Un Guaguancuir por San Isidro y el 27N
“Bailemos un #Guaguancuir” es contraponer a la violencia del régimen la alegría, porque como dice la convocatoria “la alegría es un valor estratégico”
LA HABANA, Cuba.- El recientemente creado Ministerio Guaguancuir, como iniciativa del colectivo de artistas, curadoras e investigadoras Las legítimas, lanza/produce la acción “Bailemos un guaguancuir”. El colectivo de mujeres, Lucía Piedra Galarraga, Nonardo Perea, Paula Valero, Tamara Díaz Bringas, Yanelyz Núñez, +… se han unido para reapropiarse de la “coreografía callejera” que protagonizaran parte del Movimiento San Isidro y que después sirviera como campaña de difamación donde se evidencia en discurso clasista, racista y machista del régimen cubano.
Yanelys Núñez, fundadora del MSI y quien fuera expulsada de las instituciones cubanas por su relación con el arte independiente, dice a CubaNet que “todas las integrantes de Las Legítimas seguimos de cerca el trabajo de Luis Manuel Otero Alcántara y los activistas cubanos”, y agrega algunos detalles sobre la iniciativa: “la idea es reutilizar esos códigos que el gobierno utiliza para deslegitimar, porque sabe que son parte del imaginario popular”, y que incluyen nociones morales sobre lo que es ser decente o vulgar, siempre asociados a patrones racistas que forman parte de la ideología que promueven.
A Paula Valero, la única no cubana —es española— que integra este grupo de “guaguancuiceras”, como ellas mismas se consideran, lo que la une a la obra del coordinador del MSI es “la potencia de la alegría” que tiene la obra de Otero Alcántara, con quien ha trabajo en varias ocasiones porque “nosotros tenemos un trabajo muy parecido y me interesaba la manera que él tiene de desplegar intervenciones que ni siquiera él sabe nombrar, pero de las que sí sabe bien lo que está haciendo”, y no le interesan las credenciales académicas que tanto exigen las instituciones oficiales cubanas porque el arte se legitima en la acción misma, no en las escuelas.
Para entender al MSI es importante entender la propuesta de Otero Alcántara y Paula Valero lo resume en una línea, “esa es su forma de creatividad de contestar al contexto”, y lo sabe bien porque ella también conjuga el arte y el activismo.
Entonces, ¿cómo bailar un #Guaguancuir?, o lo que es lo mismo ¿cómo solidarizarte con el Movimiento San Isidro y con el 27N?, o ¿Cómo desmontar el discurso racista, clasista y homofóbico del gobierno?
Primera recomendación, buscar algunos accesorios como plumas, gafas, pelucas, purpurina, brilli-brilli o lo que sea para añadir ricura; la segunda, marcar un paso de guaguancó al ritmo de este San Isidro de La Crema; tres, elegir un hashtag: #Si_noPuedoBailar_PakeTuRevolu #Tabuenoya #Guanguancuir #Si_te_vigila_baílale #SanIsidroNoestásolo #OeBajandatuRevolu #BlackisAlegría #BailatuIrreverencia #Mira_como_me_legitimo_papi #Plumerío_por_el_barrio.
Finalmente, suba su video a las redes y compártalo lo más que pueda, pero si puede hacerlo en la página de Facebook Guaguancuir, creada para la ocasión, mejor, para que cause un mayor impacto.
“Bailemos un #Guaguancuir” es contraponer a la violencia del estado la alegría, porque como dice la convocatoria que ya circula por las redes, “la alegría es un valor estratégico. Porque celebramos la vida. Y queremos hacerlo con un guaguancó, el ritmo irreverente que se originó en Cuba en torno a 1886, coincidiendo con la abolición de la esclavitud en la Isla”.
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