El dólar estadounidense: la moneda de cambio preferida de los cubanos
La hambruna que desde hace años causa estragos en nuestro país se ha agravado en los últimos meses, y las tiendas en MLC siguen desentonando en la cotidianidad del cubano
LA HABANA, Cuba.- En octubre de 2013 los medios anunciaron la unificación monetaria. Ya por entonces se hablaba de eliminar el CUC y mantener el peso cubano. Para los primeros meses del 2015, en las Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD) comenzó la venta opcional en moneda nacional con la misma tasa de las Casas de Cambio (CADECA): pagábamos 25 pesos por 1 CUC y recibíamos el vuelto a razón de 24 por 1. No obstante, la expoliativa medida no fue del todo mal acogida por la población, ya que muchos cubanos no reciben remesas y así se evitaban comprar los CUC en el mercado informal o la engorrosa gestión de adquirirlo en CADECA, donde no siempre había.
Ya a principios de 2017 las neveras y estantes de las TRD estaban generalmente vacíos, y la venta esporádica de algún producto esencial (aseo o alimentos) generaba colas multitudinarias. La escasez se reflejaba también en la bolsa negra, donde los precios crecían lenta pero inexorablemente.
Al comenzar 2019 las tiendas que vendían en CUC apenas tenían mercancías y muchas paulatinamente fueron cerradas, mientras esparcían rumores muy alejados de las verdaderas causas. Aunque ya el comentario de la reapertura de esas tiendas para vender solo mediante tarjetas bancarias en dólares se había diseminado, muchos no lo creían; tampoco el gobierno informaba sobre la nueva disposición.
Cuando el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, habló al respecto, aseguró que la medida perseguía tres objetivos fundamentales: brindar un nivel de oferta (aunque no para todos), captar divisas, buscando sustituir los ingresos que reportaban los rubros exportables del país y especialmente el turismo, y redistribuir esas divisas al resto de la economía.
Pero el tiempo se ha encargado de demostrar que los resultados de esa disposición que tanto descontento ha traído al pueblo no se vislumbran, y que el país sigue cuesta abajo, a tal extremo que hoy necesitamos de la limosna de naciones supuestamente más pobres para paliar la hambruna. Sin embargo, ante la nueva realidad, los cubanos, como en otras ocasiones, buscaron alternativas para tratar de sobrevivir de una u otra forma: muchos solicitaron sus tarjetas en moneda libremente convertible (MLC) para poder acceder a esas tiendas, comprar y vender.
El jueves 10 de junio de 2021, el gobierno cubano informó que el Banco Central de Cuba suspendería temporalmente los depósitos bancarios de dólares estadounidenses, supuestamente por las limitaciones que impone el bloqueo para colocar en bancos internacionales los billetes recaudados en el territorio nacional. Pero había algo que no cuadraba, y la opinión generalizada era: “¿Por qué entonces abrieron las tiendas en MLC?”. El plazo dispuesto para que las personas pudieran depositar sus dólares, hasta el 21 de junio, infundió muchos temores y dudas. La primera reacción de algunos fue acudir a los bancos para depositar los pocos dólares que tenían, ante la incertidumbre de no poder comprar más tarde en las tiendas en MLC, fundamentalmente alimentos, ya que cada vez son menos las ofertas en pesos cubanos. Otros, más cautelosos y desconfiados, decidieron esperar, a pesar de que en los primeros momentos el precio del dólar bajó bastante.
La opinión más generalizada era que esa medida no sería temporal, pues estaba encaminada a controlar la inflación y el tráfico de dólares entre la población. No obstante, la disposición no alarmó a la mayoría de los que reciben remesas en efectivo y acuden a vías alternativas para vender y comprar, porque el dólar es la moneda de cambio preferida por una gran cantidad de cubanos, e incluso mejor pagada en el mercado negro. Las personas que viajan, por ejemplo, han aprovechado para comprar dólares, porque saben que su precio subirá mucho más cuando reabran las fronteras. También otros, por diferentes razones, eligen recibir el pago en esa moneda.
No obstante, eso de dar un plazo para favorecer a la población que tenía dólares extrañó a los ciudadanos, pues no es el proceder habitual del gobierno. Por este motivo muchos recelaban: “Ellos no son tan buenos como para dejar que todo el que tenga dólares los deposite, si no les sirven”.
También como en otras ocasiones, los cubanos han buscado alternativas para burlar las disposiciones gubernamentales. Hay quien se dedica a comprar euros y otras monedas convertibles para depositarlas en la tarjeta en MLC desde Cuba; son personas que no reciben remesas del exterior y recurren a esa clase de alternativas. Otros venden sus dólares mediante transferencias de una tarjeta a otra a través de aplicaciones móviles, a razón de 70 ó 75 pesos cubanos por 1 dólar.
Algunos usan su tarjeta en MLC para comprar alimentos, productos de aseo, útiles para el hogar, que después revenden a cifras ascendentes, pues los precios del mercado informal dependen de cómo se cotice el dólar en la calle. Comentaba una vecina que esta semana pagó 2 400 pesos por un queso gouda. La misma revendedora le ofreció un paquete de pollo sellado, mientras le explicaba que pesaba 10 libras, a sesenta pesos, eran seiscientos pesos.
“Lo que no me explico es que digan que tienen las bóvedas llenas, pero cuando uno iba a sacar dinero nunca tenían, y que ahora sólo lo pagan a 24 pesos cubanos. Si tienen tantos dólares ¿por qué no me los devuelven? Todo es mentira. Me empujo las colas, compro y vendo para recuperar mi dinero y cubrir otros gastos. Así hay que vivir en este país, siempre jugando al ratón y el gato”, me dice un joven revendedor.
Durante las seis décadas de castrismo los cubanos hemos sufrido carencias de todo tipo: alimentos, productos de higiene, medicamentos y mucho más. Pero la hambruna que desde hace algunos años causa estragos en nuestro país se ha agravado en los últimos meses. Esto se debe, entre otras cosas, a dos medidas anti populares que además han agudizado la gran devaluación de nuestra moneda: la falsa unificación monetaria, implantada a partir del 1º de enero de 2021, y la apertura de las tiendas en MLC.
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