Irán limita inspecciones a sus plantas nucleares y aumenta tensión con EEUU
El régimen iraní se niega a ceder. EEUU exige respetar el acuerdo y las inspecciones ahora son cada vez más escasas. Un escenario que recrudeció desde la juramentación de Joe Biden
Cada vez se suman más tensiones en la disputa con Irán por el enriquecimiento de uranio. El tema viene cobrando fuerzas desde inicios de año, tras la juramentación de Joe Biden como presidente de EE. UU., momento que el régimen iraní aprovechó para aumentar la presión y pedir a Washington levantar las sanciones económicas restablecidas en 2018 por la administración Trump.
Ahora el régimen iraní descarta negociar. EE. UU. le exige que deje de enriquecer uranio y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ve cómo sus inspecciones son cada vez más limitadas. En el medio aparece la Unión Europea, insistiendo con una reunión para llegar a un acuerdo.
Hace unos días, Irán restringió el acceso a los inspectores del OIEA. La decisión enturbiaría aún más el seguimiento internacional al programa nuclear. El mismo régimen iraní ha anunciado que está enriqueciendo uranio a 20 % y amenaza con elevarlo a 60 %, ambos muy por encima del límite de 3,67 % establecido en el pacto nuclear firmado en 2015. Y cada vez más cerca del 80 % necesario para la fabricación de una bomba.
Ante este escenario, el OIEA, organismo nuclear de la ONU, se niega a convertirse en «moneda de cambio» en la negociación entre EE. UU. e Irán, a pesar de que la reunión no ha ocurrido.
«El trabajo de inspección del OIEA debe ser preservado. No deberíamos ser una moneda de cambio en la mesa (de negociaciones)», dijo Rafael Grossi, director general del organismo.
Grossi viajó recientemente a Teherán tratando de llegar a un acuerdo sobre las inspecciones. Por los momentos solo consiguió un convenio «interino y técnico» con Irán que mantiene las inspecciones, de forma más limitada, hasta por 90 días, indicó EFE.
Una bomba en manos de Hezbollah
«Lo que está en juego es bastante serio, tenemos una situación muy compleja ante nosotros», añadió Grossi. Pero su advertencia no es la única. Distintos informes de organizaciones internacionales han acusado al régimen iraní de estar relacionado con el grupo terrorista Hezbollah. Incluso Estados Unidos impuso sanciones a bancos de ese país por estar contribuyendo al terrorismo.
Esta alianzas, sumadas a la presencia de Hezbollah en América Latina, son las principales preocupaciones de los expertos. Una bomba nuclear en manos de Irán sería entonces un potencial peligro para este lado del mundo.
«Espero que el trabajo de la agencia se siga preservando. Esto no es un momento fácil, está claro», reconoció Grossi tras la apertura de una reunión de la Junta de Gobernadores del OIEA en Viena.
A la par, Alemania, el Reino Unido y Francia, formaron un grupo llamado E3. Previo a esa reunión hicieron circular una propuesta de resolución que critica la limitación de las inspecciones e insta a Irán a reanudar «inmediatamente» todo el acceso que el OIEA tenía hasta ahora.
«Tener inspecciones y transparencia no es un premio, ni una multa, es la esencia de nuestro trabajo. Sea cual sea el acuerdo que se alcance, no podrá ser posible sin un régimen robusto de inspecciones del OIEA», añadió el director general de este organismo.
La insistencia de la Unión Europea
Joe Biden llegó a la Casa Blanca revirtiendo varias órdenes del expresidente Donald Trump. El acuerdo nuclear es una de ellas. El nuevo mandatario quiere volver, pero afirma que Irán debe cumplir sus obligaciones.
Irán tampoco sede. El ministro de Exteriores de ese país, Said Jatibzadeh, afirma que «no es el momento propicio para celebrar la reunión no oficial». El portal El Diario reseñó que Jatibzadeh acusa a EE. UU. de «no cambiar» su comportamiento y de supuestamente continuar con «la política fallida de máxima presión de (Donald) Trump».
Para reafirmar su posición, desde Teherán rechazaron la propuesta del alto representante para la Política Exterior comunitario, Josep Borrell, de hacer un «encuentro informal» para intentar que Washington vuelva al acuerdo.
Peter Stano, el portavoz de Borrell, se apega a una línea paciente. Dijo que «la diplomacia necesita su tiempo» a pesar del peligro y de las tensiones que hay en torno a este tema.
El vocero dijo que la UE «toma nota» de la decisión del Gobierno iraní, de acuerdo con EFE y aseguró que continúan «los intensos esfuerzos diplomáticos» para lograr la completa aplicación del acuerdo nuclear.
«La República Islámica de Irán responderá a las acciones con acciones, y así como regresará a sus compromisos del JCPOA con la eliminación de las sanciones, también responderá de la misma manera a todas las medidas y comportamientos hostiles», es la advertencia del régimen de Teherán.
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