Gasolina más cara en Brasil: vuelven los impuestos eliminados por Bolsonaro
Lula da Silva comienza a revertir las medidas económicas de su antecesor a pesar de los resultados positivos que arrojaron. El aumento será de 0,68 reales por litro en las estaciones, según proyecciones de Abicom
El próximo 28 de febrero será el último día en el que la gasolina estará libre de impuestos federales en Brasil. El gobierno del socialista Luiz Inácio Lula da Silva los restablecerá, dejando atrás la medida aplicada por el expresidente Jair Bolsonaro y que contribuyó a la mayor deflación desde 1980, mientras que otros países de la región se hundían —y se siguen hundiendo— en números rojos tras dos años de paralización económica y las consecuencias globales de la guerra en Ucrania.
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De manera que Lula da Silva no pretende dar continuidad a las decisiones económicas de su antecesor a pesar de los resultados positivos que arrojaron. Cuando asumió el cargo en enero de este año, el mandatario firmó la extensión de la medida provisoria durante 60 días, por lo que ya está a punto de llegar a su fin sin oportunidad de renovación, aseguró el equipo económico dirigido por el ministro de Hacienda, Fernando Haddad.
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«Por el momento, tal como está desde el punto de vista legal, el 28 [de febrero] termina el subsidio a la gasolina. Esto es lo que tenemos en este momento. Pero estas evaluaciones siempre están considerando una serie de perspectivas distintas a la económica”, mencionó el número dos de Hacienda, Gabriel Galípolo, al medio O Estadão.
Tomando con pinzas las declaraciones del funcionario sobre «perspectivas distintas a las económicas», parece que la administración de izquierda olvida cómo la baja de precios a combustibles en el período de Bolsonaro también contribuyó a reducir la burocracia en las gasolineras, así como disminuir el precio de productos, incluyendo medicamentos, debido al beneficio que representó para las cadenas de transporte.
Disputa interna del PT
Los impuestos federales PIS/Pasep, Cofins (Contribución para el Financiamiento de la Seguridad Social) y Cide (Contribución para la Intervención en el Dominio Público) regresarán al momento de pagar por la gasolina en Brasil para abultar el costo final. Las estimaciones de la Asociación Brasileña de Importadores de Combustibles (Abicom) apuntan a que el aumento será 0,68 reales por litro en las estaciones, señaló Gazeta Brasil. Es decir, alrededor de 0,13 dólares por litro.
Sin embargo, aparte de lo que significará para el bolsillo de los ciudadanos y el impacto en los productos, el restablecimiento de los impuestos federales a la gasolina se configura como un problema interno del Partido de los Trabajadores (PT). Esto se debe a que Haddad había rechazado la extensión cuando el ministro de Economía de Bolsonaro, Paulo Guedes, le propuso darle continuidad una vez que los resultados electorales dieron a Lula como ganador.
Sin embargo, cuando Lula asumió, ignoró la recomendación de Haddad y terminó firmando la exención a la gasolina por dos meses más. Cuando eso pasó, medios brasileños incluso remarcaron la frase “la política ha prevalecido sobre la economía”, mientras que a Haddad lo apodaron «el ministro decorativo». Otros combustibles como el etanol y el diésel entrarán también en el paquete que contemplaba la medida provisoria.
Sensibilidad de los mercados
El incidente anterior entre Lula da Silva y su ministro terminó impactando en la gasolina. Los precios se dispararon y fue tanta la repercusión que el ministro de Justicia, Flávio Dino, pidió abrir una investigación por los incrementos. «No hubo aumento en Petrobras y no hay base empírica para esa falta de coordinación en relación a los precios», dijo entonces.
Sin embargo, no se trataba de otra cosa más que la incertidumbre en los mercados que provocó la dicotomía dentro de un gobierno que apenas comenzaba. Este breve pero contundente episodio demuestra cómo las decisiones emanadas desde la presidencia y sus ministerios impactan en el rumbo económico de un país. Está por verse qué tan graves serán las consecuencias tras el restablecimiento de impuestos a la gasolina en Brasil que, sin duda, sentirán todos los ciudadanos en sus bolsillos.
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