Putin, Xi Jinping y los peligrosos planes para «congelar la guerra en sus propios términos»
El mandatario chino llegó a Moscú días después de la orden de arresto de la CPI contra su homólogo ruso por deportar ilegalmente niños ucranianos. El secretario de Estado, Antony Blinken, advirtió desde Washington "no dejarse engañar por ningún movimiento táctico"
El dictador chino Xi Jinping llegó a suelo estadounidense este 20 de marzo. Y aunque su homólogo ruso, Vladímir Putin no lo recibió en el aeropuerto —sino su viceprimer ministro ruso, Dmitri Chernishenko— ambos se reunieron horas después. Sin mediar palabra, se hizo evidente el estima que se tienen con el saludo que captaron las cámaras dentro del Kremlin, en Moscú.
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El mundo entero ve cómo los líderes de dos potencias nucleares se juntan para abordar un tema no menos importante: la guerra en Ucrania. La idea de Xi Jinping es convertirse en mediador como intentó hacerlo sin éxito el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, el año pasado.
Un punto destacable, es que la potencia asiática al igual que Rusia es uno de los principales enemigos de Estados Unidos. Por eso, el secretario de Estado, Antony Blinken, advirtió desde Washington «no dejarse engañar por ningún movimiento táctico de Rusia, con el apoyo de China o cualquier otro país para congelar la guerra en sus propios términos».
Xi Jinping asevera que «China mantiene una postura imparcial y objetiva, aplica activos esfuerzos para ayudar a la reconciliación y las negociaciones de paz». Pero los intereses ya conocidos del Dragón Rojo en contra de Occidente y su amistad con Moscú, hacen que la comunidad internacional dude de sus supuestas benévolas intenciones.
La ambigüedad china
Putin recibió a Xi Jinping con un menú que incluyó sopa de esturión y asado de ciervo según la agencia TASS. En total, fue un menú completo de siete platos. Desde la entrada hasta el postre. Y más allá de que toda visita protocolar reciba atenciones, lo curioso es que tanta pleitesía ocurre cuando la Corte Penal Internacional (CPI) emite una orden de arresto contra el presidente ruso por deportar ilegalmente niños ucranianos.
Los niños son llevados en aviones del ejército ruso desde zonas invadidas, proclamadas como » repúblicas independientes» por Putin. Lo cual va en concordancia con su objetivo de apoderarse finalmente de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia para dejar al gobierno de Volodímir Zelenski sin gran parte de territorio ucraniano. Además, se convertiría en una declaración de fuerza contra la OTAN.
Que el dictador chino haya viajado hasta el Kremlin demuestra el espaldarazo que pretende dar a Vladímir Putin. Este declaró al periódico ruso Rossíiskaya que se trata de una «visita de amistad, cooperación y paz». Por los momentos, se sabe que la postura de Pekín es ambigua, públicamente hablando. En unas ocasiones defiende la soberanía territorial ucraniana, y por el otro pide a Occidente respetar las preocupaciones de su amigo en cuanto a la amenaza que supuestamente representa la OTAN. En resumen, China evita apoyar plenamente a Rusia.
Molestias en Occidente
En total, el primer encuentro entre Putin y Xi Jinping duró cuatro horas y media. La visita durará tres días y se espera que se vuelvan a reunir para suscribir nuevos acuerdos económicos. El presidente de Rusia aseguró previamente que estudió «cuidadosamente» las propuestas de Pekín «para resolver la grave crisis en Ucrania». Pero en la otra acera está Estados Unidos mirando atento.
“Nos preocupa que, en cambio, China reitere los llamados a un alto el fuego que deje a las fuerzas rusas dentro del territorio soberano de Ucrania”, dijo John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad de EE. UU. “Cualquier alto el fuego que no aborde la remoción de las fuerzas rusas de Ucrania ratificaría efectivamente la conquista ilegal por parte de Rusia”.
El gobierno de Joe Biden insiste con la retirada completa de las tropas rusas de Ucrania. Pero los reclamos no son escuchados y a Xi Jinping no parece perturbarle estrechar la mano con un hombre acusado de crímenes de guerra. A eso precisamente hizo referencia la Casa Blanca este lunes.
«Que el presidente Xi viaje a Rusia días después de que la Corte Penal Internacional emitiera una orden de arresto contra el presidente Putin sugiere que China no quiere responsabilizarlo por las atrocidades en Ucrania», agregó Antony Blinken.
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