Venezuela: opciones internacionales
Ese entramado, esa red de acuerdos, construido en los últimos 15 años ya está comenzando a romperse. La ausencia del líder carismático y el deterioro de la situación económica han cambiado la lectura de la realidad nacional venezolana
Sin duda Venezuela ha estado presente en los noticieros regionales y en buena parte de los noticieros mundiales. La decisión del TSJ y la posterior reforma, solo han mantenido el interés en la noticia. En esta ocasión, los foros diplomáticos, subieron de forma radical la atención y las acciones en relación con el Gobierno Bolivariano. Es necesario que revisemos estos elementos, para comprender unos eventuales escenarios futuros: primero los económicos y luego los políticos.
Hace poco más de un mes, a comienzos de Marzo de este año, el Consejo de Relaciones Internacionales de Estados Unidos (ONG famosa por su nombre en inglés Council on Foreign Relations) presentó ante el Senado de los Estados Unidos, las opciones de la Política Internacional de ese país en relación con el Venezuela. El reporte hace una evaluación de la situación económica de Venezuela y explica el escenario recordando que Venezuela era uno de los países con mejor nivel de vida de América Latina y ahora su nivel de vida se compara con Bangladesh, la República Democrática del Congo o Mozambique. El Reporte asimismo revisa las alarmante cifras de endeudamiento internacional, la baja de las reservas internacionales y el estado de las cuentas nacionales. El riesgo de la cesación de pagos o default está presente, aunque no lo aseguran para este año.
En resumen, la situación económica en Venezuela, tiene un reflejo internacional importante que complejiza las relaciones del país, en todos los sentidos.
- La Política.
Uno de los ejes claves de la fortaleza del Gobierno Bolivariano del Presidente Hugo Chávez, fue la fortaleza en los temas de política internacional. Cada uno de los foros en los cuales Venezuela había actuado, fueron examinados y puestos a prueba. Si era factibles que se inclinaran hacia los nuevos tiempos políticos, se fortalecía la presencia venezolana. Si no era posible, se abandonaba o restringía su participación. Todo ello para construir una red de seguridad, que actuaría en el momento necesario.
Por ejemplo, los acuerdos regionales como el Grupo de los 3 con Colombia y México para una zona de libre comercio; el acuerdo de San José con México para proveer de petróleo al caribe o la Comunidad Andina, fueron abandonados al representar fuertes barreras a las nuevos paradigmas políticos. Estos foros fueron sustituidos por nuevos espacios, ALBA, Unasur o de más amplio espectro como Celac entre otros. La OEA fue un espacio de confrontación permanente, donde Venezuela intentó modificar muchas de las instancias de control, abandonó algunas como el caso de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Además se eligió por casi 10 años a un Secretario General cercano a los nuevos paradigmas de poco control regional.
En cuanto a los foros globales, la OPEP y la ONU recibieron la máxima atención. En el caso de la organización petrolera, una cumbre de jefes de estado al comienzos del mandato en Caracas y una subida de precios del crudo permitieron el relanzamiento de un liderazgo venezolano, donde incluso uno de los hombres más cercanos al Presidente Chávez ejerció la Secretaría General.
La ONU fue el espacio donde más se invirtieron recursos. En varias ocasiones el Gobierno Bolivariano intentó acceder al Consejo de Seguridad sin éxito, rompiendo los consensos regionales. Solo después de su muerte, pudo el Gobierno Bolivariano sentarse al selecto club de los 15 en Nueva York.
Todo este apretado resumen, nos recuerda el gran esfuerzo de construcción de un entramado político que le dio una gran fuerza a la diplomacia venezolana, en especial al Presidente Chávez. De esta forma, aunque la preocupación de las instancias técnicas de la disminución de la calidad de la democracia venezolana se incrementaban y de protección de los derechos humanos bajaban en todos los indicadores, los órganos políticos no se activaban. Incluso, los reconocimientos por parte de los organismos internacionales, se convertían en grandes éxitos de la revolución bolivariana, aunque en la práctica eran reconocimientos casi formales o de trámite diplomático.
Ese entramado, esa red de acuerdos, construido en los últimos 15 años ya está comenzando a romperse. La ausencia del líder carismático y el deterioro de la situación económica han cambiado la lectura de la realidad nacional venezolana.
Estos hechos se suman al relevo regional. En la OEA, el exCanciller de José Mujica, con el apoyo del Gobierno bolivariano llega a la Secretaría General. Argentina y Brasil ya no apoyan al Gobierno. Estos cambios, internos y externos, no han sido leídos de forma correcta por la diplomacia bolivariana y en lugar de balancear la situación, la Ministra del PP para las Relaciones Exteriores se ha convertido en el foco de los memes y chistes en la región, por su tono combativo y su ausencia de formas diplomáticas, tan importantes en esos foros, en especial con antiguos amigos y aliados.
Toda esta explicación nos lleva a tomar algunas conclusiones:
1-Donde estamos ahora: Venezuela ya no es miembro del Consejo de Seguridad y la efectividad de su diplomacia han desaparecido.
2-Los foros regionales políticos ya no son favorables o han perdido capacidad de influencia. Venezuela es suspendida de Mercosur y el ALBA, Celac y Unasur se encuentran en crisis de identidad que no permiten la actuación a favor del antiguo mecenas.
3-La OEA, aunque debilitada por más de una década de ataques, en áreas claves como los Derechos Humanos, emerge como el foro clave en la región, con un Secretario General a la cabeza de una agenda de fortalecimiento.
¿Qué escenarios nos quedan? En nuestra próxima entrega los revisaremos con detalle.
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