«Todes» en el Senado, «¿así da el PP la batalla cultural?»
El Grupo Parlamentario de Vox en el Congreso acusa a los populares de «comprar el lenguaje de la izquierda» y de «aceptar todas y cada una de las imposiciones de los progres»
El «lenguaje inclusivo» ha sido hasta ahora una marca de la izquierda progresista. Es un instrumento para el cambio social. En el siglo XX los marxistas pregonaban el surgimiento del «hombre nuevo». Ahora en el siglo XXI ese hombre nuevo puede elegir ser mujer o no ser ninguno de los dos sexos. La ingeniería social del «socialismo científico» dio un paso más allá. Tras decir todes en el Senado, un legislador del PP dejó en claro que la batalla cultural pasó líneas partidistas.
Alberto Fabra, expresidente de la Generalidad Valenciana desde 2011 a 2015, senador del Partido Popular, dio el salto. Fabra pidió «encontrar fórmulas que de forma conjunta puedan llegar a los españoles». «En ese sentido, todos, todas y todes, por no dejarme nadie al margen, estarán agradecidos de ese esfuerzo tanto al Gobierno como al Partido Popular», agregó.
«Si no los puedes vencer, úneteles», dice la máxima. Así, en un intento de animar al Gobierno socialista a pactar con el PP le habló en su idioma. Sucedió durante la Comisión Mixta de las Cortes para la Coordinación y Seguimiento de la Estrategia Española para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Desde las redes sociales la población reaccionó con ferocidad. Usuarios molestos denunciaron que el supuesto principal partido de la oposición «se rinda cuando la batalla está ganada». Los acusan de ser «más de lo mismo» y de haberle «comprado toda la porquería a [la ministra de Igualdad] Irene Montero». Lo dicen en alusión a la referente de Podemos, pareja de Pablo Iglesias.
Sin duda, una de las voces más enérgicas fue la diputada de Vox, Carla Toscano. Cuestionó un elemento crucial, la batalla cultural. Como miembro de la comisión de igualdad, la parlamentaria denuncia que el debate político comienza en la cultura. Para ello la lengua es crucial.
«La izquierda, el feminismo y la agenda globalista pretenden que pensemos lo que ellos quieren»
La diputada de Vox detalló en entrevista con PanAm Post que «La izquierda, el feminismo y la agenda globalista pretenden que pensemos lo que ellos quieren. Para eso elaboran leyes totalitarias, no admiten la disidencia, acusan de incitación al odio a todo aquel que les contradiga para demonizarle y criminalizarle, hacen campañas de propaganda y utilizan el lenguaje como arma».
Agregó que «de esta forma, han inventado un pseudo lenguaje “progre” del que no puedes escapar porque si no lo utilizas te estás situando fuera de su agenda, de su ideología y pasarás a ser considerado como sujeto peligroso y violador de derechos fundamentales (derechos fundamentales que ellos han inventado). Por eso, dar la batalla del lenguaje, aunque parezca anecdótico, no lo es. Es importante porque es una trinchera más de su guerra contra el bien y contra la familia y la naturaleza humana. No quieren que pensemos. Nos quieren sumisos, y utilizar su lenguaje es otra forma de sumisión».
La «derechita cobarde» funcional a la izquierda
Las declaraciones previas de Toscano siguen vigentes, pero ya no aplica meramente a la izquierda ni a las feministas, se extendió a lo que el presidente de Vox, Santiago Abascal, denomina la «derechita cobarde».
Ahora el Grupo Parlamentario de Vox en el Congreso acusa a los populares de «comprar el lenguaje de la izquierda» y de «aceptar todas y cada una de las imposiciones de los progres».
Y no se limita a la cuestión del lenguaje. Decir «todes» en el Senado fue la punta del iceberg del PP respecto a sus concesiones en la batalla cultural. Por ejemplo, la coalición del Partido Popular y Ciudadanos heredó el II Transversal de Género 2019-2022 de la alcaldía previa del Partido Socialista con la asistencia técnica de Podemos en el ayuntamiento de Córdoba, España. Desde el poder, tenían la oportunidad de cambiarlo y favorecer la igualdad ante la ley. Incluso podían promover una sociedad guiada por los valores familiares. Pero no, la coalición PP-Cs mantuvo el sesgo feminista asesorado por Carmen Castro vinculada a Podemos.
De manera que ni desde la oposición ni en el poder el PP ha mostrado compromiso para enfrentar la agenda ideológica del PSOE y Podemos. Al contrario, incluso adoptó su lenguaje. Cabe destacar que dentro de los Populares hay voces disidentes que cuestionan estas concesiones. Resta que sus asesores midan el impacto negativo entre sus votantes y reaccionen.
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