Cuba: el 2023 comienza con malos presagios
Los reclamos sociales se incrementarán debido a las carencias y el aumento de los precios, al tiempo que el Gobierno carecerá de medios para salir de la crisis
LA HABANA, Cuba.- Las extendidas quejas públicas de los cubanos, tornadas protestas callejeras, por las implacables condiciones de vida sin atisbos de solución, y el surgimiento de demandas de libertad y cambios son los acontecimientos más importantes ocurridos en 2022.
Hasta en las colas para comprar el panecito de 60 gramos de la cuota diaria, cualquier desconocido comenta en voz baja que esto no tiene remedio, que llevamos 64 años cada día peor y los cambios son imprescindibles. Tiempos no muy atrás, quien escuchaba estos comentarios vociferaba consignas; ahora muchas personas unen sus críticas. Más importantes aún han sido los cierres de calles con contenedores de basura por decenas de vecinos al clamor de soluciones, cambios y libertad, como el ocurrido en 23 y 15 en el habanero Vedado, donde los dirigentes políticos disuadieron escoltados por la policía y las tropas especiales. En Holguín y otras provincias, muchos sucesos similares han acaecido. El detonante espontáneo del 11 de julio de 2021 recorre el país y tampoco las autoridades convencen al culpar al enemigo externo y la contrarrevolución. Como en crisis anteriores, el Gobierno logra despresurizar la exasperación al “escapar”, ahora mediante la “travesía”, y pasado un tiempo se recibirán las remesas familiares. Nefasta solución para Cuba con una población muy envejecida, que atraviesa la descapitalización humana, mucho más difícil de solucionar que la obsolescencia y desmontaje de todo el aparato productivo.
La amplia ruptura espontánea con el ambiente social de obediencia incondicional y apoyo a la revolución, el eufemismo de Gobierno, constituye un acontecimiento inédito en los 64 años transcurridos desde la toma del único poder conocido por casi el 80 % de la población de Cuba. El malestar por el hambre, la escasez de alimentos, las colas y los altos precios, se incrementó al no vislumbrarse soluciones sino las leyes y medidas represivas, con llamados a mayores sacrificios. Ahora la resistencia deberá ser creativa, con cultura del detalle, a punta de lápiz y el oído en la tierra, para alcanzar lo imposible. Los apagones de 12-18 horas diarias, que exacerbaron el malestar de la población, han remitido a fines de diciembre, con grandes y costosos esfuerzos para cumplir la promesa del mandatario Díaz-Canel. Sin embargo, resultará muy difícil sostener los gastos por combustibles, reparaciones, las siete plataformas flotantes turcas y otros. Mientras tanto, la producción de alimentos continúa sin aumento sustancial, los precios escalan por horas y los productos comercializados por el Gobierno disminuyen.
El Año 65 comenzó con negros presagios por la escasez de libreta de abastecimiento (más bien de racionamiento), demostración de la precariedad del país. El documento más importante en Cuba, que recibe el recién nacido para casi alimentarse y antiguamente vestir, calzar, asearse elevó su importancia durante el “Período de Continuidad”. Ahora también se anotan el pollo, el aceite, el detergente, el picadillo, las salchichas y los cigarros, que se vendían en las tiendas por CUC, y hasta diciembre fueron mensuales, pero desde enero serán por ciclos sin el compromiso de venta como en la canasta básica por consumidor. Los sistemas de comercialización varían según los territorios y la creatividad local.
Por limitaciones financieras se atrasó la llegada de la materia prima para la confección de la libreta, de manera que no se ha podido entregar en la mayoría de las provincias durante diciembre como es usual, con posible solución antes de concluir marzo, según anunció el Ministerio de Comercio Interior (MINCIN). Ella transita los tortuosos derroteros de los productos de la Canasta Familiar Normada, o sea las 7 libras de arroz, las 4 libras de azúcar, las 4 onzas de aceite y café, los 5 huevos, la 1 ¾ libra de pollo que “tocan” cada mes, y se están vendiendo fraccionados por falta de financiamiento y el consiguiente arribo retrasado de los barcos. No obstante, el MINCIN añadió que se recuperarán las distribuciones pendientes de 2022 y se procederá a vender los productos de enero.
Los reclamos sociales se incrementarán debido a las carencias y el aumento de los precios, al tiempo que el Gobierno carecerá de medios para salir de la crisis actual, por lo que se debería abrir a la libre iniciativa de la población.
No hay comentarios:
Publicar un comentario