CFK señalada de estar en «la mayor maniobra de corrupción» conocida en Argentina
El fiscal Diego Luciani fue lapidario contra Cristina Fernández de Kirchner y los funcionarios que permitieron la corrupción en la obra pública entre 2003 y 2015.
A Cristina Kirchner, además de condenarla por corrupción y prohibirle ejercer cualquier cargo público de por vida, podrían quitarle sus bienes. El fiscal Diego Luciani pidió hasta el “decomiso” de todo lo que haya sido producto del desvío de fondos públicos, ya que no puede justificarse el derecho de propiedad privada de todo lo mal habido. Su colega, Sergio Mola, le puso cifra a la defraudación que benefició a Lázaro Báez y su empresa fantasma: 5.321.049.272 pesos. Se puede hacer el cálculo a cualquier tipo de cambio, en todos los resultados será una fortuna descomunal. Para Luciani es “un aproximado a 1000 millones de dólares a actualizar”.
CFK, al borde de su condena, está absolutamente rodeada. Para la fiscalía, ella, su fallecido esposo y Báez son responsables de “la mayor maniobra de corrupción que se haya conocido en el país”. Habría que buscar en el mundo algo semejante.
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En la lectura de los últimos alegatos de Luciani, el fiscal aseguró que la corrupción “fue la norma” entre 2003 y 2015, y que no encuentra “un solo atenuante” en favor de los acusados. Según la evidencia recolectada, “en la defraudación han intervenido al menos doce personas”. En su opinión, “no es creíble” que Cristina Kirchner no supiera lo que estaba pasando en la provincia de Santa Cruz, por lo que pedirá lo máximo contemplado en el Código Penal, por considerarla la jefa de la banda, conformada para ir tras los fondos públicos durante su gobierno.
Mientras tanto, los funcionarios que responden a la vicepresidente se limitan a amenazar desde las redes sociales. “Si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar”, manifiestan, desde un voluntarismo patotero prepotente que no puede hacer mención a ninguna de las acusaciones. Otros, resignados, llaman a una «pueblada» para «salvar» a la vicepresidente. La desesperación que tienen es total.
Argentina atraviesa un momento histórico, probablemente único desde el juicio a la Junta Militar a mediados de la década del ochenta. El kirchnerismo no pudo desarticular el Poder Judicial y está a punto de sufrir una condena que cambiará el panorama político nacional.
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