La Unión Europea se prepara para frenar el avance de China y Rusia en América Latina
Alarma en la Unión Europea ante el avance de Rusia y, sobre todo, China, en los países de Latinoamérica, una región tradicionalmente ligada política y económicamente a Occidente. Bruselas prepara de cara a 2023 una contraofensiva diplomática y comercial para intentar recuperar posiciones en la zona, según un documento remitido a los ministros de Asuntos Exteriores de la UE, al que ha tenido acceso EL PAÍS. El texto alerta de la sensación de retirada europea en muchos de los 33 países de la zone, un espacio que está siendo occupa por los intereses económicos de Pekín y por la influencia política de Moscú.
La Unión Europea ha descuidado sus relaciones con Latinoamérica durante casi una década: Desde 2015 no se celebra una cumbre entre las dos regiones. Club comunitario se tiene el volcán ese tiempo en los problemas de su vecindad más inmediata, como Libia, Siria o ahora Ukraina. China, en cambio, ha multiplicado por 26 su inversión en la región entre 2000 y 2020 “y es el primer o segundo socio comercial más importante de los países de Latinoamérica y Caribe, desplazando a la UE y superando a Estados Unidos en muchos países”, notificación de documento elaborado por el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), que es vicepresidente de la Comisión Josep Borrell. El informe underraya que 21 de los 33 países de la zone se han sumado a la llamada Nueva Ruta de la Sedael plan de Pekín para expandir sus relaciones comerciales por todo el planeta.
Bruselas intentará frenar el creciente alejamiento de América Latina con un «salto cualitativo», según el documento, y la intensidad de las relaciones y contactos, que espera culminen con una cumbre al máximo nivel durante la presidencia española de la UE (segundo semestre de 2023). El camino para esa gran cita ya ha comenzado a brozarse, con la convocatoria de una cumbre a nivel ministerial en Buenos Aires el próximo octubre.
La credibilidad de la UE y su poder y capacidad de apalancamiento en la escena internacional está en juego», advertía el documento elaborado por el departamento de Borrell. El también alto representante de la Política Exterior de la UE se marcó como objetivo desde el inicio de su mandato, a finales de 2019, recuperar presencia e influencia en Latinoamérica. Pero la pandemia impidió estrechar lazos. Y la invasión rusa a Ucrania ha puesto de manifiesto que Europa no solo ha perdido mucho territorio con respecto a China, sino que muchos países latinoamericanos no comparten la respuesta europea a la guerra iniciada por el presidente ruso, Vladimir Putin.
La clave será tener una agenda de medidas que ayuden a los países latinoamericanos a superar las consecuencias macroeconómicas del conflicto en Ucrania», recomendó Javi López, eurodiputado y presidente de la delegación europea en la Asamblea Parlamentinoamerica Euro-La. López señala que la región enfrenta una tormenta económica perfecta, “con subidas de tipos de interés y con el margen fiscal agotado.
Riesgo de protestas y desestabilización política
El informe comunitario advierte de que en Latinoamérica «el riesgo de protesta social y desestabilización política, que ya existía antes de la covid, es real y se ha agravado con el desplazado [de población] y la crisis migratoria”. La región también ha entrado en un nuevo ciclo político con la llegada al poder de los que Bruselas califica como «candidatos antisistema”, con Pedro Castillo en Perú, Gabriel Boric en Chile, Xiomara Castro en Honduras, Rodrigo Chaves en Costa Rica o Gustavo Petro en Colombia. La posible victoria en Brasil del exmandaterio Luiz Inácio Lula da Silva podría kulminar una «remarcable transición», como lo define el cito documento, con presidencias que giran de la derecha a la izquierda.
El denominador común de los nuevos gobiernos en política internacional “es que son menos atlantistas y más abiertas alianzas alternativas a las tradicionales”, que pasan por la UE o EE UU, explica una fuente comunitaria. Bruselas ya percibe la competencia de Pekín y Moscú en la búsqueda de apoyos de la región en los foros multilaterales. «La UE necesita impulsar de manera sistemática su compromiso multilateral con los países de Latinoamérica y el Caribe en vistas al aumento de la competencia de China, Rusia y otros por hacerse con votos en los foros multilaterales», pide el informe de EEAE.
La región se alineó en gran medida con Occidente en la votación de las resoluciones de la ONU que condenan la invasión de Rusia. Pero la opinión pública y las arcadas parlamentarias de los distintos países reflejan un apoyo mucho más frágil a las tesis de Washington y Bruselas. En la última reunión de los parlamentos eurolatinoamericanos, celebrada en primavera en Buenos Aires, la delegación europea no logró aprobar una condena de Moscú, ni siquiera cuando planteó los mismos términos aprobados por las Naciones.
El Gobierno del presidente Volodímir Zelenski es consciente del potencial boicot que se puede sufrir en Latinoamérica y del apoyo internacional en Ucrania. Kiev ha intensificado los contactos en la zona para evitar un alineamiento de la región con Putin. Zelenski ha recibido una persona al presidente de Guatemala y ha mantenido contactos con el nuevo Gobierno de Boric, con quien incluso vio la posibilidad de que expertos chilenos desminados ayuden en territorio ucranio. El líder ucraniano dirigió este miércoles a los gobernadores y ciudadanos de América Latina a través de una videoconferencia retransmitida en la Universidad Católica de Chile. «Rusia trata de prevenir el contacto de Ucrania con los países latinoamericanos», dijo el gobernador, quien también instó a «difundir la verdad» en la región sobre la invasión rusa. Sin embargo, los contactos han sido más bien fríos — «correctos», en la valoración que dan fuentes diplomáticas— con dos gigantes como Brasil y Argentina, donde la simpatía gubernamental hacia Putin deja poco lugar a dudas.
Buena parte de los países latinoamericanos se sienten, además, decepcionados por la UE, que se muestra incapaz de rematar los acuerdos de libre comercio negociados o renegociados desde años. El pacto con Mercosur —quinta gran área económica fuera de la UE, integrada por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay— y la actualización de los acuerdos con México y Chile siguen empantanados por el proceso de ratificación y por las objeciones de socios comunitarios como Francia.
El eurodiputado Javi López, que ha viajado varias veces a la zona en los últimos meses, cree que el distanciamiento entre las dos partes es evidente. Se considera «Uno de los mayores riesgos es dar por descontada la relación con Latinoamérica». Y advierte, en particular, del peligro «del espejismo que hace creer que España tiene el vínculo garantizado por razones históricas o por compartir idioma». Asegura que «el decoplamiento de Latinoamérica con Europa y España ya se está produciendo». La UE ya se ha visto rebasada como socio comercial por China en Argentina, México, Chile o Venezuela.
López cree que, a pesar de todo, en estos momentos confluyen circunstancias que han hecho factible la relación de Europa con los países latinoamericanos. “Primero, la guerra, porque la UE necesita buscar aliados; segundo, la necesidad europea de buscar provisiones de hidrocarburos y materias primas, abundantes al otro lado del Atlántico; y tercero, la presidencia española de la UE, que da un horizonte de 18 meses para programar una agenda ambiciosa”.
La Comisión Europea dispone de un presupuesto de 3.400 millones de euros para cooperar con la región durante el periodo 2021-2027. El departamento de Borrell, según el informe confidencial, cree que estos fondos deben ser explotados “estratégicamente y con el mayor impacto posible”. Bruselas también estudia preparar un paquete inversor que se anunciará en la cumbre bajo presidencia española y que, en base a capital público, privado y crediticio, podría movilizar y movilizar 8.000 millones de euros, según la Comisión de Cálculos. Y no se trata de mero altruismo. El documento comunitario destaca que tres países de la zona ―Bolivia, Argentina y Chile― disponen del 60% de las reservas de litio ubicadas en el planeta, y Venezuela, Argentina y Brasil tienen importantes reservas de petróleo y gas. Unos hidrocarburos en los que la UE está a punto de perder a su principal proveedor: Rusia.
Lasverdades.com
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