La eliminación de las PASO y la posición del liberalismo
El kirchnerismo plantea terminar con el mecanismo de primarias obligatorias que instauró en su beneficio en el pasado, porque teme una derrota aplastante. A Juntos por el Cambio no le conviene ¿Qué deberían votar los diputados liberales?
El sistema de Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias fue ideado por el kirchnerismo en su apogeo, hace más de una década. Sin internas para resolver en el peronismo, en la cumbre de la hegemonía que supieron tener al inicio del primer proceso político, estatizaron la competencia interna de los partidos y los frentes. Con el clásico discurso de la “democratización”, generaban una instancia previa al día de los comicios reales que solamente les servía a los intereses del oficialismo. Hoy, las necesidades son otras y plantean la eliminación de las PASO, por miedo a una paliza irremediable en 2023.
Lo insólito es que lo harán con un argumento “liberal”: el costo de unas primarias que podrían los frentes y los partidos tenerlas de forma privada, si ellos desean. El argumento es más que válido, pero no se puede dejar de decir que mienten descaradamente. El ordenamiento fiscal no les importó ni les importará nunca. Lo único que están haciendo es encontrar una argumentación lógica, pero para evitar una dura derrota en las urnas. El despilfarro general sigue en todos los ámbitos del gobierno nacional, los provinciales y las instancias municipales.
Esta votación será incómoda para los diputados liberales que, a grandes rasgos, han votado siempre acorde a los principios que dijeron representar durante la campaña. Si llega el debate sobre la eliminación de las PASO al Congreso, Javier Milei, José Luis Espert y Ricardo López Murphy estarán en una situación que, como liberal, agradezco no tener que atravesar. Seguramente, la posición que adopten, deberán fundamentarla con detalles, pero, inevitablemente, serán víctimas de acusaciones diversas injustamente. Es por eso que vale la pena dar algo de luz sobre qué significan las PASO, cuál sería la posición liberal ante las mismas y generar un debate honesto intelectualmente.
Lo primero que hay que decir es que las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, si tenemos en cuenta el escenario anterior, fueron una novedad antiliberal por varias razones. Primero, significó un avance del Estado sobre los partidos y sus incentivos. Segundo, porque le hizo pagar al contribuyente una encuesta forzosa y cara. Tercero, porque eliminó la competencia de los espacios minoritarios. No solo por el piso de 1,5% para pasar a la instancia electoral real, sino por la cuestión del voto útil que se genera luego de las PASO, que beneficia a las dos fuerzas mayoritarias por la polarización, donde siempre está el peronismo.
Antes de la implementación de las PASO, los partidos políticos y los frentes que querían terminar con sus internas democráticamente lo hacían con sus propias reglas, en una instancia privada, que lógicamente pagaban de su bolsillo. La historia de Argentina tiene notables ejercicios democráticos en este sentido. Solamente para mencionar algunos ejemplos, podemos recordar las internas partidarias de la Ucedé en la década del ochenta con votación uninominal (donde en una oportunidad Carlos Maslatón logró hacer una excelente elección ante el oficialismo de Alsogaray) o las primarias peronistas entre Carlos Menem y Antonio Cafiero, con un gobernador “pobre” de La Rioja que doblegó al “rico” de Buenos Aires recorriendo todas las unidades básicas peronistas del país. Pero también los frentes han podido resolver sus internas de forma particular. La Alianza, a pesar del fracaso de gobierno, pudo como coalición dirimir sus candidaturas perfectamente entre la Unión Cívica Radical y el FREPASO.
La llegada de las PASO eliminó la competencia interna y privada y le cargó los costos de una instancia electoral, que siembre beneficiaba al oficialismo, a los contribuyentes todos. Eliminarlas, desde lo teórico conceptual, sería la posición liberal por excelencia. No hay ninguna duda al respecto. Ahora, la coyuntura política es más complicada.
El Frente de Todos, que saldrá a esgrimir los lógicos argumentos para su derogación, como dijimos, lo único que quiere es evitar una instancia que deje en evidencia el desastre que atraviesa el peronismo. Además, la principal coalición opositora, utilizará las primarias abiertas para dirimir sus internas, ya que tienen varios candidatos que se plantean suceder a Alberto Fernández. Votar con el kirchnerismo para eliminar las PASO sería someterse a la picadora de carne que utilizará Juntos por el Cambio para argumentar que los liberales finalmente le harán el juego al oficialismo. Salir a convencer a la opinión pública con argumentos más complejos podría ser complicado para un momento electoral, con una fuerte polarización entre “kirchnerismo” y “antikirchnerismo”.
De contar con una banca en el parlamento, teniendo en cuenta los principios claros del liberalismo, probablemente lo que yo intentaría hacer (cuando los medios consulten sobre la posición a tomar) es lo siguiente: presentar un dictamen en minoría, alternativo, planteando la eliminación de las PASO, pero desde las elecciones de medio término de 2025. De poner esa posibilidad arriba de la mesa en el debate público, los que tendrían que dar explicaciones si pretenden negar son los legisladores del kirchnerismo y de Juntos por el Cambio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario