Heces, cartas ensangretadas y paquetes explosivos: guerra contra Ucrania llegó a sus embajadas
Para el canciller ucraniano Dmytro Kuleba, estos atentados resultan “en vano". A su vez, prometen que continuarán trabajando de manera efectiva por “la victoria de Ucrania". Le habla —a pesar de no mencionarlo— al presidente ruso, Vladímir Putin, quien a diez meses de la guerra contra Kiev sólo acumula fracasos con su arremetida militar que ya le ha costado más de 5000 millones de dólares.
Ojos de animales, cartas ensangrentadas y paquetes explosivos son parte de la “planificada campaña de intimidación” contras las embajadas de Ucrania en Estados Unidos, Hungría, Holanda, Polonia, Croacia, Italia, Austria y sus consulados generales en Nápoles, Cracovia y República Checa que tiene en alerta a las autoridades.
Todo comenzó con la explosión de un sobre en la sede diplomática de Ucrania en España, ubicada en la Ronda de la Abubilla, número 52 de Madrid, dirigido al embajador, Serhii Pohoreltsev. El paquete había llegado por correo ordinario, pero no había pasado por el scanner. Un empleado terminó con heridas leves y el ataque ameritó la activación del protocolo antiterrorista compuesto por especialistas y perros caninos.
Sin embargo, la seguidilla de actos contra las misiones ucranianas en el extranjero representa “lo más extraño e incluso enfermizo». De esa forma califica el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, lo ocurrido tras revelar que los paquetes estaban impregnados de” un líquido de un color característico y tenían su correspondiente olor”, divulga Kiev Independent.
Otros casos vinculados
Entre los hechos en investigación ligados a las pesquisas en las embajadas de Ucrania se encuentran los Dmytro Kuleba sobres con explosivos enviados al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez; su ministra de Defensa, Margarita Robles; la base aérea de Torrejón de Ardoz en Madrid, que proporciona información de inteligencia a las Fuerzas Armadas de Ucrania, al igual que la sede del fabricante de armas español Instalaza, que produce lanzacohetes para Ucrania.
La averiguaciones también se extienden al ataque que reportó el embajador de Ucrania en el Vaticano, Andrii Yurash, en la entrada de su casa en Roma, la cual apareció embarrada de heces de animales.
“La puerta del apartamento y las escaleras y paredes de la entrada estaban manchadas con una sustancia sucia de olor desagradable. Es difícil explicar completamente por qué y cuál es la razón de este terrible mensaje, pero sin duda es una tendencia sistemática, un ataque sistemático a las misiones ucranianas en Europa», dijo Yurash a la agencia de noticias Associated Press.
Un mensaje por descifrar
La inteligencia ucraniana, con apoyo internacional, intenta descifrar el significado del mensaje detrás de los ataques. Mientras encuentran una respuesta también intentan saber quién o quiénes son responsables de estos hechos que han terminado por aletar a socios estratégicos de Ucrania.
Para Kuleba, la ofensiva resulta “en vano» y promete que continuarán trabajando de manera efectiva por “la victoria de Ucrania». Le habla —a pesar de no mencionarlo— al presidente ruso, Vladímir Putin, quien a diez meses de la guerra contra Kiev sólo acumula fracasos con su arremetida militar que ya le ha costado más de 5000 millones de dólares, monto que incluye la pérdida de 58 aviones, 83 helicópteros y 2.000 carros de combate destruidos o capturados.
De hecho, este panorama lo confirma el El Estado Mayor de Ucrania en un informe donde detalla que Rusia reporta la caída de 90090 militares desde el inicio de la invasión en febrero. Estas cifras rojas de Moscú también las avala el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés), ente que anunció la retirada del personal militar ruso de las posiciones más cercanas a la línea del frente en la región de Zaporiyia para reducir el impacto de los crecientes ataques ucranianos en la mano de obra y los equipos.
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