Farmacéuticas presionaron a Twitter para que censurara vacunas genéricas
BioNTech, que desarrolló la vacuna COVID de Pfizer, presionó directamente a Twitter para que censurara las cuentas que solicitaban vacunas genéricas de bajo costo, escribió Lee Fang, miembro de The Intercept.
Un nuevo capítulo de los denominados «Twitter Files» ha salido a la luz y en esta oportunidad las protagonistas fueron las farmacéuticas. En esta entrega, que se conoció que las grandes compañías en este rubro se unieron a Twitter para crear una campaña de 1,2 millones de dólares con el objetivo de ayudar a la plataforma a moderar el contenido que se considerara como «desinformación» en relación con el COVID-19.
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De acuerdo con Lee Fang, miembro de The Intercept, en 2020, hubo un “impulso internacional” para obligar a la industria farmacéutica a hacer que sus recetas de vacunas contra el virus fueran de acceso público para que los países de bajos ingresos pudieran fabricar vacunas genéricas y de bajo costo por su cuenta.
Sin embargo, al ver la pandemia como “una oportunidad para obtener ganancias sin precedentes”, los gigantes que fabrican vacunas respondieron al llamado con un “bombardeo masivo de cabildeo” para aplastar cualquier esfuerzo por compartir propiedades intelectuales relacionadas con las terapias y vacunas contra el COVID-19
BioNTech, que desarrolló la vacuna COVID de Pfizer, presionó directamente a Twitter para que censurara las cuentas que solicitaban vacunas genéricas de bajo costo, escribió Fang. Al respecto, citó intercambios de correos electrónicos internos que le envió Elon Musk, el nuevo propietario multimillonario de Twitter.
En su nota, Fang revela que Nina Morschhaeuser, una cabildera de Twitter en Europa, envió un correo electrónico a sus colegas con una terrible advertencia. El fabricante de medicamentos BioNTech, junto con el gobierno alemán, la contactaron con la noticia de una inminente “campaña dirigida a las compañías farmacéuticas que desarrollan la vacuna COVID-19”.
Pero Morschhaeuser no dijo a sus colegas sobre la advertencia, para evitar la censura, sino para imponerla. Morschhaeuser alertó a varios equipos de integridad y seguridad del sitio en Twitter. Luego reenvió un correo electrónico de la portavoz de BioNTech, Jasmina Alatovic, quien le pidió a Twitter que «ocultara» los tweets de activistas dirigidos a la cuenta de su empresa.
Morschhaeuser marcó las cuentas corporativas de Pfizer, BioNTech, Moderna y AstraZeneca para que sus colegas las monitorearan y «protegieran de los activistas». También pidió a sus colegas que monitorearan las etiquetas #PeoplesVaccine (la vacuna del pueblo) y #JoinCTAP, una referencia al Fondo de Acceso a la Tecnología Covid-19 de la Organización Mundial de la Salud. Esto fue un programa promovido por los países en desarrollo para acelerar la creación de vacunas mediante el intercambio equitativo de capacidad de investigación y fabricación.
Esto resultó como un negocio redondo. Estados Unidos compró las vacunas de Pfizer y Moderna y las donó a los países pobres. La donación global de vacunas COVID-19 de Estados Unidos ha superado las 1000 millones de dosis.
El periodista expuso una serie de correos electrónicos donde Pfizer y Moderna emprendieron una campaña para bajar tuits y usuarios. Incluso lograron que la plataforma Zerohedge, de inspiración libertaria, sea suspendida. Fang reprocha que la censura solo aplicó para los críticos de las farmacéuticas y que hubo una censura impuesta contra la supuesta desinformación respecto al virus y la vacuna, pero no aplicó a las grandes farmacéuticas, ni siquiera cuando exageraron sobre los riesgos de la competencia.
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