La izquierda separada y atomizada: típico de las elecciones argentinas
En el último día para cerrar las alianzas, todo parece indicar que habrá más opciones “socialistas y anticapitalistas” que de costumbre
Hoy miércoles se vence el plazo para la presentación de los frentes y las alianzas de cara a las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de septiembre. Una vez más, el socialismo duro de Argentina no logró ni el acuerdo de unidad para una lista, ni para una competencia interna para generar una boleta única para noviembre. En cuatro frentes distintos, la izquierda separada y atomizada se dirige a las elecciones con una nueva división de votos, que los perjudicará a ellos más que a nadie. El egocentrismo, los intereses personales, el egoísmo y el divismo están más presente en el espacio político que promueve los valores colectivos y antiindividualistas que en la derecha.
El MAS (Movimiento al Socialismo) fue fundado por Luis Zamora en 1982. Sin embargo, el exlegislador abandonó el espacio. Ahora el partido se llama “Nuevo MAS” y llevará de candidata en la provincia de Buenos Aires a Manuela Castañeira (postulante usual de este partido). Pero el padre del MAS original, que después creó AyL (Autodeterminación y Libertad), competirá contra su expartido, que en la Ciudad postula a Federico Winokur. Aunque de ambas fuerzas reconocieron diálogos, no hubo acuerdo e irán en frentes separados. Aunque Zamora suele tener un pequeño grupo de votantes que lo acompaña, el Nuevo MAS tiene serios problemas para alcanzar el piso de 1,5 % para pasar a las generales.
Pero el conflicto entre fundadores y nuevos dirigentes también apareció en el Partido Obrero. La agrupación más fuerte del Frente de Izquierda Unidad (FIT-Unidad), liderada por dirigentes jóvenes como Gabriel Solano y Nicolás del Caño, hace un tiempo rompió con el veterano dirigente del espacio Jorge Altamira. El histórico referente trotskista argumentó que, tras su derrota en la interna con del Caño, el partido lo “echó”. Pero desde la agrupación lo negaron, con el argumento de que Altamira y su espacio se manejaban con una autonomía que desconocía las decisiones y estrategias del partido, votadas en asamblea. ¿Resumen? El votante puede elegir por el FIT, pero también por Altamira que volvió a fundar el PO (ahora, “Política Obrera”, reeditando las iniciales de su viejo partido).
En las últimas elecciones, el “Frente de Izquierda” del Partido Obrero tuvo que ir a la justicia con el Movimiento al Socialismo, que quiso nombrar a su espacio “Izquierda al Frente”. Aunque tienen nombres diferentes los espacios en esta elección, la izquierda separada y atomizada parece priorizar la lucha de egos que las bancas que pueda obtener. Pero todos proponen un armonioso colectivismo general, en caso de acceder al poder, claro…
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