Cuba tras la muerte de Martí
¿Pudo prever Martí que Cuba terminaría completamente en ruinas tras la Guerra del 95?
LA HABANA, Cuba. – A partir del levantamiento del 24 de febrero de 1895, preparado por nuestro José Martí en Estados Unidos, hasta la intervención de este país en Cuba, hay mucho más que investigar y analizar.
Por ejemplo, las autoridades de la Madre Patria seguían muy de cerca los pasos del Apóstol. El jefe superior de la Inteligencia española era el mismo ministro plenipotenciario del país ibérico, mientras que el capitán general y gobernador de la Isla recibía en La Habana los mensajes cifrados, para entregar a los alcaldes y subordinados de la provincia oriental.
Era evidente que Martí sospechaba de ese espionaje. Cuando en enero de 1880 viajó desde el puerto francés Le Havre hasta Nueva York, tomó todas las precauciones: cambiaba de nombre, redactaba mensajes en la clave que él mismo había creado y se ocultaba durante días, discreto y desconfiado, mientras que los españoles le seguían los pasos.
Cuando Martí llegó a Santo Domingo para reunirse con Máximo Gómez, el 19 de enero de 1895, aún sufría por haber perdido el cargamento bélico reunido durante tres años gracias a los emigrados cubanos de Tampa, y que fue incautado por autoridades estadounidenses. Dicen que lloraba como un niño.
Más tarde, recuperada una gran parte de las armas, tomó la decisión más errónea de su vida y partió de inmediato, ansioso por participar en la guerra, vestido de saco y pantalón oscuro y armado de un revólver. Murió el 19 de mayo de 1895, de cara al sol, como había dicho en sus versos.
Ahora los cubanos tenían que vencer a un poderoso ejército, el más grande que se había lanzado en 400 años contra América, compuesto por 300 000 soldados españoles, ayudados por decenas de miles de guerrilleros cubanos, mientras que los mambises no pasaban de 20 000 hombres.
El 1ro de enero de 1899, las tropas de España al fin se marchaban de Cuba y los Estados Unidos asumían el mando de la Isla hasta que se restableciera un gobierno nacional.
¿Pudo prever Martí que Cuba terminaría completamente en ruinas: perdidos más de 300 000 habitantes por la guerra, consumido el 85 por ciento de las riquezas, en cenizas 1 000 de los 1 200 ingenios azucareros, muertas más de un millón de cabezas de ganado, sin café, sin tabaco, sin viandas y con los capitalistas europeos en estampida, espantados por el incierto futuro de la Isla?
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