. Se trata de un hecho sin precedentes que los devotos han tomado con agrado.
Mile de personas provenientes de todas parte del país acompañan la procesión (GABRIELA PULIDO)
JULIO MATERANO | EL UNIVERSAL
miércoles 23 de marzo de 2016 08:10 PM
Caracas.- Desde la calle algunos feligreses lo aprecian más doblado, otros dicen que está más pesado y que es capaz de mirar en cualquier dirección. Es la imagen del Nazareno de San Pablo, una representación de Jesús con la cruz a cuestas, que para los creyentes católicos simboliza la pasión por medio de la cual el Hijo de Dios salvó a los hombres del pecado.
Este año, a diferencias de otros, a los creyentes de a pie se les ha permitido improvisar sus propias cuadrillas de relevos para colaborar con el traslado de la imagen. Se trata de un hecho sin precedentes que los devotos han tomado con agrado.
Aún cuando estaba previsto que llegara hasta El Calvario, en el Centro de Caracas, los cargadores cambiaron la ruta a última hora y no llevaron la imagen hasta el sitio donde aguardaban decenas de feligreses en horas de la tarde. La procesión partió de la Basílica de Santa Teresa pasadas las cinco de la tarde, una hora después de la acordada y se espera que retorne al templo a las 9:00 p.m.
A la peregrinación de El limonero del Señor, como es conocido el Nazareno en Caracas, han asistido miles de personas, no solo del Área Metropolitana, también habitantes de la Gran Caracas y ciudades del interior del país como Valencia, Puerto La Cruz y Maturín. Este año la imagen tendrá 12 cuadrillas de relevos, conformadas por 28 hombres cada una, y completará un trayecto de casi dos kilómetros, según precisaron promeseros.
Aún cuando la iglesia católica ha instado a sus creyentes a ocuparse más de las penitencias y obras espirituales, hoy no ha sido la excepción y muchos feligreses se incorporaron a la procesión descalzos, de rodillas y llevando a cabo otras prácticas de mortificación física.
En imitación a la pasión de Cristo, el devoto Arturo Herrera, por ejemplo, decidió completar la caminata con una cruz de 70 kilos a cuestas. Un trayecto que para él no admite descanso, un sorbo de agua para aplacar la sed ni ayuda para aliviar el peso de la madera. "Vengo desde hace 17 años a la procesión porque tengo a mi hermano desaparecido y aún tengo la esperanza de encontrarlo con vida. Dios es muy misericordioso", asegura.
Peticiones para Venezuela
Que se resuelva la crisis económica, social y de salud que atraviesa el país destacan entre las principales peticiones de los feligreses que se han congregado en el Centro motivados por la esperanza de cambio. "Que haya paz, seguridad y oportunidades para seguir apostando a mi país es mi petición al Nazareno", relata Eleonora González entre lágrimas, quien acudió de Petare a la Basílica de Santa Teresa. Una petición a la que se unen las devotas Gladys León y Ruth Rojas para quienes, este año, el progreso del país está por encima de peticiones personales.
"Hay que pedir por Venezuela, por su habitantes, para que no haya más colas y para que tengamos accesos a los medicamentos y alimentos", dice Rojas, de 75 años de edad.
Este año la Hermandad del Señor de Los Milagros de la parroquia Santa Rosa de Lima estuvo entre los invitados especiales encargados de llevar sobre sus hombros el Nazareno de San Pablo. Rafael Molina, miembro de la cofradía, destaca la logística y mejoras en la organización del recorrido. "Hay mucha gente, pero ha privado en gran medida el orden", dice.
La Policía Nacional, los bomberos y la Guardia Nacional también han organizado sus propios cuadros para llevar la imagen de El Limonero; una oportunidad imposible para Paola Acuvero, quien a sus 19 años mide un metro y 10 centímetros de estatura y decidió zambullirse en la muchedumbre para acompañar la imagen, como lo hace desde hace cinco años pese a los tropiezos de la gente. "Estoy acá para pedir por mi salud, por mi familia y el bien de todo el país. Es un momento para estar en intimidad con Dios", afirma la joven.
Encuentro con Dios
Como es tradición desde hace ocho años, los cargadores de la parroquia San José de Chacao acudieron a la plaza Diego Ibarra para realizar el encuentro de San Juan Evangelista y la Santa Verónica con el Nazareno de la Basílica. Con aplausos, flores y oraciones los creyentes católicos acompañan el recorrido.
En esta ocasión una imagen a menor escala del Nazareno, proveniente de Alto Barinas, también ha atrapado a su paso la atención de los feligreses. Se trata de una representación propiedad de la Capilla Virgen del Carmen, en esa entidad, que desde hace 16 años recorre el país sobre los hombros de su comunidad.
"En 2015 acompañamos al Nazareno de Achaguas y este año quisimos traerlo a Caracas", relata Eglée Sánchez, quien ve en la representación un signo de unión y comunión entre los habitantes de este país.
Por su parte, Monseñor Henry Padilla, párroco de la Basílica de Santa Teresa, se refirió a la procesión como una de las manifestaciones más grandes de fe en Venezuela. "La imagen de nuestro señor Jesucristo cargando su cruz hasta el Monte Calvario nos muestra a nosotros el rostro del amor y de la misericordia del Padre al entregar a su hijo para librarnos de la condenación, de la muerte, del pecado y darnos una nueva vida eterna", sostiene.
Padilla pidió a los feligreses asumir la imagen del Nazareno de San Pablo como una representación, que exige trascendencia. "Nos muestra la realidad del Dios que es perdón, misericordia, que es cercano y nos ha liberado de los pecados. Adhiriéndonos a Jesucristo es como nosotros podemos tener vida verdadera en Dios", dijo.
Este año, a diferencias de otros, a los creyentes de a pie se les ha permitido improvisar sus propias cuadrillas de relevos para colaborar con el traslado de la imagen. Se trata de un hecho sin precedentes que los devotos han tomado con agrado.
Aún cuando estaba previsto que llegara hasta El Calvario, en el Centro de Caracas, los cargadores cambiaron la ruta a última hora y no llevaron la imagen hasta el sitio donde aguardaban decenas de feligreses en horas de la tarde. La procesión partió de la Basílica de Santa Teresa pasadas las cinco de la tarde, una hora después de la acordada y se espera que retorne al templo a las 9:00 p.m.
A la peregrinación de El limonero del Señor, como es conocido el Nazareno en Caracas, han asistido miles de personas, no solo del Área Metropolitana, también habitantes de la Gran Caracas y ciudades del interior del país como Valencia, Puerto La Cruz y Maturín. Este año la imagen tendrá 12 cuadrillas de relevos, conformadas por 28 hombres cada una, y completará un trayecto de casi dos kilómetros, según precisaron promeseros.
Aún cuando la iglesia católica ha instado a sus creyentes a ocuparse más de las penitencias y obras espirituales, hoy no ha sido la excepción y muchos feligreses se incorporaron a la procesión descalzos, de rodillas y llevando a cabo otras prácticas de mortificación física.
En imitación a la pasión de Cristo, el devoto Arturo Herrera, por ejemplo, decidió completar la caminata con una cruz de 70 kilos a cuestas. Un trayecto que para él no admite descanso, un sorbo de agua para aplacar la sed ni ayuda para aliviar el peso de la madera. "Vengo desde hace 17 años a la procesión porque tengo a mi hermano desaparecido y aún tengo la esperanza de encontrarlo con vida. Dios es muy misericordioso", asegura.
Peticiones para Venezuela
Que se resuelva la crisis económica, social y de salud que atraviesa el país destacan entre las principales peticiones de los feligreses que se han congregado en el Centro motivados por la esperanza de cambio. "Que haya paz, seguridad y oportunidades para seguir apostando a mi país es mi petición al Nazareno", relata Eleonora González entre lágrimas, quien acudió de Petare a la Basílica de Santa Teresa. Una petición a la que se unen las devotas Gladys León y Ruth Rojas para quienes, este año, el progreso del país está por encima de peticiones personales.
"Hay que pedir por Venezuela, por su habitantes, para que no haya más colas y para que tengamos accesos a los medicamentos y alimentos", dice Rojas, de 75 años de edad.
Este año la Hermandad del Señor de Los Milagros de la parroquia Santa Rosa de Lima estuvo entre los invitados especiales encargados de llevar sobre sus hombros el Nazareno de San Pablo. Rafael Molina, miembro de la cofradía, destaca la logística y mejoras en la organización del recorrido. "Hay mucha gente, pero ha privado en gran medida el orden", dice.
La Policía Nacional, los bomberos y la Guardia Nacional también han organizado sus propios cuadros para llevar la imagen de El Limonero; una oportunidad imposible para Paola Acuvero, quien a sus 19 años mide un metro y 10 centímetros de estatura y decidió zambullirse en la muchedumbre para acompañar la imagen, como lo hace desde hace cinco años pese a los tropiezos de la gente. "Estoy acá para pedir por mi salud, por mi familia y el bien de todo el país. Es un momento para estar en intimidad con Dios", afirma la joven.
Encuentro con Dios
Como es tradición desde hace ocho años, los cargadores de la parroquia San José de Chacao acudieron a la plaza Diego Ibarra para realizar el encuentro de San Juan Evangelista y la Santa Verónica con el Nazareno de la Basílica. Con aplausos, flores y oraciones los creyentes católicos acompañan el recorrido.
En esta ocasión una imagen a menor escala del Nazareno, proveniente de Alto Barinas, también ha atrapado a su paso la atención de los feligreses. Se trata de una representación propiedad de la Capilla Virgen del Carmen, en esa entidad, que desde hace 16 años recorre el país sobre los hombros de su comunidad.
"En 2015 acompañamos al Nazareno de Achaguas y este año quisimos traerlo a Caracas", relata Eglée Sánchez, quien ve en la representación un signo de unión y comunión entre los habitantes de este país.
Por su parte, Monseñor Henry Padilla, párroco de la Basílica de Santa Teresa, se refirió a la procesión como una de las manifestaciones más grandes de fe en Venezuela. "La imagen de nuestro señor Jesucristo cargando su cruz hasta el Monte Calvario nos muestra a nosotros el rostro del amor y de la misericordia del Padre al entregar a su hijo para librarnos de la condenación, de la muerte, del pecado y darnos una nueva vida eterna", sostiene.
Padilla pidió a los feligreses asumir la imagen del Nazareno de San Pablo como una representación, que exige trascendencia. "Nos muestra la realidad del Dios que es perdón, misericordia, que es cercano y nos ha liberado de los pecados. Adhiriéndonos a Jesucristo es como nosotros podemos tener vida verdadera en Dios", dijo.
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