¿Confesión socialista? AMLO admite que usan a los pobres para ganar votos
La CEPAL, un organismo que ha estado alineado con la izquierda, reconoce que con López Obrador los pobres se han multiplicado en México. Según la más reciente proyección, en el país hay 6,1 millones de pobres más que cuando AMLO llegó al poder
Los sectores vulnerables y desposeídos representan el capital político de la izquierda. Si hay alguien que lo admite sin mayor disimulo es el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien durante una alocución reciente frente a la prensa destacó el rol de los pobres en los procesos electorales.
Según el mandatario, «ayudando a los pobres va uno a la segura, porque ya sabe que cuando se necesite defender, en este caso la transformación, se cuenta con el apoyo de ellos, no así con sectores de clase media, ni con los de arriba, ni con los medios, ni con la intelectualidad». Y a esto agregó que gobernar bajo esa premisa “no un asunto personal sino un asunto de estrategia política”.
Una visión que empobrece
Esta aparente confesión del mandatario mexicano dirige las decisiones de su administración, considerando que bajo su mandato México quedó como una de las naciones que no aumentó sustancialmente el gasto para mitigar los estragos de la pandemia.
Con la excusa de mantener un presupuesto equilibrado para evitar endeudar al país con ayudas directas a los más desposeídos, 3,8 millones de mexicanos cayeron en la pobreza a finales de 2020. Dos años después, 44 % de los mexicanos —alrededor de 56 millones— están en situación de pobreza, según los datos más recientes del gobierno.
Además, alrededor de 5,2 millones de estudiantes abandonaron la escuela durante la pandemia, que representan 14 % de todos los niños en edad escolar de México. Un reporte del New York Times revela que la mayoría optó por trabajar junto a sus padres por necesidad económica, otros porque la reducción de las horas de clase hacía que los horarios de trabajo de sus padres fueran insostenibles.
Una de las disposiciones más cuestionadas a AMLO ha sido la cancelación del programa Prospera, que llevaba 20 años de operaciones y aportaba dinero en efectivo a las madres en situación de pobreza a cambio de que mantuvieran a sus hijos en la escuela y los llevaran a revisiones médicas periódicas.
Más de 27.000 escuelas primarias pertenecían al programa desde que comenzó en 2007 y, a través de este, ofrecían almuerzos calientes y horas académicas adicionales a 3,6 millones de estudiantes para facilitar la búsqueda de empleos a sus padres. ¿No se ajustaba este programa a la «estrategia política» de López Obrador?
Sin futuro
Todo aquello se perdió. AMLO, quien admite que usa a los pobres con fines electorales, criticó el programa por presunta corrupción, sin aportar pruebas, a pesar de que un organismo de control de la política gubernamental concluyó que este había mejorado el rendimiento general de los estudiantes.
Lo peor es que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) proyectó que México cerraría con 58,1 millones de pobres el año 2022, que representan dos millones y medio más que hace dos años y 6,1 más que al principio del mandato de AMLO. Es decir, que un organismo que ha estado alineado con la izquierda, reconoce que con López Obrador los pobres se han multiplicado en México.
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