Concentración en Carabobo termina con enfrentamientos: ¿qué pasó con la convocatoria?
Cuatro periodistas fueron agredidos por la PNB. La manifestación, convocada oficialmente en El Trigal, terminó en el distribuidor San Blas con enfrentamientos a piedras, gas lacrimógeno y bombas molotov
Valencia.- Algo está seguro. Al menos en Valencia. La ciudadanía está descontenta con la clase política. Se rumora y murmura en las concentraciones. “Es que aquí no hay quien dirija”, decía una ciudadana en la autopista del Este la mañana de este sábado. Manifestaba su inconformidad por la incongruencia en la convocatoria: mientras la mayoría actuaba pacíficamente en el distribuidor El Trigal, otros bajaron el puente y trancaron la autopista del Este. Otro grupo caminaba hacia el distribuidor San Blas, donde se terminaría generando un enfrentamiento. La gente estaba confundida.
Era una guerra avisada. Desde el viernes dirigentes opositores alertaban que la convocatoria era en el distribuidor El Trigal: que se ha convertido en un punto simbólico de la resistencia ciudadana en contra del gobierno de Nicolás Maduro. Así, Carlos Santafé, coordinador en Carabobo de la Mesa de la Unidad Democrática, desmentía un llamado a tomar el distribuidor San Blas, que es la entrada vial más importante de Valencia. Pero dirigentes de Un Nuevo Tiempo (UNT) no estaban de acuerdo: “Manifestamos desacuerdo posición de Santafé, esta agenda se construyó junto a movimientos sociales desde el martes” escribió Francisco “Pancho” Pérez Lugo, concejal de Naguanagua y coordinador del partido azul cuyos dirigentes sí se vieron montados en la parte trasera de una camioneta en San Blas horas más tarde durante los enfrentamientos.
La Zona Operativa de Defensa Integral (Zodi) advertía que no había ninguna marcha permisada para este sábado. Lo hizo a través de un mensaje en Twitter el viernes por la tarde. Mientras algunos opositores como Enzo Scarano, Gustavo Mercado y activistas de Primero Justicia se concentraron pacíficamente en El Trigal, un grupo de ciudadanos marchó hasta San Blas. “No les hicieron caso a los políticos, la gente está cansada”, decía una reportera.
En El Trigal la protesta fue pacífica, sin contar la obstrucción de la autopista del Este. Gente feliz, con gorras y banderas con el tricolor nacional aplaudieron, cantaron consignas pidiendo elecciones, e incluso hicieron minutos de silencio por los caídos en protestas en todo el país. Pintaron en blanco sobre el asfalto el mensaje “No más dictadura”. Kilómetros más hacia el sur el ambiente era otro: reinaba la hostilidad.
La autopista del Este, a la altura del distribuidor San Blas, fue obstruida en ambos sentidos por un férreo contingente de la Guardia Nacional (GN), que usó paredes blancas metálicas como las que se ven en las marchas en Caracas para impedir el paso. En la primera línea estaban los funcionario de la Policía Nacional Bolivariana (PNB). Aproximadamente a la 1:00 p.m. comenzó el intercambio de piedras de un lado, y bombas lacrimógenas, perdigones y agua a presión del otro.
Un grupo de manifestantes protagonizó un violento enfrentamiento con la GNB y PNB. Quemaron cauchos, atravesaron troncos ardiendo en la vía y escombros. “Miren, estamos solos, ni un solo partido político. Nos dejaron solos”, decía un encapuchado. Las mujeres corrieron a las casas de las urbanizaciones adyacentes al distribuidor para resguardarse del ataque con bombas lacrimógenas.
Desde la pasarela del distribuidor funcionarios de la PNB disparaban hacia el cielo de Valencia las bombas, que dibujaban parábolas blancas de humo hasta caer y asfixiar a los manifestantes. Tanquetas alineadas apoyaban la acción junto con los policías que resistían, detrás de los escudos de kevlar, las piedras que más de una vez los hicieron retroceder.
Cuatro periodistas agredidos
Funcionarios y efectivos no arremetieron solamente contra los manifestantes violentos y las bombas molotov. También lo hicieron contra quienes disparaban, pero ráfagas de imágenes. Cuatro periodistas fueron agredidos por la PNB. “Ya estábamos de regreso, porque la situación se estaba tornando bastante violenta, cuando la gente empezó a correr de repente. Nosotros seguimos caminando porque teníamos los carnets”, dijo Luis Natera, reportero de Radio Fe y Alegría. La credencial no le bastó para salvarse.
El grupo de reporteros fue interceptado por la PNB en las calles adyacentes al distribuidor San Blas. A José Miguel Medina, reportero del blog digital “El Aguacate” y estudiante de comunicación social de la Universidad Arturo Michelena (UAM) le partieron la cámara, lo golpearon y le arrebataron su carnet. A Natera lo golpearon y vilipendiaron verbalmente. A A León Jiménez, identificado como reportero fotográfico de Notitarde le rompieron la cámara, y Juan Carlos Hernández, reportero gráfico de Últimas Noticias fue retenido brevemente.
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