Ya asumió Gustavo Petro, ¿y ahora?
La llegada de Gustavo Petro al poder ha estado rodeada de temores y expectativas. En sus primeros días anunció el gabinete, el reinicio de los diálogos con el ELN en Cuba, el restablecimiento de las relaciones con Venezuela y radicó la reforma tributaria.
Gustavo Petro arrancó su gobierno con una serie de decisiones que van desde la presentación de la reforma tributaria, la reanudación de las relaciones entre Colombia y Venezuela y el anuncio de una posible mesa de diálogo con la guerrilla del ELN hasta el nombramiento de los miembros de su gabinete, algunos de los cuales ya se conocían desde antes del 7 de agosto.
El mundo sigue de cerca a Colombia, luego de la elección de Petro, exguerrillero que logró llevar al poder a la izquierda colombiana en una elección de primeras veces, protagonizada por la polarización. Asume la presidencia en un ambiente de esperanzas y altas expectativas de cambio. Al mismo tiempo de temores y resistencias de un sector de Colombia (más de diez millones y medio de personas votaron en segunda vuelta por su contendor Rodolfo Hernández) y del empresariado.
Colombia Risk Analysis publicó el texto «Qué esperar de los primeros 100 días del Gobierno de Gustavo Petro», en el que analizó la relación de los próximos meses del gobernante con la economía y la viabilidad de las reformas que planteó en campaña (tributaria, pensional, de la salud, transición energética). En el informe se resaltan las altas expectativas que ha generado Petro, tanto internacionales como nacionales.
El gabinete, el arranque
Como un intento por dar tranquilidad, uno de sus primeros nombramientos fue el del ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo. Venía de la campaña de Sergio Fajardo y tiene una amplia trayectoria en lo público y en la academia.
El 7 de agosto pasado, día de la posesión presidencial, Petro anunció la totalidad de los ministros. Como asegura Nicolás Díaz-Cruz, director ejecutivo de Extituto, se trata de un gabinete paritario con alta formación académica y diálogo con sectores y movimientos sociales y políticos en carteras estratégicas, sobre todo, en medio ambiente. En Comercio y Transporte puso cuotas de los partidos tradicionales. Y la nombrada ministra de las TIC fue cuestionada por un conflicto de intereses, por lo que no se congeló la posesión.
En general, fue un gabinete bien recibido, que logró reafirmar el consenso que llamó el gran acuerdo nacional. Con éi logró las mayorías en Cámara y Senado. El posesionado canciller Álvaro Leyva afianzó la idea de que el cumplimiento de los acuerdos de paz y la búsqueda de negociaciones del ELN y de otros grupos armados es uno de los principales planes del gobierno Petro, como resaltó en su discurso del 7 de agosto.
Es que, como indicó Colombia Risk Analysis en su informe: «Como hilo conductor entre los objetivos de Petro estarán aumentar la productividad de la economía, hacer la transición hacia la sostenibilidad y la diversidad y promover la paz. Petro debe moderar su discurso en tres categorías si espera lograr algún cambio histórico en Colombia. Su estilo de gobierno, la composición de su gabinete y su relación con el Congreso serán influyentes, a veces incluso determinarán cuán expansivas y realistas pueden ser sus ambiciones. Por su parte, el sector privado también influirá en estas reformas a través de canales políticos o las cortes».
¿Todo tranquilo?
Por eso, la importancia de la elección de este gabinete, que dio tranquilidad al empresariado y a otros sectores. Con excepciones como el nombramiento de la exsenadora del Polo Democrático, Gloria Inés Ramírez, como ministra de Trabajo. Ramírez ha sido presidenta de la Federación Colombiana de Educadores (Fecode) e integrante del comité ejecutivo de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT). En sus primeras intervenciones, Ramírez ha generado polémicas en temas como las horas extras y los contratos de trabajo.
Otra de estas figuras que genera resquemores, especialmente al sector extractivo, es el de la ministra de Minas, Irene Vélez, del movimiento Soy Porque Somos de la vicepresidenta Francia Márquez. En el análisis «Con Irene Vélez, Petro refuerza su apuesta de cambio en el sector extractivo», de La Silla Vacía, se indica que «con esta movida sienta a una aliada de Francia Márquez en el gabinete y manda la señal de que su propuesta de desincentivar el petróleo y la minería va en serio.
Al encargar de la cartera a una académica y activista ambiental vocera de las comunidades, algunos jugadores del sector temen que decisiones urgentes para el abastecimiento energético del país se tomen sin suficiente respaldo de datos, y que se pierda una tensión necesaria entre la cartera energética y la ambiental». Otro de los temores es la falta de experticia de la ministra —graduada en filosofía— en este tema.
Las reformas
Las reformas que planteó Petro durante su campaña, centradas en los sistemas pensionales y de salud, pero también en su propuesta de cambio de modelo económico. Con el panorama económico mundial y los ambiciosos planes del presidente electo, es posible que las altas expectativas de cambio no satisfagan a sus electores, especialmente a los más radicales.
Pero también, como evidencia el cuadro, algunas de estas reformas podrían sufrir cambios en el Congreso, pese a que logró las mayorías tanto en Cámara como en Senado.
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