Emprendimiento: La nueva fórmula para escapar de la crisis económica en cuarentena
La aparición de todas estas iniciativas de negocio o emprendimiento responden a la necesidad de la economía local de buscar sus propios mecanismos, lo que termina marcando la pauta de la actividad comercial del país, pese a sus condiciones macroeconómicas
Desarrollar actividades económicas en Venezuela es una misión cuesta arriba desde hace al menos una década. La inflación y las políticas macroeconómicas implementadas por el gobierno chavista han acorralado a los empresarios a posiciones incómodas para trabajar. A estas dificultades se les sumó una barrera en marzo de este año, con la instauración de una cuarentena que paralizó casi en su totalidad al sector privado.
Pero, a pesar de estas condiciones adversas, ha surgido un marco de oportunidades para que los emprendimientos emerjan.
Aunque el oficialismo, apenas decretó la cuarentena, aseguró que se encargaría de la manutención de la población que quedaría recluida en el hogar a través de subsidios a las plantillas de empleados de las empresas paralizadas, bonos del sistema patria y distribución de alimentos mediante los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), los problemas de las familias venezolanas cada día crecen más.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), Venezuela padece una grave situación de inseguridad alimentaria que solo parece empeorar, especialmente a raíz de la llegada de la covid-19 al país y la paralización de la actividad industrial.
Ante la necesidad de la población y la libertad de compromisos laborales surgida a partir del estado de alerta nacional decretado por Maduro en marzo, muchos ciudadanos han decidido buscar alternativas para ganar dinero y, en algunos casos, han puesto en marcha ideas que tenían meses o incluso años en el tintero sin atreverse a sacar adelante. Empezaron a surgir los emprendimientos.
Ventana abierta para el emprendimiento
La inestabilidad laboral, la escasez de ingresos y el crecimiento de necesidades durante la cuarentena han sido ingredientes para el caldo de cultivo donde se ha desarrollado el emprendimiento nacional. Desde iniciativas pequeñas con poco presupuesto hasta proyectos estructurados con capital inicial se han desarrollado en los últimos tres meses.
Si algo dejan en claro las experiencias de emprendimiento surgidos en cuarentena, es que aquellos relacionados con la gastronomía adquieren un rol protagónico. Este es el caso del negocio iniciado por Alicia Godoy, una joven de 22 años que empezó a preparar y vender tortas bajo la marca que bautizó como Falcony Sweets, en la búsqueda de mayores ingresos para terminar la remodelación de su casa recién comprada.
«Nos acabamos de mudar y el gasto más casa es la casa, pero vienen otros gastos grandes como la instalación de la cocina, la remodelación del baño, compra de línea blanca, cambio de piso, todas esas cosas. Empezamos porque hay que inyectarle dinero a la casa. Nos ha ido excelente y gracias a ese emprendimiento tenemos muchísima mayor capacidad ahorrativa y hemos ido comprando materiales de construcción», explicó.
Tras sufrir un recorte salarial en su empresa, empezó a pensar en ideas junto a su esposo para tener un apoyo económico adicional a sus salarios. La propuesta surgió, como en la mayoría de los casos, como una simple casualidad. Mientras se debatían sobre qué actividad sería rentable, Alicia preparó un postre simple en microondas, con pocos recursos pero el sabor necesario para vender al público. La torta despejó las dudas que tenían.
«Un día queríamos merendar algo, todo estaba cerrado por la cuarentena y yo hice una torta en el microondas. Mi esposo la probó y decidimos que haríamos tortas de Nutella. Teníamos un dinero ahorrado y lo invertimos en materiales para hacerlas», relató.
Sortear los obstáculos que supone la cuarentena no resulta imposible. A pesar de que las restricciones dificultan actividades como comprar insumos y distribuir el producto a los clientes, no han dejado de producir. Las órdenes son llevadas a un punto de encuentro en Plaza Venezuela por su esposo, José Iván Falcón. Los ingredientes necesarios para la elaboración de las tortas los han conseguido cerca de su zona de residencia, en Charallave.
Alicia sostiene que, aunque previamente tenían la idea de producir más dinero, el emprendimiento no habría iniciado de no haber sido por la cuarentena, y que pretende mantenerlo una vez que acaben las restricciones de movilidad y las medidas de confinamiento.
«Este emprendimiento tiene que ver completamente con el inicio de la cuarentena. Siempre hemos tenido la inquietud de empezar un negocio, pero uno va desplazando eso. La cuarentena fue un momento de estar en la casa, inventar, hacer e iniciar», destacó.
Una historia similar es la relatada por Arnaldo López, dueño de un emprendimiento que nombró Burger Bistro, que inició con buen pie mediante la venta de hamburguesas desde su creación en abril.
El nacimiento de Burger Bistro ocurrió tras la muerte de un famoso perrocalentero de la zona y la llegada de la cuarentena. Arnaldo, que siempre ha sentido pasión por la cocina, pensó en emprender algo relacionado con la venta de comida, pidió ayuda a sus padres que tenían el capital y tras evaluar las opciones, optaron por vender hamburguesas.
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