La tarde de este viernes 2 de marzo, la principal rectora del chavista Consejo Nacional Electoral (CNE) Tibisay Lucena, utilizó los medios de comunicación públicos y privados para mentir ante Venezuela y el mundo: dijo que decidió mover (arbitrariamente) los centros de votación debido a la supuesta violencia perpetrada por la oposición venezolana en 2017; y para ello, recordó a la coordinadora del CNE en la Colonia Tovar, Marlene Rondón, a la que señaló de haber fallecido “gracias a las guarimbas” (protestas de calle).
Como sobrina de Marlene Rondón y periodista del PanAmpost, desmiento tajantemente las aseveraciones de la señora Lucena; ésta es una respuesta consensuada entre miembros de mi familia:
Usted Tibisay, no tiene el derecho de hacer referencia a la muerte de mi tía Marlene Rondón, y menos de politizar su fallecimiento y “jugar” con el dolor de sus familiares; su fraude electoral es suyo, y de la dictadura venezolana, movió los centros electorales porque quiso. No justifique sus irresponsables acciones utilizando su memoria.
No le siga mintiendo al mundo, mi tía no murió por culpa de las “guarimbas”, ni por culpa de la supuesta violencia opositora; mi tía Marlene Rondón murió porque sufrió un ACV producto de la elevada escasez de medicamentos que impidió tratar su afección a tiempo, además del estrés de su trabajo como coordinadora del CNE, en el marco de las fraudulentas elecciones de la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
Usted misma reconoció en el acto de reconocimiento post mortem en el Teatro Municipal de Caracas, todo el esfuerzo que mi tía Marlene dispuso para con el organismo electoral y que sabía toda la carga emocional y laboral que ella tuvo.
Que reconocía “la presión, el trabajo y el esfuerzo”; ahora, usted se contradice a conveniencia y señala que murió gracias a las supuestas “guarimbas”. Tibisay Lucena, usted es una mentirosa, y mentir es una manía miserable.
No es la primera vez que usted y su régimen engañan y juegan con este tipo de casos y con el dolor ajeno, pero usted específicamente nunca ayudó ni hizo nada para salvar a mi tía en medio de la crisis en Venezuela.
Y aún cuando usted conocía todo lo que ella hizo por el CNE y su lealtad, al momento de caer hospitalizada mi tía no contó con los recursos para poder operarse y salvar su vida. Ella y sus familiares estuvimos juntos y solos en esa lucha.
No contamos con usted Tibisay, para operar a mi tía, no teníamos el dinero para su intervención quirúrgica; por la escasez de recursos y de medicamentos, y la falta de atención en los hospitales tuvimos que verla morir poco a poco.
Este artículo, Tibisay, es para desmentirla categóricamente frente a Venezuela y el mundo, es para recordar que efectivamente mi tía sí sufrió un ACV pero no por culpa de ninguna guarimba, ni por culpa de las protestas de la oposición; evidentemente usted movió los centros de votación porque le provocó.
El ACV que ella sufrió fue por falta de atención, porque durante esa semana antes de la Constituyente tuvo un estrés excesivo. Su cirugía costaba US$10.000, se trataba de una embolización cerebral, un precio impagable para cualquier venezolano, sobretodo para ella, mi tía, que ganaba un sueldo miserable trabajando para usted.
Usted Tibisay, no sabe cómo sufrió mi tía, cómo sufrieron sus hijos, mis primos, sus hermanos y cuánto sufrí yo desde la distancia por no contar con los recursos ni los medicamentos de urgencia para salvarle la vida.
No sabe lo difícil que fue conseguir los reactivos para los diferentes exámenes, lo frustrante que fue no tener los dólares para hacerle la operación.
Mi tía Marlene Rondón sí admiró profundamente al fallecido expresidente Hugo Chávez y sí entregó su vida al Consejo Nacional Eletoral (CNE); pero su percepción con Nicolás Maduro era diferente.
Contrario a usted Tibisay, mi intención no es politizar la muerte de mi tía, pero le exijo que más nunca se utilice su memoria para tratar de legitimar sus procesos amañados.
Quiero volver a aclarar: la muerte de mi tía, Marlene Rondón, fue solo una de las miles que se ven a diario en Venezuela por la precaria situación sanitaria en el país gobernado por Nicolás Maduro.
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