La predecible realidad detrás del lubricante anal que regala el kirchnerismo
El Estado y la empresa vienen de un "lubricado" vínculo de subsidios y dineros públicos desde hace rato
La adquisición por parte del gobierno de la provincia de Buenos Aires de un millón de potes de lubricante anal para repartir en los hospitales públicos generó mucha polémica. Como era de esperar, no fueron pocos los que advirtieron que las necesidades en materia de salud pasan por otro lado. Sin embargo, muchos también abrieron la duda razonable sobre la empresa proveedora, que se estaba por hacer de una multimillonaria contratación con el Estado.
Luego de la catarata de memes, las bromas y la indignación, los medios argentinos comenzaron a investigar y se llegó a lo que parecía absolutamente predecible. El laboratorio Roux Ocefa, administrado por la cooperativa Farmacoop tiene una aceitada, por no decir “lubricada” relación con la administración kirchnerista.
Durante la etapa de la pandemia del COVID-19, cuando muchas empresas del rubro hicieron enormes fortunas, Farmacoop fabricaba alcohol en gel, barbijos y un test rápido para detectar el virus. Los medios afines al gobierno lo publicitaron de manera muy entusiasta por aquellos días. La relación con el poder era al más alto nivel, ya que en las últimas horas apareció la foto del presidente de la cooperativa con el mismo Alberto Fernández.
Subsidios varios y proyecto de expropiación
Según confirmaron medios nacionales, desde la “secretaría de Economía Social”, comandada por Emilio Pérsico y los funcionarios del denominado “Movimiento Evita”, se entregaron desde el inicio de la gestión del Frente de Todos varios subsidios millonarios. Los mismos se incrementaron con la pandemia, cuando percibieron más dinero para la producción del test de COVID.
En materia de salarios, el gobierno también hace su aporte (con fondos públicos, claro). Mediante el “Plan Potenciar Trabajo”, una parte de los sueldos los aporta el Estado. Sin embargo, las autoridades ya reconocieron que la empresa no funciona y debería ir camino a la quiebra.
Ante la realidad financiera de la empresa subsidiada, los legisladores del Frente de Todos ahora proponen expropiarla. Es decir, pagar todas las deudas bajo la excusa de la necesidad científica en materia de salud e investigación, para luego volver a entregarle las llaves a los que la “operan”. El formato sería ceder la empresa expropiada en formato de comodato a la cooperativa.
Lo cierto es que hay apuro para avanzar con todo esto. A pesar de los subsidios y ayudas gubernamentales permanentes, varios de los bienes de la empresa ya fueron subastados.
Pero bueno, cuando lo planteen en el parlamento, dirán que es en beneficio del país y sus planes estratégicos. De la misma manera que el lubricante anal era en nombre de la salud pública en la provincia de Buenos Aires.
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