Como Panama Papers (en español Papeles de Panamá)
designaron los medios de comunicación a
una filtración informativa de documentos confidenciales de
la desaparecida firma de abogados panameña Mossack Fonseca,
servicios consistentes en fundar y establecer compañías inscritas en un paraíso fiscal de
tal modo que «oculten la identidad de los propietarios”.
Así lo registra Wikipedia, la enciclopedia libre, agregando que los primeros
resultados de la investigación periodística fueron presentados
simultáneamente el 3 de abril de 2016 por 109 medios de comunicación (periódicos, canales de televisión y plataformas digitales) en 76 países.
De
igual modo reveló que el 9 de mayo de ese mismo año el ICIJ, siglas en inglés del
Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, publicó la base de datos completa, que
funciona bajo licencia Open Database License (ODbL, v1.0) y
sus contenidos fueron liberados bajo licencia Creative Commons
Atribución-CompartirIgual 3.0 Unported (CC
BY-SA3.0).
Un
día después de producirse la información que antecede, el diario El Impulso, de Barquisimeto, Estado
Lara, en el reportaje “¿Quiénes
son los venezolanos que aparecen en los «Papeles de Panamá»?”, citó a tres exfuncionarios del
gobierno del fallecido Hugo Chávez.
-El venezolano –indicó- que ocupó el
mayor cargo, entre los que figuran en el escándalo, es el capitán retirado,
Adrián José Velásquez Figueroa, de 36 años de edad, quien fue jefe del
Departamento de Seguridad del Palacio de Miraflores, durante un período de Hugo
Chávez.
(Para la fecha del reportaje estaba residenciado
en Punta Cana, República Dominicana, junto a su esposa, Claudia Patricia Díaz
Guillén, ex presidente de la Oficina Nacional del Tesoro de Venezuela y ex
oficial de la Armada. En octubre de 2021 ambos estaban detenidos en Madrid a la
espera de su extradición a Estados Unidos)
El
Impulso añadió:
-El segundo nombre de la lista es
Jesús Villanueva, ex director de Petróleos de Venezuela, S.A (Pdvsa), desde el
año 2005, hasta el 2008.
Villanueva inició en la compañía en
el año 2002, con el cargo de auditor general hasta el 2005 donde pasó a ser
director general, durante el gobierno de Chávez.
En 2006, recibió una
sentencia de la Bolsa y Valores de Estados Unidos, donde señalaba que
Villanueva, al ser vicepresidente del comité de auditoría y también experto
financiero del mismo, no era “independiente”.
Dejó la junta en 2008, cuando Chávez
reemplazó a seis directores, pero continuó como auditor.
En una nota confidencial de Pdvsa en
2009, Villanueva expuso un desfalco con una red de suministro de alimentos en
todo el país creada por Chávez y la empresa petrolera. Una auditoría reveló que
solo el 25% de los más de 2,2 millones de dólares que se pidieron para importar
alimentos a mediados de 2008 había llegado a Venezuela seis meses después del
pago.
Por último, está Víctor Cruz Weffer,
ex comandante de las Fuerzas Armadas venezolanas durante el año 2001, donde fue
despedido tras ser acusado de malversación por su anterior gestión de un fondo
de desarrollo social de 113 millones de dólares.
Luego de una investigación iniciada
en 2002 que le realizaron las autoridades venezolanas, en el 2007, fue acusado
de enriquecimiento ilícito y de no revelar intereses financieros.
También afirmaron los fiscales que
Weffer habría enviado cientos de miles de dólares a cuentas bancarias en el
extranjero, donde obtuvo acciones de la sociedad de Seychelles Univers
Investments., sin embargo quedó absuelto de cargos en 2011.
Sin embargo, La Tabla @latablablog
informó el 21 de marzo de 2018:
-El general Víctor Antonio Cruz
Weffer, de 66 años, y su esposa Krsmar Dioxana Velasquez Fariñas, de 36, fueron
capturados anoche en el Aeropuerto Internacional Simón Bolivar por delitos de
corrupción y legitimación de capitales informó el Fiscal General Tarek W. Saab.
En otro tuit explicó:
-Cruz Weffer fue
comandante del Ejército, jefe del Plan Bolívar
2000 y presidente de Fondur y sus compañías
offshore aparecen mencionadas en #PanamaPapers por lo que el MP solicitó
su aprehensión.
El
22 de abril de 2017 María Laura Chang reportó en Esfera Cultura la aparición del libro Panama Papers caso Venezuela: de cómo los enchufados sacaron ventajas
del control de cambio, publicado por Editorial Dahbar y el portal Armando.Info, producto de la
investigación llevada a efecto por 400
periodistas, entre ellos 14 venezolanos, que se hizo acreedor al prestigioso Premio
Pulitzer.
La
investigación acumuló millones de documentos y correos electrónicos de clientes
del bufete de abogados panameño, Mossack Fonseca, reconocido como una de las
principales firmas proveedoras de servicios de empresas offshore, que
se filtró por intermedio diario
alemán Sueddeutsche Zeitung, que
decidió compartir la data con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ,
por sus siglas en inglés) que a su vez replicó la información a medios en todo
el mundo para lograr abarcar la mayor cantidad de historias.
-El 3 de abril de 2016,
-explicó la periodista- 109 medios de
comunicación publicaron en simultáneo reportajes que revelaban cómo jefes de
Estado y de gobierno, líderes de la política mundial, personas políticamente
expuestas y personalidades de las finanzas, negocios, deportes y arte,
contrataron los servicios del bufete para el ocultar propiedades de empresas,
activos, ganancias y evasión de impuestos. Lo hacían a través de la creación de
compañías en los paraísos fiscales y Venezuela no fue ajena a este
escándalo. De 241 mil archivos que tenían la palabra Venezuela, el equipo
de investigación consiguió armar 23 historias en las que se evidencian
casos de corrupción y lavado de dinero.
(El capítulo
venezolano de Panama Papers fue coordinado
por Joseph Poliszuk. Los otros
periodistas de Venezuela que participaron en la investigación fueron:Ahiana Figueroa, Alfredo
Meza, César Batiz, Ewald Scharfenberg, Fabiola
Zerpa, Katherine Pennacchio, Laura Weffer, Lisseth
Boon, Roberto Deniz, Ronna Rísquez, Maolis Castro, Alicia
Hernández y Hugo Prieto)
El
5 de abril de 2016 Alfredo Meza, del diario El
País, España, reportó que en Papeles
de Panamá Venezuela aparece citada 241 mil veces, agregando que uno de los
señalados, Adrián José Velásquez Figueroa, quien fuera de seguridad del palacio
presidencial de Miraflores en Caracas en 2007, en tiempos del teniente coronel ®
Hugo Chávez abrió una cuenta en la República de Seychelles cuatro días después
de la victoria de Nicolás Maduro.
Tanto
él como su esposa, esposa Claudia Díaz Guillén, quien ocupara el cargo de
tesorera nacional de la República y enfermera del extinto dictador, se
encontraban detenidos en una cárcel española a la espera de ser extraditados a Estados Unidos por lavado de
dinero y otros delitos, en octubre de 2021.
Luego
de su baja del ejército como capitán con una pensión de 200 dólares, se
convirtió en empresario.
-Los
números –explicó el periodista- son elocuentes: la palabra “Venezuela” aparece
en un poco más de 241.000 documentos contenidos en la base de datos que el ICIJ
convirtió en la más grande filtración sobre empresas en paraísos fiscales jamás
registrada. De todas las historias quizá la de Velásquez Figueroa y su esposa
sea la más escandalosa por la cercanía con el líder bolivariano y por la
certeza de que jamás como asalariados podrían haber llegado a acumular una
fortuna.
La investigación, que
comenzó en junio de 2011 e incluye otra serie de historias de funcionarios
venezolanos, ha permitido comprobar que Velásquez Figueroa es un contratista
del Estado, que tiene cuentas bancarias en Suiza y en República Dominicana, que
hasta junio de 2015 tenía una residencia temporal en ese país y una propiedad
valorada entre 400.000 y 1,6 millones de dólares, y que todos esos bienes,
según declaró el propio excapitán del ejército… cuando el bufete panameño pidió
explicaciones, son haberes personales.
Meza
añadió:
-Los
documentos de Mossack Fonseca ofrecen ejemplos notables sobre lo que ocurrió en
Venezuela durante los últimos 15 años con el destino de los inmensos flujos de
ingresos petroleros que el Estado manejó en el marco de una política de
importaciones masivas y el mantenimiento de un subsidio a la tasa del dólar.
También se evidencian las estructuras corporativas a la medida que la compañía
panameña armó para algunos clientes venezolanos que querían o bien disipar su
presencia en empresas incorporadas con directores de la propia MF, o generar
deuda externa a través de transacciones con cascarones vacíos –con frecuencia,
empresas propias– que luego se podían presentar al organismo administrador en
la Venezuela del régimen de control cambiario.
Aunque
no es un delito registrar una empresa en un paraíso fiscal, los documentos
demuestran que bancos, firmas legales y otros actores offshore a
menudo no siguieron los requerimientos de ley para asegurarse de que sus
clientes no estén envueltos en actividades criminales, evasión de impuestos o
corrupción política. En algunas instancias, según muestran los archivos,
intermediarios offshore se protegieron a sí mismos y a sus
clientes ocultando transacciones sospechosas o alterando registros oficiales.
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