Black Lives Matter: el movimiento hipócrita que apoya al régimen cubano
El movimiento marxista dice luchar contra la violencia policial y en defensa de las personas negras, pero este jueves fijó posición frente a la tragedia que vive Cuba, poniéndose del lado de la dictadura comunista
Black Lives Matter es un movimiento que dice luchar contra la violencia policial, pero este jueves se demostró que se trata de una consigna hipócrita influenciada por su ideología marxista, al expresar abiertamente su apoyo al régimen cubano, así como en el pasado ha mostrado su simpatía por Nicolás Maduro en Venezuela.
Mientras el pueblo cubano exige libertad en la isla, en medio de golpizas, arrestos y persecución por parte de las fuerzas leales al régimen castrista, Black Lives Matter prefiere criticar a EE. UU. y defender la «revolución» comunista.
«El pueblo de Cuba está siendo castigado por el gobierno de Estados Unidos porque el país ha mantenido su compromiso con la soberanía y la autodeterminación», dijo BLM en un comunicado divulgado en su cuenta de Instagram.
«Los líderes de Estados Unidos han intentado aplastar esta revolución durante décadas», se quejó el grupo radical de izquierda.
Black Lives Matter sostiene que el régimen comunista ha sido solidario con causas africanas, sin mencionar que de la mano del Che Guevara envió a morir a sus soldados negros en Angola.
Situación de los negros en Cuba empeoró con el comunismo de los Castro
«Ninguna charla puede superar una experiencia de vida. Soy cubano, activista de derechos humanos y he sufrido extrema pobreza, vigilancia, encarcelamiento, violaciones de derechos humanos, abuso policial, hambre, lo que sea. Vayamos en cualquier momento a cualquier lugar para hablar», explicó a PanAm Post Omar López Montenegro, director de Derechos Humanos de la Fundación Nacional Cubano Americana.
López Montenegro aseguró lo siguiente:
La situación de los negros ha empeorado desde que el régimen castrista asumió el poder. De hecho, durante la Republica, a pesar de los problemas raciales, debido a la existencia de una democracia, en Cuba hubo gobernadores electos de la raza negra, un presidente del Senado, Martín Morua Delgado, y también congresistas, como el propio líder sindical Jesús Menéndez, miembro del Partido Socialista Popular.
Cuando Cuba se convirtió en una dictadura comunista, al perderse el juego democrático, el avance paulatino de los cubanos de raza negra se frenó, al estar supeditado a una condición política, ser “revolucionario” (comunista). La única manera de subir en la escala política en Cuba es por designación del partido.
Black Lives Matter fue fundado por «marxistas entrenadas»
El movimiento Black Lives Matter no escucha el clamor de la población negra de Cuba. Al contrario, es cómplice de sus verdugos. Hace un llamado al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para que ponga fin al «embargo», alegando que es una violación a los derechos humanos. Resulta paradójico cómo referentes socialistas piden libre mercado.
Black Lives Matter pregona un «socialismo racializado», donde la redistribución de la riqueza exige impuestos para las personas blancas y sueldo mínimo garantizado por el Estado para la población negra.
Mientras la población cubana pide libertad, BLM exige dependencia estatal. Eso sí, enriqueciéndose con la solidaridad privada en el camino. Tanto que Patrice Cullors, una de las fundadoras de este movimiento, ya se compró una mansión.
Habría que agregar el hecho de que las familias de las víctimas fatales que BLM dice defender, denuncian haber recibido solo 500 dólares de compensación, mientras la organización recibió más de 90 millones de dólares en el último año.
Públicamente, dos de las tres fundadoras de Black Lives Matter se han declarado como «marxistas entrenadas». La tercera, Opal Tometi, condecoró a Nicolás Maduro en Harlem, Nueva York, y viajó personalmente a Venezuela, donde llamó «contrarrevolucionaria» a la oposición al régimen.
Ahora BLM culpa a EE. UU. por la situación en Cuba, acusando como «política cruel e inhumana» el «embargo», que fue «instituido con la intención explícita de desestabilizar el país y socavar el derecho de los cubanos a elegir su propio gobierno».
Al respecto, el senador Marco Rubio, hijo de padres cubanos, dijo:
El grupo extorsionista conocido como la organización Black Lives Matter se tomó hoy un descanso en su tarea de sacudir a las corporaciones, sacarles millones y comprarse mansiones para compartir su apoyo al régimen comunista.
La postura de extrema izquierda por parte de Black Lives Matter está presente en su discurso y también en su simbología. Rescataron el puño cerrado de las Panteras Negras, un grupo marxista separatista que aplicaba tácticas de guerrilla en la década de los años 60 y 70 en EE. UU. No es casual su apoyo hoy al régimen comunista, es fiel a sus ideales.
Frente a ello, el partido Vox de España advierte la importancia de no arrodillarse ante esta organización, como han hecho múltiples deportistas e incluso selecciones nacionales de fútbol.
Han sido los países que ya padecieron detrás del telón de hierro los que se han mantenido de pie, negándose a arrodillarse ante el socialismo en su forma actual: el progresismo impulsado por el globalismo al que sirve BLM.
La selección de Hungría optó por señalar el logo en su camiseta que decía «respect», indicando que basta con respetar a los demás, no adoptar ideologías.
Tampoco República Checa ni Polonia se arrodillaron. A través de internet explicaron que: «Los polacos sólo se arrodillan ante Dios o cuando proponen matrimonio a una mujer».
Polonia resistió al socialismo en su variante nacionalista, el nazismo, y en su variante internacionalista, el comunismo.
Hoy le dijo no al marxismo en su variante progresista, como es el caso de Black Lives Matter.
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