Oscar Pérez, un mártir cristiano, un verdadero masón: nuevas revelaciones
Sobre el caso de Oscar Pérez puedo comentarles que la semana pasada tuve una amena conversación para mi programa de TV online Análisis Estratégico con el inspector Parra, del Movimiento de Fuerza Pública en el Exilio. Como introducción les puedo decir que es el líder de este movimiento que aglutina a policías y militares venezolanos que están refugiados mayoritariamente en Europa, huyendo del horror del régimen de Maduro. El inspector Parra es un refugiado que ha recibido la protección del reino de Noruega y es una voz muy importante en la comunidad de refugiados. Tengo algunas novedades interesantes que él me pudo compartir, principalmente sobre su vinculación con el mártir venezolano Oscar Pérez.
Parra fue uno de los inspectores que desertaron del Cicpc para apoyar a Oscar Pérez. Según me dice, había sido descubierto y le consultó a Pérez, quien le recomendó que saliera del país porque si el régimen de Maduro lo capturaba le iban a torturar y como “no era Superman los iba a delatar a todos”. Terminó huyendo a Panamá, donde fue protegido por Acnur, pero funcionarios del régimen de Maduro intentaron secuestrarlo en la capital, así que tomó un avión hasta Noruega, donde fue recibido y protegido.
Parra me dice que el objetivo de Oscar Pérez y su grupo no era tumbar el régimen de Maduro, sino hacer un llamado a la sociedad civil, policía y militares para que se unieran y tomaran una posición a favor de la libertad. En sus propias palabras: “Cuatro policías no iban a tumbar el gobierno de Maduro”, “ellos no amenazaron, no dispararon, no fueron una fuerza de guerra, sino todo lo contrario, un movimiento de conciencia”. Asegura que no era compinche de Oscar Pérez ni el amigo con quien se comía perros calientes, pero los unió en el pasado un sentimiento de cambio y rescate del país y que ambos podían confiar el uno en el otro.
Según Parra una de las estrategias empleadas por Oscar Pérez consistía en usar cortafuegos, que significa que la mayor parte de su movimiento de resistencia no se conocían entre sí. Le preocupa a Parra que algunas personas se creen propietarias del nombre de Oscar Pérez, al que han convertido en una especie de franquicia. Incluso, le molestó mucho que la resistencia desconociera a su esposa cuando ella tuvo que pagar el más alto precio por haber conocido a Oscar Pérez, y en efecto yo tuve oportunidad de leer su expediente de derechos humanos y francamente fue un horror lo que vivió esta joven mujer. Con el permiso de Parra voy a compartirles lo que sucedió con María Josefina Sánchez, que es su nombre y quien tenía 19 años para el momento de los sucesos. Ella fue capturada y acusada de haber participado en la resistencia por llevarle comida y mensajes a Oscar Pérez. Fue torturada y abusada sexualmente por los funcionarios de Maduro, pero pudo escapar en un momento de descuido de los guardias cuando fue llevada al hospital. Sus expedientes reposan en la Organización de Estados Americanos.
Parra me dice que Oscar Pérez y él tenían diferencias conceptuales en la forma de lograr algunos objetivos, principalmente porque Oscar era “diplomático”, mientras que él apostaba por una ofensiva más persuasiva. Piensa que si él lo hubiera escuchado, posiblemente tuvieran otra resultado.
Parra cuenta que le dio ideas a Oscar, pero él se negó a seguirlas porque supuso que ponía en riesgo la vida de la gente y algo que cuidaba Oscar era que le tildaran de asesino.
Me comenta el inspector que hubo un debate en torno a las opciones que tenía Oscar al momento de ser asediado por las fuerzas del régimen de Maduro, principalmente se debatía entre 2 vías. La primera era batirse a tiros y abrirse camino a como diera lugar; la segunda sería entregarse y confiar en la palabra de los funcionarios del régimen de Maduro. Ya sabemos que Oscar Pérez tomó la segunda opción con el fatal desenlace del ajusticiamiento extrajudicial de todos los presentes, incluida una joven mujer embarazada.
Realmente recuerdo ese terrible momento de nuestra historia y sentí una gran impotencia cuando prácticamente presenciamos este monstruoso crimen cometido por Maduro, indignación que compartimos millones de venezolanos que fuimos testigos ante los videos online transmitidos por el mismo Oscar en las redes sociales. No imagino el dolor que sintieron los familiares de todos los del grupo de Oscar. Con esta miserable decisión de Maduro quedó demostrado el poder destructivo y asesino de la maquinaria política genocida instalada en Miraflores.
En lo personal, les confieso que este caso de Oscar Pérez tiene un significado muy especial para mí porque le conocí, ambos éramos miembros de la logia Santiago Mariño N 208. Imagino que, al igual que muchos de nosotros, a Oscar le atrajo participar en la orden masónica siguiendo los pasos de los libertadores de América Simón Bolívar, José de San Martin, George Washington, Benito Juárez, entre otros.
A Oscar lo vi en varias ocasiones, él se sentaba frente a mí en lo que llamamos su respectiva columna, recuerdo su mirada metálica y su forma marcial. La última vez que le vi fue en una tenida blanca un sábado 24 de junio; yo no me quedé para el evento, así que me crucé con él en las escaleras de la entrada del templo y allí nos saludamos y a la vez fue la despedida.
Compartiendo con ustedes un poco de esta historia personal con Oscar Pérez, les confieso que el 27 de junio, cuando él se rebela, yo estaba en mi casa cerca del ministerio del Interior, en el centro de Caracas. Allí escuché el sonido de las granadas sonoras o aturdidoras, les llaman porque no hacen daño, solo causan mucho ruido. En ese momento recibimos un mensaje de Oscar en el grupo de Whatsapp de la logia, él lo envió desde su teléfono y en el mensaje estaba el video y la foto del helicóptero. Recuerdo que el video empezaba con un llamado al pueblo de Venezuela, leía Oscar un documento y decía: “Venezolanos, queridos hermanos…”.
Me llamó la atención que el mensaje mencionara la palabra “queridos hermanos”, así que de inmediato entendí que el joven trataba de comunicarse específicamente con nosotros, pues es el término para referirse a los masones entre sí.
Lamentablemente esta historia no tuvo un final feliz tampoco, esta invitación de entrada que hizo Oscar no logró conectar adecuadamente con los masones, sin darse cuenta alteró una especie de seudoacuerdo en el que tirios y troyanos –por no decir opositores y chavistas– nos tolerábamos en la orden. La verdad era que mientras Venezuela se hundía en la miseria y destrucción provocada por un tirano como Maduro, las logias operaban sin generar posiciones ni criticas oficiales, y esto ocurre porque en nuestro seno de la institución no se está permitido hablar de políticas ni de religión, así que fue tan impactante el movimiento de Oscar que movió todos los cimientos de nuestra institución dormida.
Así que Oscar nos obligó prácticamente a tomar posiciones. El Gran Maestro para la época era el coronel Juan Ubaldo Jiménez Silva y él tomó la decisión de presionar hasta lograr la expulsión de Oscar Pérez, naturalmente que no contaron con mi voto para esto, yo nunca me presenté en logia, pero eso ocurrió.
Recuerdo que en esos días de junio de 2017 trabajaba en la Asamblea Nacional como operador político de la oposición. Recientemente habíamos sido golpeados y asediados por los colectivos al servicio del coronel Lugo jefe de la seguridad del Palacio Federal, no tienen idea del nivel de presiones que manejábamos todos los que formábamos parte del personal de la Asamblea, yo además me preocupaba por los efectos de criticar al régimen desde mi columna. Esta nueva situación de Oscar me agregaba un elemento a considerar como el hecho de entrar en el radar de la inteligencia militar. Créanme que todo esto me lo tomé tan en serio que calculé en mi calidad de politólogo todos los escenarios posibles y no tuve otro remedio que pasar a la clandestinidad y no transcurrieron 2 meses cuando salimos de Venezuela para Estados Unidos.
El tiempo me dio la razón, el régimen vinculó a Oscar con la logia, la puso en su agenda, el Cicpc interrogó a 5 de los miembros. Por cierto, era una logia tan pequeña que en ocasiones necesitaban invitar a otros maestros para poder abrir el taller y este hecho reducía mucho las probabilidades de ser encarcelado bajo cualquier pretexto para todos, en mi caso supongamos que había un máximo de 12 o 14 miembros, de los cuales como 3 eran chavistas, el resto eran funcionarios, trabajadores, empleados y comerciantes sin vinculación relevante con la oposición, salvo un sindicalista y por último yo, así que era cuestión de estadística e inteligencia para pasar un mal rato.
Además de los interrogatorios efectuados en 2017, hay que agregar en enero de 2018 el secuestro de uno de los miembros por parte de los colectivos y un total de de 3 miembros encarcelados bajo acusaciones de terrorismo. Lo cierto es que su único delito era haber conocido a Oscar. Esta presión y acoso ocurrió días antes de la captura de Oscar y se hizo precisamente con el fin de presionarlo.
El día de la masacre de El Junquito estaba junto a Oscar Perez otro de los miembros de la Logia Santiago Mariño 208. Me refiero el joven José Díaz Pimentel, ambos asesinados por funcionarios y colectivos de Maduro.
Al momento de producirse la noticia sobre este crimen me comuniqué con el Gran Maestro del Ecuador, el hermano Humberto Plaza. Le dije lo ocurrido, luego ellos informaron a la Confederación Masónica Interamericana, que junto al Gran Maestro de España y presidente de la CMI, Oscar De Alfonso, produjeron cartas de condena al régimen de Maduro por el crimen de Estado contra Oscar Pérez, José Pimentel y sus acompañantes.
En 2019 solicité mediante carta pública que investigaran al Gran Maestro, el coronel Ubaldo Jiménez Silva, por colaboración con el régimen de Maduro y además por no proteger a los miembros de la orden de la persecución.
Cosas curiosas que pasan en la vida, en 2018 mi amigo de más de 20 años William Jiménez me llama diciéndome que va a escapar de Venezuela para liberar una información sobre la muerte de Oscar Pérez, y en efecto él es quien confirma desde su posición de funcionario de alto nivel de la morgue de Bello Monte que a Oscar lo ajusticiaron. Actualmente William es un testigo promovido ante la Corte Penal de La Haya por el caso Oscar Pérez y se encuentra bajo protección en el reino de Holanda, pero además es sumo sacerdote de los Testigos de Jehová y miembro de la masonería.
Créanme que esto aún no termina. En días recientes recibí la solicitud de ayuda de un funcionario del Cicpc, el hermano Endry Méndez, también en el exilio y convaleciente de una herida provocada por un atacante desconocido. Él me informó que fue parte en la investigación de la desaparición de otros 2 miembros de la masonería vinculada al Gran Oriente de Venezuela y que sospecha la vinculación con Oscar Pérez. Uno de los desaparecidos es Willmer Muñoz, miembro de la Logia Gual y España N 243; el otro hermano desaparecido es un militar de alto nivel.
Recientemente tuve una conversación con el exagente del Sebin Gabriel Navas, un refugiado bajo protección en Europa. Él está llevando una denuncia bien seria y grave sobre la infiltración de los colectivos en el Sebin, conoce de sus actividades en los allanamientos y torturas, el montaje de escenas, así como el espionaje de líderes de la oposición mediante el uso de tecnología rusa. Él me dijo que cuando ellos estaban en el Sebin recibieron instrucciones de hacer seguimiento a todo lo que esté vinculado con Oscar Pérez, incluidas las logias.
Es de terror todo esto del régimen de Maduro, nunca antes visto ni soñado por los venezolanos, los crímenes de esta gente no tienen límites, mucha gente inocente ha sido afectada. La lección que nos deja es que ante un tirano como Maduro nadie está seguro, incluso si tomas la decisión de mirar a otro lado mientras ellos perpetran sus injusticias.
Finalmente, aprovecho esta oportunidad para enviarle a la familia de los hermanos Oscar Pérez y José Pimentel y el resto de sus acompañantes mi mensaje de paz a sus almas, que Dios los tenga en su infinita y misericordiosa gloria y que su guía sea el siempre amado Jesús; y a nuestro pueblo venezolano, en el que Oscar sembró su amor, que no pierda la fe y la esperanza en que pronto nuestro país será liberado.
Les invito a seguirme leyendo próximamente aquí, en El Nacional.
@estebanoria
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