Hasta un exministro kirchnerista refuta la tesis de la «jefa» sobre el atentado
Julio De Vido, que también está procesado en el juicio de Vialidad, descartó la versión del oficialismo del atentado de "odio" de sectores "antikirchneristas".
Julio De Vido es un problema para Cristina Fernández de Kirchner. El exministro de Planificación Federal, área donde se produjeron las defraudaciones vinculadas a Lázaro Báez de la causa “Vialidad”, era hombre de Néstor Kirchner. Luego de su muerte, CFK heredó un entramado del que no pudo ni quiso desmarcarse. De Vido ya fue condenado por hechos de corrupción y está enojado: siente que su espacio político no lo protegió. Entonces, habla e incomoda a la vicepresidente. Ahora, vinculó el supuesto ataque recibido a una operación de los servicios de inteligencia del mismo Estado argentino.
Esta idea contradice la tesis oficial, que asegura que “la banda de los copitos” es el resultado de una confabulación política, de corte antikirchnerista, producto del “discurso de odio” que supuestamente emana el Poder Judicial, los periodistas independientes y la oposición. Para De Vido, como para la mayoría de los argentinos, esto es una estupidez. Pero el exministro sí tiene una teoría de lo que pudo haber estado detrás del confuso episodio. Para el kirchnerismo, las declaraciones del exfuncionario condenado son un dolor de cabeza.
“No podemos desconocer bajo ningún aspecto que los servicios de inteligencia están atrás”, señaló hoy el exfuncionario condenado por corrupción. “Cuando vos ves gente que aparenta ser lumpen suburbano, defendidos por abogados que tienen una clara vinculación con los servicios de inteligencia…”, sugirió De Vido, a contramano de la idea que busca imponer el Frente de Todos.
Con respecto a la causa “Vialidad”, donde también seguramente será condenado, el exministro de Planificación Federal sigue la estrategia de la vicepresidente, Cristina Kirchner. Es decir, reconocer las irregularidades evidentes, que ni pueden negar los abogados defensores de CFK, pero responsabilizando a eslabones inferiores en la cadena de mando. En ese sentido, el exsecretario de Obras Públicas, José López, detenido luego de intentar esconder varios millones de dólares en un convento a medianoche en la provincia de Buenos Aires, es el eterno apuntado:
“Todos nosotros hemos tenido aciertos y errores en nuestra gestión, colegas que a lo mejor no estuvieron a la altura de las circunstancias y todas esas cosas pueden ser juzgadas, pero con el criterio que prevé la Constitución Nacional y siendo más prolijos, teniendo gente más talentosa”, señaló De Vido.
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