UCAB Guayana exige el fin de la “criminalización del derecho constitucional de la protesta”
Marcos David Valverde. CORREO DEL CARONÍ)
De nuevo, la Guardia Nacional Bolivariana arremete en contra de la Universidad Católica Andrés Bello de Ciudad Guayana. Esta vez, durante el mediodía de este jueves, los uniformados atacaron con bombas lacrimógenas y perdigones a un grupo de estudiantes que protestaba en la avenida Atlántico, en frente de la institución.
El asunto no quedó allí, sino que el Comando 625 de la GNB se llena de estudiantes ucabistas detenidos en este mismo ataque: Romel Marouf Nasser, Luis Fernando Delgado, María Lourdes Atencio, Donner Rivas Bolívar, Luis Cova Rivas, Jorge Medori Rincón, Veruska Vivas Guzmán, Daisy Castañeda, Angelo Contreras Arteaga y Randy Brito Moreira.
El Vicerrectorado de la Extensión Guayana de la institución tildó de arbitrarias estos arrestos y, por encima de todo, contrarias a la Constitución y a la leyes de la República. De hecho, la UCAB ha sido objeto de ese tipo de ataques. El más connotado ocurrió el 16 de mayo, cuando la misma GNB violó la autonomía universitaria para detener al estudiante Nelson Nava.
“Esta actuación constituye una continuación de la práctica represiva con la cual se han disuelto protestas pacíficas en zonas cercanas a la universidad y en las cuales se ha hecho uso desproporcionado de la fuerza, contrario a la obligación de garante del orden público y de la seguridad ciudadana de estos órganos del Estado”, sentenció la institución mediante un comunicado.
Clamor contra la represión
Luego de exigir la liberación inmediata de los estudiantes y el fin de los “actos de persecución violatorios del debido proceso contra miembros de nuestra comunidad universitaria”, la institución reclamó, igualmente, respeto al derecho de manifestarse.
“Es una necesidad imperativa el cese de la criminalización del constitucional derecho a la protesta pacífica de los ciudadanos y el restablecimiento de la vigencia efectiva de la Constitución, cuyos postulados han sido quebrantados por la actuación desmedida de órganos de seguridad del Estado”, critica.
Aboga, además, “por una solución a la crisis a través de mecanismos que, amparados en la Constitución, permitan el restablecimiento inmediato de la paz social, la convivencia pacífica y el Estado de Derecho, con pleno respeto de los derechos humanos”.
“La universidad permanecerá abierta, amén del asedio y de la represión, y mantiene su compromiso activo con la democracia, la libertad y el respeto a los derechos humanos y la Constitución”. No hay más opción que avanzar.
De nuevo, la Guardia Nacional Bolivariana arremete en contra de la Universidad Católica Andrés Bello de Ciudad Guayana. Esta vez, durante el mediodía de este jueves, los uniformados atacaron con bombas lacrimógenas y perdigones a un grupo de estudiantes que protestaba en la avenida Atlántico, en frente de la institución.
El asunto no quedó allí, sino que el Comando 625 de la GNB se llena de estudiantes ucabistas detenidos en este mismo ataque: Romel Marouf Nasser, Luis Fernando Delgado, María Lourdes Atencio, Donner Rivas Bolívar, Luis Cova Rivas, Jorge Medori Rincón, Veruska Vivas Guzmán, Daisy Castañeda, Angelo Contreras Arteaga y Randy Brito Moreira.
El Vicerrectorado de la Extensión Guayana de la institución tildó de arbitrarias estos arrestos y, por encima de todo, contrarias a la Constitución y a la leyes de la República. De hecho, la UCAB ha sido objeto de ese tipo de ataques. El más connotado ocurrió el 16 de mayo, cuando la misma GNB violó la autonomía universitaria para detener al estudiante Nelson Nava.
“Esta actuación constituye una continuación de la práctica represiva con la cual se han disuelto protestas pacíficas en zonas cercanas a la universidad y en las cuales se ha hecho uso desproporcionado de la fuerza, contrario a la obligación de garante del orden público y de la seguridad ciudadana de estos órganos del Estado”, sentenció la institución mediante un comunicado.
Clamor contra la represión
Luego de exigir la liberación inmediata de los estudiantes y el fin de los “actos de persecución violatorios del debido proceso contra miembros de nuestra comunidad universitaria”, la institución reclamó, igualmente, respeto al derecho de manifestarse.
“Es una necesidad imperativa el cese de la criminalización del constitucional derecho a la protesta pacífica de los ciudadanos y el restablecimiento de la vigencia efectiva de la Constitución, cuyos postulados han sido quebrantados por la actuación desmedida de órganos de seguridad del Estado”, critica.
Aboga, además, “por una solución a la crisis a través de mecanismos que, amparados en la Constitución, permitan el restablecimiento inmediato de la paz social, la convivencia pacífica y el Estado de Derecho, con pleno respeto de los derechos humanos”.
“La universidad permanecerá abierta, amén del asedio y de la represión, y mantiene su compromiso activo con la democracia, la libertad y el respeto a los derechos humanos y la Constitución”. No hay más opción que avanzar.
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