Demorar los buques petroleros era uno de los esquemas de corrupción en Pdvsa
El gran ganador era el vicepresidente de Comercio y Suministro de Calidad de Pdvsa, coronel Antonio Pérez Suárez, que en los dos últimos años, venía trabajando con Erik Roveta, un italiano domiciliado en Atenas, de la empresa de servicios broker Sernavimar SRL, que le suministró y administró todos los buques a Alessandro Bazzoni y Joaquín Leal Jiménez, quienes en sociedad con distintos armadores griegos (Diamantis Diamantidis, George Moundreas, Panagis Zissimatos, entre otros) a su vez le arrendaban los buques a Alex Saab, Álvaro Pulido, Alejandro Arroyo, Majed Khalil y Miguel Silva
En su mejor momento la flota petrolera de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) estaba conformada por 21 buques, de los cuales 13 eran de bandera venezolana, y 8 extranjeros pero de capital venezolano.
Antes del proceso de sanciones sobre la industria petrolera estos buques hacían sus operaciones normales, transportar la gasolina y sacar el petróleo de los inventarios de la industria.
Los buques siempre debían recoger el producto y, al no poder mantener su flota existente, Pdvsa tuvo que recurrir cada vez más a los buques extranjeros, dejando a PDV Marina, como un cementerio, producto de la incapacidad para mantener operativa la flota y hacerle frente a las tripulaciones profesionales que abandonaron una industria sumida en la falta de competitividad ante los extranjeros.
Ya Pdvsa tuvo un esquema de corrupción que desperdició miles de millones de dólares en la construcción de 18 buques, en el proyecto de un astillero que nunca se inició, en el sobreprecio en la compra de cuatro embarcaciones a una empresa japonesa, en fletamentos sin soportes, pérdida de costo de oportunidad por barcos varados, desvíos y sobre ejecución presupuestarias en petroleros, lanchas y remolcadores, en contrataciones sin control, pero la nueva modalidad que ha constituido el desangramiento de Pdvsa fue la demora en puertos imputadas a clientes.
Y en cierto modo, los actuales protegidos de la mafia de Comercio y Suministro de Pdvsa , así como otros, que estaban en el negocio desde hace años como Alex Saab, Álvaro Pulido , Alejandro Arroyo, Majed Khalil o Miguel Silva, estaban lucrándose, evidentemente, pero engordaban a una estructura mayor.
El gran ganador era el vicepresidente de Comercio y Suministro de Calidad de Pdvsa, coronel Antonio Pérez Suárez, que en los dos últimos años, venía trabajando con Erik Roveta, un italiano domiciliado en Atenas, de la empresa de servicios broker Sernavimar SRL, que le suministró y administró todos los buques a Alessandro Bazzoni y Joaquín Leal Jiménez, quienes en sociedad con distintos armadores griegos (Diamantis Diamantidis, George Moundreas, Panagis Zissimatos, entre otros) a su vez le arrendaban los buques a Alex Saab, Álvaro Pulido, Alejandro Arroyo, Majed Khalil y Miguel Silva.
El Nacional
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