Charcutería tachirense ganó cinco medallas de oro en Alemania
- La Charcutería Alemanas obtuvo cinco medallas de oro y una de plata en la Feria Internacional de la Industria de la Carne y sus Procesos (IFFA) celebrada en mayo de este año en el país europeo
La Charcutería Alemanas, con gran tradición en San Cristóbal, estado Táchira, ganó seis medallas (cinco de oro y una de plata) en la Feria Internacional de la Industria de la Carne y sus Procesos (IFFA), que se celebra cada tres años en Frankfurt, Alemania. Se trata de la única marca latinoamericana en estar presente en dicha competencia.
Es la segunda oportunidad en que esta charcutería tachirense triunfa en la IFFA. Durante el año 2019 obtuvo cuatro medallas de oro gracias a la preparación de chorizo uruguayo, criollo andino, antioqueño y kabaronni; en esa oportunidad compitieron contra más de 1.000 personas provenientes de 40 países.
Esta edición 2022 se celebró en el Messe de Frankfurt, donde funciona la Cámara de Charcutería de Alemania que acoge a más de 40 mil empresas de ese país. Participaron compañías de todos los continentes a fin de mostrar sus productos, perfeccionar técnicas y adecuarse a los estándares de producción exigidos en el ramo.
La feria tiene una duración de cinco días. Las cuatro primeras jornadas se destinan a cada categoría específica: productos curados, jamones, salchichas y catering; el quinto día es únicamente para premiaciones y entrega de certificados.
“Fui con mucha incertidumbre”
Paul Wanner, director técnico de Charcutería Alemanas, explicó que los productos que postularon para participar en la IFFA no pudieron llevarlos desde Venezuela por ciertos aspectos de rigurosidad y norma que establece la competición, por ende, los prepararon en territorio alemán.
“Nosotros aquí en Venezuela tenemos prácticamente un veto a la exportación de carne por el tema de la fiebre aftosa (una enfermedad viral contagiosa), entonces nos tocó hacer todo allá”, dijo Paul para El Diario.
Si bien ya sabía de esa medida desde la edición anterior en la que participaron, este año la incertidumbre era mayor porque el escenario cambió.
En 2019 preparó los productos en una pequeña charcutería donde laboró en Alemania, pero esta cerró. En ese entonces el mecanismo consistía en documentar constantemente el proceso de elaboración y enviar el material para que quedara evidencia de lo fabricado.
Este año todos los participantes produjeron sus productos en la Escuela Charcutera de Augsburgo, fundada en 1920, y la primera especializada en el área, donde egresan personas tituladas como maestros charcuteros, sommelier de carne, técnicos de embutidos, entre otras carreras afines.
“Estaba con la incertidumbre de lo que se podía lograr y fue una gran alegría el resultado final, nos sentimos muy emocionados por eso”, admitió Paul.
Postulación para la IFFA
Las empresas interesadas en participar en la IFFA tienen que cumplir con una serie de trámites que exige la competencia para permitirles exhibir sus productos y que éstos sean evaluados por el jurado calificador. El primer paso es inscribirse en la Cámara Alemana de Charcuteros.
“La empresa que organiza el evento da las directrices, se debe enviar el perfil de la marca participante y la ficha técnica de los productos con los estándares de fabricación que tienen en Alemania, que son bastante estrictos por ser un producto icónico para ellos”, señaló.
Una vez inscritos y elaborados los productos postulados en las distintas categorías, estos se empacan al vacío y se identifican únicamente con un código (sin nombre) a través del cual los 45 miembros del jurado -conformado por maestros charcuteros- proceden a evaluar.
Tras ese arduo y minucioso proceso, Charcutería Alemanas resultó merecedora de cuatro medallas de oro en “Chorizos y Salchichas”, una medalla de oro en la categoría de “Patés”, y una de plata en “Morcillas”.
“En chorizos y paté ganamos porque son los más rápidos de preparar. No teníamos mucho tiempo y no pudimos elaborar los curados que requieren tiempo de maduración, al igual que los jamones”, acotó Wanner.
Todo inició con Jakob Wanner
El origen de Charcutería Alemanas se remonta a 1950, cuando el maestro charcutero Jakob Wanner llegó a Venezuela procedente de Alemania para trabajar en la empresa de embutidos Shaffer, ubicada en la ciudad de Caracas. Allí laboró durante tres años.
“Mi padre fue solicitado por el dueño de esa empresa. Para entonces los alemanes eran una colonia muy pequeña aquí y hacían excursiones frecuentes dentro del país y fuera de él”, contó Paul.
Fue justamente en uno de esos viajes cuando Jakob conoció San Cristóbal, estado Táchira, y quedó encantado con las montañas y clima que le recordaban a su tierra natal, así que decidió –en 1953- asentarse en los andes venezolanos y un año más tarde emprender con su propia fábrica charcutera. Allí nació Charcutería Alemanas.
Fue justamente en uno de esos viajes cuando Jakob conoció San Cristóbal, estado Táchira, y quedó encantado con las montañas y clima que le recordaban a su tierra natal, así que decidió –en 1953- asentarse en los andes venezolanos y un año más tarde emprender con su propia fábrica charcutera. Allí nació Charcutería Alemanas.
Poco a poco Jakob fue posicionando sus productos entre los tachirenses y gracias al éxito obtenido, logró construir una fábrica más amplia y cómoda, fundada en 1961, para responder a la creciente demanda.
Ahora, más de 60 años después sus hijos continuaron su legado charcutero, manteniendo los estándares de calidad de sus productos, a tal punto de triunfar en escenarios internacionales ligados con el ramo.
“Actualmente somos 18 trabajadores en la charcutería y si bien la fábrica es una sola, tenemos varios puntos de venta en la ciudad de San Cristóbal”, enfatizó Paul.
Planes a futuro
El principal objetivo de Charcutería Alemanas radica en mantener la calidad y en un futuro próximo tener presencia en toda Venezuela, pues de momento sus productos (que son 54 en total) solo están disponibles en la capital del estado Táchira.
Paul asegura que aunque ya han hecho las gestiones necesarias y han solicitado la permisología requerida para expandir su mercado, el proceso es lento. Aun así, tienen esperanzas de consolidar el proyecto antes de finalizar el año 2022.
Igualmente anhelan participar en otros concursos destinados a medir la calidad de fabricación de productos charcuteros en Alemania y en la siguiente edición de los IFFA, para seguir posicionando la marca a nivel mundial.
“Aún no hemos tenido el honor de concursar en otras ferias pero vamos a ver si en octubre -que hay otros eventos- tenemos chance de representar a Venezuela”, adelantó.
Desean seguir apostando a Venezuela y rendir honores al trabajo y empeño que –durante años- su padre puso en la empresa que creó en suelo tachirense. Tiene, junto a su familia, la esperanza puesta en que pronto las condiciones mejorarán en el país y por eso deciden apostar a su trabajo en estas tierras.
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