Gutta cavat lapidem
Escribió Ovidio: “La gota perfora la piedra”; luego agregaron “no por su fuerza sino por su persistencia”.
Hemos vivido otra desilusión, la falsa promesa del diálogo sin intenciones de acordar, desmontó lo que podría haberse considerado la determinación del pueblo de Venezuela para cambiar la tiranía del régimen chavista-madurista y recuperar el rumbo democrático del país.
Reconozco la habilidad del régimen traicionero, con sus gerifaltes mañosos, que logró una vez más cruzar la tormenta amansando a los dirigentes de los partidos de oposición y sin contemplación los sentó en una mesa de diálogo sin compromisos ni sacrificios.
La ingenuidad ya no podrá justificar tanta torpeza, pero a falta de pruebas y conocimiento de causa no corresponde pasar juicio, más si mostrar decepción.
La enseñanza de Ovidio debería transformarse en lema de la oposición venezolana, no esperar cambios súbitos ni alegrías repentinas, trabajar con constancia sin rendirse ante las ingratas traiciones o inesperados reveses, mantener la estrategia inspiradora que movió a millones de compatriotas a manifestarse en nuestras ciudades. Tomar las calles y mantener la presión popular delante de mercados, universidades, hospitales y cuarteles es la cartilla universal para derribar muros de opresión y dictaduras.
La constancia implica disciplina y coherencia. La sabiduría de los más experimentados debe acompañar la valentía y audacia de jóvenes combatientes por nuestros derechos y defensores de la democracia para ir juntos a la conquista de lo que hoy ha sido impunemente arrebatado por la oclocracia, narcotraficantes y espurios gobernantes que camuflados de socialistas convirtieron a Venezuela en fábrica de millonarios bastardos cual cueva de Alí Baba y algo más de cuarenta ladrones.
Pretender cambiar nuestra triste realidad sin constancia, es traicionar los sueños de jóvenes que hoy se encuentran sin futuro, para muestra sólo hay que repasar la lista de gerifaltes que desde ya hace casi cuatro lustros dirigen el barranco ¿Dónde está la generación de relevo en el movimiento pseudosocialista del siglo XXI? Será que son víctimas de la destrucción de la educación pues es más fácil encontrar un jerarca egresado de las filas de la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho que de las universidades Bolivarianas.
Lejos de dejarnos caer por la frustración del error, se debe llamar de nuevo a todo el país, con hincapié en la convocatoria no sólo a los políticos, y retomar la estrategia con inspiración y constancia. Olvidar los errores es una equivocación, corregir y retomar el camino no es vergonzoso, es valiente. Corresponde ahora a los verdaderos líderes capaces de dirigir para que pronto podamos retomar nuestra democracia. Posponer nuestros derechos es una traición.
Ya no habrá revocatorio, tampoco elecciones de gobernadores y quieren que esperemos a ver si en el 2018 ocurre algo para posponer y olvidarnos de las presidenciales.
La gota es más débil que la piedra, pero su constancia es capaz de romperla.
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