LOS VENEZOLANOS QUE RETORNAN AL PAÍS NO
SON BIOTERRORISTAS
En julio de 2020 el sacerdote
jesuita Numan Molina, de tendencia
chavista tildó de bioterroristas a los migrantes venezolanos que han retornado
al país cruzando los pasos ilegales en
el eje de frontera.
Al respecto, la periodista Maryerlin
Villanueva, de La Prensa de Táchira, entrevistó al obispo Mario Moronta, quien
declaró:
-Me resulta inexplicable y
escandaloso escuchar de un hermano sacerdote expresiones no sólo ofensivas y
degradantes sino también calumniosas contra hermanos nuestros que, a su
situación de indefensión y pobreza, deben añadir el menosprecio de quienes
deberían atenderlos dignamente a su retorno a la patria.
Y añadió:
Rechazó que un miembro de la Iglesia
se haga vocero de las mismas expresiones del Gobierno nacional con este tipo de
calificaciones que solo provocan vergüenza, resaltando que no todos lo que
regresan lo hacen por trochas.
No
entiendo cómo un hermano sacerdote pueda llegar a decir todo eso de unos seres
humanos que vienen con indefensión y que tenían, al menos la ilusión de ser
atendidos con caridad por quienes tienen la obligación de atenderlos.
Yo
desearía, aunque creo que es mucho pedir, que quien habló de ”trocheros
infectados bioterroristas hiciera un gesto hacia ellos, como lo es pedirles
perdón públicamente y por qué no, de rodillas”.
La
autoridad eclesiástica del Estado
Táchira indicó igualmente que quizás ese
“hermano” desconoce los controles policiales y militares que son ejercidos en
los municipios fronterizos, además, el poder de los grupos armados en los
caminos verdes que comunican a Venezuela y Colombia.
-Me duele con dolor de pastor –expresó
el obispo Moronta- que se exprese así de los hermanos nuestros, quienes se han
convertido en migrantes por la extrema necesidad de sobrevivir y que ahora, al
regresar a su país se les trata como forasteros peligrosos… Molina desconoce la
labor que viene realizando la Diocésis de Cúcuta y Cáritas, quienes han
ofrecido una mano a los connacionales, a través de la entrega de alimentos.
De igual modo manifestó que no podía
permanecer callado ante “el esperpento de esa declaración calumniosa”.
(En España en 2019 vivían 721.556 migrantes menores de edad, de los que
casi 147.000 lo hacían indocumentados y de los cuales 14.817 proceden de
Venezuela.)
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