Enfermero cubano en estado crítico por huelga de hambre en Combinado del Este
La huelga de hambre de Pedro Ariel García Rodríguez, en protesta por su detención arbitraria, se prolongaría ya por aproximadamente un mes
LA HABANA, Cuba.- Desde la prisión habanera Combinado del Este nos llega la denuncia de que el enfermero Pedro Ariel García Rodríguez se encuentra ingresado en el hospital de esa institución como resultado de una huelga de hambre que, según varios presos, se prolongaría ya por aproximadamente un mes, en protesta por su detención arbitraria y los maltratos que ha sufrido en la cárcel.
García Rodríguez, de 36 años, habría iniciado la huelga de hambre porque fue polpeado y torturado (lo colgaron “en carretilla”, por manos y pies), y lo tuvieron 15 días en celda de castigo, contó a CubaNet Luis Robles, joven guantanamero preso por ejercer su derecho a la libertad de expresión, y declarado prisionero de conciencia por la ONG Prisoners Defenders por esa razón.
De acuerdo a Robles, Pedro Ariel fue encarcelado a principios de diciembre de 2020. Actualmente se encontraría en estado crítico.
Pedro Ariel García Rodríguez trabajaba como enfermero del Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología (INOR) de La Habana. Además, cursaba el 5º año de Licenciatura en Enfermería. De acuerdo con sus propias declaraciones, su jefe de sala y el vice director del INOR, Erasmo Gómez, lo citaron el 9 de mayo con la intención de obligarlo a sustituir sus publicaciones por otras en las que elogiara al gobierno y expresara su agradecimiento hacia la “revolución”, a lo que él se negó.
Según el recluso, los funcionarios llevaron a la cita un expediente sobre sus actividades en las redes sociales, particularmente en su perfil de Facebook, que les había sido provisto, según aseguraron, por agentes de la Seguridad del Estado.
García Rodríguez afirmó que el vice director Gómez le aclaró que de no retractarse no podría seguir trabajando en esa institución. Finalmente ese mismo mes lo obligaron a renunciar o de lo contrario “su proceder podía afectar también a su esposa”, trabajadora del mismo hospital.
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