Ahora o nunca
Pero ante esto, tenemos una juventud preparada, profesional, que ve en Venezuela su futuro. No es casualidad que gran parte de los asesinados en manifestaciones sean egresados universitarios, ellos estaban luchando porque dentro de sus esperanzas ven un país posible
Quienes hoy se escudan en el poder porque al hallarse sin él, se ven presos o en un peor escenario: son encarados con alta valentía por una sociedad civil que no se deja apaciguar con la represión. Hemos visto con preocupación la cantidad de muertos a raíz de esto y aun así, seguimos saliendo a las calles a reclamar nuestros derechos, es ahora o nunca, no podemos dejar pasar esto.
No es sólo que hayan quitado las facultades inherentes a los cargos de diputados, o que es lo mismo, a la Asamblea Nacional, es que, además, el Poder Ejecutivo piensa y va en camino a hacerse un traje a su medida para seguir consolidando la dictadura con una constituyente sin pies ni cabeza, con la que pretenden justificarse dentro de un marco legal todos los crimines que han cometido y que piensan cometer.
Pero ante esto, tenemos una juventud preparada, profesional, que ve en Venezuela su futuro. No es casualidad que gran parte de los asesinados en manifestaciones sean egresados universitarios, ellos estaban luchando porque dentro de sus esperanzas ven un país posible, pero que sólo puede ser si salen estos tipos de sus trincheras de poder, soberbia y criminalidad. Es nuestro deber con los caídos en la lucha, seguir en ella y alcanzar la victoria, como siempre lo hemos sido: pacíficos, democráticos y constitucionales. Esto ha permitido desenmascarar a la dictadura mundialmente, donde en fotos, videos e informes se demuestra el carácter no violento de la manifestación en Venezuela, no sólo por los aliados de la democracia sino también por los aliados del Estado, la izquierda internacional y hasta el chavismo crítico, si es que eso puede existir.
No hay mayor tributo, no hay mayor reivindicación que seguir en las calles, se ha demostrado una y otra vez, que la violencia viene desde la oficina de Nicolás Maduro y sus generales de muchos soles asignados sin haber pasado ni una luna en batalla. Pronto han de caer las barricadas que nos separan de nuestro destino, esto no es una columna de aliento, es un cable a tierra, un mensaje abierto a quienes llaman a un chamo como una molotov “violento terrorista” sin contar que a ese mismo chamo, le arremeten con agua, gas, perdigones, metras y balas.
Vayamos a elecciones, nos tienen en deuda desde el 2016, no lo digo yo, lo dijo el CNE. Si el gobierno quiere paz, que no la decrete por sí mismo, que la decrete el resultado de las urnas electorales; los ciudadanos queremos elegir no arrebatar, que sea una decisión de millones el futuro del país, que no sea un capricho de los millonarios de Miraflores.
Vamos a elecciones, eviten más mal.
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