VENEZOLANOS EN ARGENTINA
“Docente
venezolana denunció que fue apuñalada
por una vecina en Argentina: “Decía que me
odiaba y que soy una boluda”.
Maduradas,
15-3-2023.
En
esa Nación crearon una Asociación de Venezolanos, Asoven, cuya función esencial
es preservar la historia y tradiciones venezolanas. Por intermedio de su
acento, su comida y sus costumbres. Dicha institución brinda contención y apoyo al recién llegado
durante el proceso de arraigo al nuevo país, y es una conexión con la tierra
natal.
En
ese país igualmente se han creado organizaciones que agrupan a los médicos e
ingenieros
El 19 de febrero de 2023 Sabrina Chemen, del portal Perfil, se refirió a ese tema e indicó
que en la comunidad venezolana hay un conflicto:
¿mimetizarse, asimilarse, mezclarse con el paisaje, o mantener a rajatabla la
esencia? Algunos venezolanos toman a Argentina como su propio país y hogar, y
otros los critican por dejar de lado su nación.
Luego indicó:
-Casi sin notarlo, estos nuevos
migrantes dejaron de ser tan nuevos y comenzaron a mezclarse con,
principalmente, los porteños. Ni de aquí, ni de allá. O de ambos lugares:
venezolanos que también se sienten argentinos.
De igual modo citó casos de
venezolanos radicados en ese país.
Se encontraron en el país con otros
familiares que ya tenían tiempo en Buenos Aires.
-Desde que llegué a la Argentina –relató- me
he sentido incluida, siento que la gente en este país abraza a los inmigrantes.
Es fácil adaptarse a la cultura, las costumbres y hasta el movimiento de esta
ciudad. Yo vengo de un lugar mucho menos movido.
Mariamne nació en Maracaibo y
actualmente tiene un salón de belleza orientado a tratamientos en cejas.
Otro
migrante, Daniel Moforte, de 33 años declaró:
-Me vine solo hace cinco años; ya
voy para los seis. Acá ya vivía mi mejor amigo y, básicamente, él es mi familia
acá, cuenta Monforte, que nació en la ciudad de Valencia, al norte de
Venezuela. Tiene, con su amigo, varios negocios. “Argentina me recibió muy
bien. Este hermoso país es mi segunda patria; ¡se podría decir que soy
argentino de corazón! Tengo más amigos argentinos que venezolanos, y me
atrevería decir que me queda más rico el asado que a mis amigos argentinos;
siempre soy yo el que enciende el carbón”, bromea. “Y festejar cuando Argentina
ganó el Mundial fue increíble. Creo que en ningún otro país del mundo se vive
el fútbol como acá”.
Y agregó:
-El venezolano es muy nacionalista y
no estamos acostumbrados a migrar. Una cosa es que uno quiera conocer otras
culturas y otra muy diferente es que te obliguen a irte; no es fácil pasar por
ese proceso. Entonces cuando el venezolano se logra adaptar al país que lo
recibió, y adoptar modismos o la tonada, otros venezolanos, que todavía están
en ese proceso de abrirse a una nueva cultura, lo sienten como traición.
-Hemos tenido que migrar, sufriendo
xenofobia en muchos países y recorriendo miles de kilómetros, pero en Argentina
les han dado la bienvenida a todos nuestros compatriotas.
Nuestros migrantes vivieron en carne propia la victoria de un Mundial. Esto va
más allá de un fanatismo por la Selección, y como dicen muchos, en su
ignorancia, de ser pasteleros. Estas alegrías son las que te hacen sentir parte
de una Nación, y la oportunidad de crecimiento que se brindó.
Y agregó:
-Dentro de veinte, treinta años esos
amigos que permanecerán en Argentina serán como esos portugueses, italianos o
españoles (que migraron)”, dijo Rivero en un video que publicó en sus redes
sociales con la intención de explicar esta suerte de mimetización de los venezolanos
en el pueblo argentino.
El trasfondo de mi video no tiene
mucho que ver con el fútbol, sino más bien fue una manera de crear conciencia a
esos venezolanos que juzgan a otros venezolanos por amar países que los han
acogido y protegido. Además, también aproveché de darle las gracias a ustedes
por querer tanto a los nuestros, que no la han tenido nada fácil, explica.
"Argentina es un país del que no he escuchado críticas de mis
compatriotas, más bien lo contrario, como sí ha sucedido con otras naciones de
la región. Por otra parte, Messi y lo que logró, me inspiró mucho. Vi ese
último partido y lo sufrí como nunca me había pasado con un deporte. Sentí que
me iba a dar un infarto”, bromea.
Otra migrante, Jeanily Berné, de 36 años, según la
periodista, tiene en la
presentación de su Instagram está la bandera venezolana y argentina.
Ella dijo:
-Solo puedo responder que no me
alcanzará la vida para agradecerle a este país lo bien que me ha recibido a mí
y a todos los venezolanos. Es algo que, a donde vamos, lo resaltamos.
Llegó a Argentina hace seis años, en 2017, con
su pareja, pero ya la esperaba uno de sus hermanos en Buenos Aires. Luego llegó
su otro hermano, y el tercero vive en Chile.
Nació en Caracas, pero creció en
Mérida, justo en el centro de Venezuela:
-Amo esa ciudad. Es donde están mis más
hermosos recuerdos.
Es dentista; se recibió en su tierra
natal, y en Argentina estudió periodismo. Es creadora de contenido en las redes
sociales, y tiene una empresa de soluciones digitales.
-Tanto siento a Argentina como mi
propio país –afirmó- que hace un año me hice ciudadana argentina. Pensar en la
posibilidad de irme es una sensación muy parecida a cuando tuve que salir de
Venezuela. Así que sí, Argentina es ahora mi hogar.
Miriam Blanco, de 34 años, refirió:
-Llegué en 2015 buscando un futuro
mejor. Ese año fue uno de los más difíciles de Venezuela, así que después de
mucho pensarlo nos vinimos con mi ahora esposa, siete valijas y muchísimas
ganas de crecer y hacer vida acá. Estábamos solitas, y al tiempo, con mucho
trabajo, pudimos traer a mi papá y a su hermano menor.
Miriam se casó con el amor de su
vida, Angélica, en 2019, pues en
Venezuela no rige la Ley de Matrimonio Igualitario.
-Otra cosa que amo de acá –señaló- es haberme
podido casar. En Venezuela no se puede, no es legal. Juntas tenemos un hijo
perruno que se llama Batman.
Nació en Caracas y en Buenos Aires
pudo fundar su propia agencia de marketing. -Argentina
–reveló- me recibió con las puertas abiertas, nunca he sentido ningún tipo de
discriminación, nunca me han tratado mal por ser extranjera, al contrario, los
argentinos nos quieren. Siempre nos dicen: ‘qué linda tonada’. Siempre una
sonrisa, y unas palabras de aliento por la situación de Venezuela.
Milton
Medina, de 24 años, decidió mudarse a Argentina al cumplir los 18.
“Vine
en busca de un mejor futuro”, recordó.
Nació en Maracay, en el estado
norteño de Aragua. “El 21 de febrero cumpliré seis años en este hermoso país”,
dice orgulloso.
Llegó solo, sin conocer a nadie:
“Vine por tierra, de mochilero. Viajé durante doce días. Luego traje a mi mamá
y a mi hermano al año y medio. Argentina me recibió como nunca me lo esperé.
Tenía expectativas muy bajas, y la verdad es que hasta ahora digo que fue una
de mis mejores decisiones. Me siento más en casa que en mi propio país, me
siento libre aquí”, aseguró.
La periodista destacó más adelante
que la represión impulsó la migración de muchos y recordó que la actual crisis venezolana puede identificarse
en 2013 cuando asumió como presidente Nicolás Maduro.
-Sin
embargo, advirtió- el comienzo del conflicto puede situarse en diferentes
períodos de tiempo según el analista: algunos indican 1998, con la llegada de
Hugo Chávez al poder con la llamada Revolución Bolivariana.
La
inmigración venezolana en Argentina comenzó a despegar en 2015 y luego tuvo picos
en 2017 y en 2021. Las fechas coinciden con las olas agravadas de protestas en
2014 y 2017. Para la primera fecha, en 2015, la situación se intensificó con la
caída de los precios del petróleo. En 2019 se estableció en Argentina el
Programa de Asistencia a Migrantes Venezolanos para “facilitar el ingreso (de
venezolanos) al Territorio Nacional”.
De
igual modo precisó el 70% de los
venezolanos viven en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y un 20% en la
Provincia de Buenos Aires.
En marzo de 2023
Carlos Iván Suárez, del medio ES RE VIRAL, se ocupó de reseñar la
vida en Buenos Aires, Argentina, de algunos migrantes venezolanos, entre ellos la de Lucía Marchán y Julian Rodríguez, de
quienes dijo que gracias a ellos es típico comerse en la calle una empanada
con salsa de ajo y café o jugo, los cuales se levantan de madrugada a preparar sus
productos para deleitar a todos.
-De lunes a lunes –explicó- desde
las 7:30 hasta las 11:00 A.M., caminan cientos de metros por el barrio Chino y
sus adyacencias. “En octubre de 2018
salimos hacía Perú donde tenemos a una hija y el nieto. Allá teníamos un puesto
de venta de comida, después nos vinimos y aquí emprendimos.
Lucía, de 76 años, declaró:
-Estamos
muy contentos por la ayuda que nos dan comprando lo que vendemos porque con eso
echamos pa’lante.
CIS apuntó al respecto:
-Y es que, la edad no
ha sido impedimento para ellos, quienes son un ejemplo de superación y ganas de
triunfar. Les gustaría tener un puesto como en Perú pero mientras tanto
siguen caminando y mejorando su carrito-
Por su parte, Julían, de 65 años, declaró:
-Queremos hacerle un
cartel con los dibujos de las empanadas y jugos,
Lucías es jubilada del Estado Lara, donde trabajó trabajó
como obrera educacional por más de tres décadas y después hizo lo propio en la
alcaldía de Barquisimeto y en la gobernación, bajo el mandato de Henri Falcón.
Al final Suárez apuntó:
-En Argentina hay más de 200 mil venezolanos, la
mayoría profesionales universitarios pero hay otros cómo está pareja que no ven
impedimento alguno para salir adelante, para trabajar y dejar en alto el nombre
de la migración venezolana.
Otro texto indicó:
-En
el marco del mes de la Mujer, recientemente se hizo el lanzamiento oficial de
Ser Mujer Migrante, la nueva ONG que está integrada en su mayoría por
venezolanas pero que atenderán a las féminas de cualquier nacionalidad que
estén en estado de vulnerabilidad.
Kristal
Willman, presidente y fundadora de la misma explicó:
-Es
una organización sin fines de lucro que tiene como misión acompañar, apoyar y
contener a las mujeres migrantes y refugiadas en situación de vulnerabilidad,
promoviendo el empoderamiento, la integración cultural, la igualdad de género y
la erradicación de la VBG, en Buenos Aires.
Nuestra
visión es ser una fundación reconocida por tener un abordaje humanizado, de
empoderamiento y de integración cultural para la mujer migrante y refugiada en
su entorno personal, familiar y social. Donde se fortalezcan sus habilidades
blandas y sus habilidades duras; lo que les ayudara a vivir una experiencia
migratoria más amable.
Reiteró
que no reciben apoyo económico de ninguna parte y que el trabajo es voluntario,
ya que cada una tiene su empleo formal.
La
referida ONG está integrada de la siguiente manera:
Kristal Wilman – Presidente
y fundadora – Venezolana
Albery Patiño: Miembro fundadora – Venezolana
Rosaura Betancourt: Miembro fundadora – Venezolana
Flora María Gómez: Miembro fundadora – Ecuatoriana
Y un equipo de voluntarias conformado por las venezolanas
Giselle Gomez, Maria Trompiz, Eneida Acosta y Oriana Zorrilla.
La tercera nota reseñó la migración médica en ese país
(más de mil) y se publicó el 10 de marzo, Día del Médico en Venezuela.
-Cada 10 de marzo –recordó
Suárez- se celebra en Venezuela el Día
del Médico y aunque poco más de mil se encuentran residenciados en Argentina,
la alegría y celebración es la misma. Además que muchos ya se encuentran
convalidados y ejerciendo sus carreras, especialmente desde el inicio de la
pandemia, cuando Indira Acosta presidía la Asociación de Médicos venezolanos en
Argentina, que hasta ahora ha sido la única mujer en hacerlo.
Indira Acosta, quien vive en Argentina desde hace cuatro
años, declaró:
-Siempre me apasionó ser médica y sobre todo en mi
área, traer vidas al mundo… me encanta hacer
empatía con mis pacientes, que se sientan en confianza en mi consulta; aparte
de hacer diagnóstico y tratamientos acertados. Esa
interacción madre e hijo, es fascinante, ver crecer una vida, creo que no hay
nada mejor.
Suárez añadió:
-Acosta cuenta que como médica
migrante le tocó atender pacientes de diferentes nacionalidades; “aprender de la cultura de cada una y
aprender a respetar las mismas”, es lo que más le gusta pero
además, como buena matrona venezolana, asumió las riendas de una de las
asociaciones de profesionales venezolanos más organizadas en Argentina, la de
los médicos.
Por su parte la galena indicó:
-Luego
del Dr. Juan Villalobos, nuestro presidente fundador, ganarme el respeto de
todos los médicos asociados por medio de nuestra gestión, fue uno de los más
grandes retos. También la pandemia lo fue, para mi equipo de trabajo y mi persona…
Se han conseguido la mejoras en el trámite de las convalidaciones, por ende,
más estables. Además, como la mayoría migraron como médico generalista, muchos
han tenido oportunidades para iniciar su residencia de postgrado.Estamos ahora
abordando el tema de las convalidaciones de los médicos especialistas, lo cual
ha sido muy positivo porque me encanta la legalidad de nuestros colegas... El
mayor logro que hemos tenido es que nos reconozcan como médicos generalistas y
especialistas; y que nos aprecien no sólo por la calidad en la atención, sino
también por nuestra calidez humana”.
Suárez apuntó también:
-Y es que para el momento de la
elección de la junta directiva, Indira y su equipo arrasaron y ganaron con gran
ventaja, lo que supuso un gran peso que llevaron y que demostraron a lo largo
de los años de gestión, en los que lograron la convalidación de 550 médicos,
dos proyectos aprobados por ACNUR y otros dos por la OIM, entre otros.
Indira Acosta, médica, primera y
única mujer en presidir hasta ahora Asomevenar.
Abnegada a su trabajo y al
altruismo, puesto que no sólo estuvo haciendo gestiones gremiales sino que
además organizó en varias oportunidades operativos médicos especiales para
todos los venezolanos.
Recientemente,
tuvo la oportunidad de visitar su país, Venezuela, donde encontró un sistema de
salud con bajos sueldos y “hospitales sin la debida dotación capacidad para la
atención de pacientes. No veo que hayan garantías medicas ni legales. No hay
nadie que los respalde”.
Indira
Acosta egresó como médico cirujano de la Universidad Centroccidental Lisandro
Alvarado (UCLA) de Barquisimeto en el año 2002 y cuatro años después recibió el
título de ginecología de la Universidad Central de Venezuela. Es madre de dos
adolescentes, quienes son su luz, su norte, su impulso para cada día seguir
luchando.
Aunque
estudió y vivió por años en el Estado Lara, Indira es nativa del Estado Zulia y
la vida la ha llevado a establecerse en varias ciudades del mundo, ahora reside
en Buenos Aires, donde ejerce su profesión la cual la combina con el mejor
oficio para ella: ser madre
Carlos Iván Suárez reseñó también el
caso de José Andrés Guillén Ramírez, un joven de tan sólo 23 años de edad, quien hace tres años
y medio decidió migrar hacia Argentina y desde entonces ha pasado por diversas
labores pero ahora se desempeña como delivery, pero sin embargo, nada ha sido
obstáculo para seguir preparándose en su pasión: el tenis de mesa.
Guillén
declaró:
-Cuando llegué empecé a jugar en un
club, me vieron unos entrenadores de Boca Juniors y luego me pidieron que
fichara con ellos. Hace dos meses y medio se concretó eso.
Por
su parte, el autor de la nota periodística apuntó:
-Es
así como es este jueves a las 19, Andrés debutará
en la primera división de la liga argentina, “es como la liga del fútbol
sólo que cambia la disciplina. Estoy muy emocionado y con muchas expectativas”,
explicó a ES RE VIRAL, el
venezolano que representó a su Carabobo natal en tres oportunidades. Quienes
deseen asistir a apoyar al venezolano, deben dirigirse a Brandsen 805 en la ciudad de
Buenos Aires.
De
los 111 partidos jugados en Argentina, ha ganado 69, además ha sido campeón en
un par de oportunidades. Es derecho y aprovecha sus destreza para calcinar a
sus contrincantes… practica la disciplina desde que tenía 12 años y desde
entonces ha llevado grandes logros y triunfos a su familia.
Y
finalizó así:
-Hoy
día comparte esa pasión con el reparto, y se le puede ver en cualquier momento
desde las 10 de la mañana hasta las 5 de la tarde aproximadamente, descasa una
hora y media e inicia sus entrenamientos hasta pasadas las 9 de la noche, así
es la vida de este deportista de alto rendimiento que ha dejado el nombre del
país en alto.
La
última nota reseñó la Asociación de ingenieros Venezolanos
en Argentina, presidida por Carmen Rodríguez, ente que repudió el caso del
joven Juan Francisco Fernández Acosta, asesinado por resistirse al robo de su celular.
Rodríguez
expresó a Es Re Viral:
-Repudiamos
el hecho, lo rechazamos y esperamos que la policía actúe de tal manera que
agarre al asesino y caiga todo el peso de la ley.
Estoy
en shock porque era un chico muy joven. A esa edad apenas le empiezas a sacar
provecho a lo que estudiaste y morir así, por un teléfono. Más allá que sea
ingeniero o no tuviera profesión, fue una noticia muy impactante.
Es
difícil porque te viniste de tu país por la inseguridad. Yo escogí Buenos Aires
porque se hablaba que era una de las ciudades más segura de sudamérica y no
creo que fuese la única, porque tenía una sensación de seguridad y cuando le
pasa algo así a alguien que conoces o que tienes afinidad por la profesión
empiezas a perder esa sensación de inseguridad, en este caso fue muy cercana la
noticia.
Suárez
indicó después:
El
3 de septiembre de 2021 Pierina Sora, del portal distintaslatitudes.net, reportó:
-Oswaldo
Avendaño es un migrante venezolano que decidió crear el proyecto independiente
ShoSoyDeVenezuela con dos objetivos: retratar las emociones de sus paisanos y
mantenerse en el ejercicio del periodismo.
Lo
que inició como un blog se convirtió en carteles con tecnología QR para que los
interesados se adentraran en las historias de los 179 mil 200 refugiados y
migrantes venezolanos que residen en Argentina.
Y
agregó:
-Cuando
pensamos en un migrante, nuestra visión comienza a dibujarse desde distintas
perspectivas: como aquella persona que sale de su país; como la personas
reflejada en los paper o reportes de organizaciones que prestan asistencia para
estas comunidades; o como aquel ser humano que está cruzando la frontera,
saltando un camión o atravesando un río.
Si
pasamos por algún kiosko que vende periódicos y revistas, quizá veamos algún
titular que se refiera a la migración, acompañado de una fotografía triste, en
la que no se puede notar el rostro o las emociones que implican para las
personas estar en otro país.
Avendaño
nació en Guatire, Estado Miranda, en 1990.
Es
periodista y vive en Buenos Aires.
En
ese país decidió que la mejor manera de mostrar las emociones que acompañan a
sus paisanos mediante fotografías en
blanco y negro.
Un
día se preparó y comenzó a darle forma al proyecto que tenía en mente. “¿Qué
nombre ponerle?”, se preguntó. Entonces, pensó que el voseo de los argentinos
es muy marcado y para hacer una fusión entre ambos países decidió llamarlo
ShoSoyDeVenezuela.
-Con
la llegada de la pandemia –expresó la periodista- no se quedó quieto, así que
diseñó varios carteles con código QR. Los pegó en las paredes de las avenidas
más concurridas, para que captaran la atención de los transeúntes y, al
escanearlos, los llevara a la historia de un migrante.
Oswaldo,
al igual que yo, es periodista y, como muchos de quienes dejamos nuestro país
de origen, las ganas de ejercer nuestra profesión en otras latitudes están
latentes. Cuando se estableció en la capital argentina encontró un empleo que
no tenía nada que ver con la carrera. Conforme fue pasando el tiempo ahorró
unos pesos y compró una cámara fotográfica. Desde entonces vio que eso era una
herramienta con la que podía mantenerse de forma independiente haciendo
periodismo.
Actualmente
trabaja como User Experience en Mercado Libre. Para conocer más del nacimiento
de ShoSoyDeVenezuela, conversamos un rato.
La
periodista preguntó: ¿Por qué decidiste crear este proyecto?
-#ShoSoyDeVenezuela
nace como necesidad propia para contribuir con la visibilización de la
migración venezolana en Argentina. Llegué a Argentina en noviembre de 2017. En
2018 me dediqué a establecerme formalmente. El trabajo formal que tenía no era
en periodismo. En 2019 pude comprarme por primera vez una cámara fotográfica y
seguía preguntándome qué podía hacer para informar de otra forma la realidad de
los migrantes venezolanos en Argentina: ¿Qué puedo hacer desde donde estoy para
ayudar a informar, si no estoy en un medio de comunicación?
Adicionalmente,
no estaba ejerciendo periodismo, así que lo vi como una forma de mantenerme de
forma independiente. Así nació #ShoSoyDeVenezuela en marzo de 2019: como una
iniciativa de fotoperiodismo independiente para ponerle rostro a la migración
venezolana en Argentina.
La
periodista formuló otra pregunta:¿Por qué decidiste ponerle la palabra “Sho” al
proyecto?
-Una
de las formas como podemos identificar a los argentinos es por el uso del
“Sho”. El voseo propio del acento argentino y el uso del sonido del “sh” para
algunas palabras, de acuerdo con la Real Academia Española en Argentina, es del
dialecto porteño.
Los
acentos y formas de hablar forman parte de la cultura de un país, eso es
indiscutible. Los movimientos migratorios, no solo el venezolano, sino los de otras partes del mundo, nos han enseñado
que transforman la cultura del país receptor. Los migrantes se nutren de la
cultura del país que los recibe y viceversa.
Eso
ocurre en Argentina. Los venezolanos que llegamos adoptamos elementos
culturales de este país y hemos visto que los argentinos adoptan elementos de
nuestra cultura cuando se los presentamos: pueden ser desde gastronómicos —como
los tequeños, jeje— o el uso de palabras —aquí todos los argentinos nos
reconocen por chamo o pana.
Quería
que esa combinación, esa transformación cultural, estuviera plasmada desde el
título. El “sho” del nombre del proyecto es una analogía a la transformación
cultural que ambas partes de la migración estamos viviendo.
-Todos
los retratos son en blanco y negro, ¿por qué esto?
-Si
revisamos la definición de “retrato” que comparte la Real Academia Española,
nos encontramos con: “la fotografía de una persona”, “la descripción de la
figura o carácter de las cualidades físicas o morales de una persona” y “la
combinación de la descripción de los rasgos externos e internos de una
persona”.
Entender
las razones por las cuales más de 3 millones de venezolanos abandonaron su país
resulta una tarea difícil, más no imposible. Para lograrlo se necesita empatía,
cercanía y comprensión hacia el otro. Por ello, se escogió el formato
fotográfico del retrato para #ShoSoyDeVenezuela como una forma de humanizar, lo
más posible, el tema de la migración venezolana en Argentina.
-¿Cómo
ha sido la receptividad de la iniciativa, tanto de la población migrante como
local?
-Positiva.
Después que pego los carteles, me quedo siempre a ver si alguien los escanea y
sí. La gente se interesa por conocer historias de migración. Las estadísticas
del blog se duplicaron desde que comencé a pegar los carteles en las calles y
coinciden con las historias que he ido compartiendo en las calles de Buenos
Aires.
No
te niego que hay algunos venezolanos que me escriben por redes quejándose,
porque siempre hay quien se queja, porque consideran que el nombre del proyecto
no debería ser SHO, sino YO. Me tomo el tiempo de explicarles el concepto, pero
queda en cada persona si lo entiende o no.
Creo,
y esto ya es una postura muy personal, que uno como migrante no puede
encerrarse solo en su cultura. Cuando llegas a un país debes aprender cómo se
vive allí. Eso es parte de lo que muestra ShoSoyDeVenezuela también: cómo
hacemos vida los migrantes venezolanos en Argentina.
Por
parte de los argentinos hay buena receptividad también. Les gusta el proyecto,
o al menos lo noto cuando veo que se acercan a escanear los carteles o en los
comentarios que dejan en la cuenta de Instagram del proyecto.
-¿Cuáles
son las emociones que más has retratado?
-La
nostalgia es la primera. En la mirada de todos los migrantes, cuando haces la
pregunta adecuada, puedes ver un atisbo de la nostalgia que sienten al recordar
su vida en Venezuela. Cuando hago las fotos voy conversando con los
participantes para ir sacando esas emociones. No todos responden con las mismas
preguntas, así que es cuestión de ir hablando y tanteando el terreno hasta que
el rostro refleja la emoción que busco. La nostalgia siempre está presente y,
generalmente, reprimida.
Después
alegría. La felicidad de estar en otro país cumpliendo las metas que se
propusieron al salir de Venezuela. A pesar de todo lo negativo que pueda
implicar ser migrante, la felicidad está latente en los rostros de los
migrantes. Esa es una de las emociones que más me gusta reflejar, porque la
vida no se resume solamente a que tuviste que salir de tu país y ya. Vivir
plenamente implica estar feliz. Afortunadamente es una emoción que sale
rápidamente en las fotos.
Miedo.
Todos tenemos miedos, pero al ser migrantes se exacerban. Uno de los temores
más grande que puede tener un migrante es recibir la noticia de que a un
familiar que sigue en Venezuela le haya pasado algo. También está el miedo del
día a día en otro país, la incertidumbre de cómo vivir en una nueva tierra, el
miedo a tener que regresar. Hay distintos tipos de miedos. Indistintamente de
cuál sea, es una emoción latente en los migrantes.
¿Cuál
ha sido la foto más chistosa que has hecho?
-Hay
una que me encanta de una chica que se llama Adriana Navarro. Estábamos en El
Rosedal de Palermo. Ella tiene el cabello liso y es muy enérgica, tiene mucha
personalidad. Cuando hicimos las fotos ella me dice: ay, yo soy muy payasa, no
me quedo quieta. Movía la cabeza de un lado para otro.
En
ese momento me gustó como se veía el movimiento de su cabello y la cara que
ponía: tenía los ojos muy abiertos como de sorpresa, la boca abierta también.
Al final la foto quedó así: el cabello movido de un lado a otro y el rostro
como de sorpresa de haber hecho una travesura, como cuando dices: ¡ups, me
descubriste, jaja!
-¿Qué
ha significado la fotografía para ti?
-Una
forma de relajarme, de sentirme seguro. La fotografía para mí es otra forma de
ver mi entorno. Cuando pongo un ojo para empezar los encuadres, mi vista se
agudiza, presto mayor detalles a las cosas.
También
es una forma para inmortalizar las cosas que me gustan, tengo carpetas y
carpetas de fotos que voy tomando en la calle, y no solo con mi cámara, sino
con el celular.
Pero
la verdad, la fotografía para mí es eso: libertad y plenitud. Encontrarme en mi
espacio seguro
-¿Canon
o Nikon?
-Nikon,
pero la cámara no hace al fotógrafo, es una herramienta.
-¿A
qué migrante te gustaría retratar y por qué?
-Me
encantaría retratar a los migrantes desplazados de zonas de guerra. Captar esos
momentos cuando salen de sus países tratando de encontrar refugio, creo que
sería una forma de contribuir con la sensibilización de lo que ocurre en esas
zonas.
Yo
trabajo con retratos, porque todo lo que sé de fotografía lo aprendí por mi
cuenta: no he hecho cursos ni nada por el estilo y sé lo básico que me dieron
en una materia de la universidad. Así que buscaría mantenerme especializado en
retratos, y bajo esa modalidad me gustaría hacer retratos de migrantes desplazados
en zonas de guerra.
También
me gustaría retratar la otra cara de la moneda: las personas que reciben a esos
migrantes. Como el caso de una foto potente reciente de la migración Ceuta en
la que se ve a Luna, una trabajadora de la Cruz Roja, abrazando a un inmigrante
Ceuta.
(La
autora de este reportaje es una venezolana nacida en 1991 y egresada
de la
Universidad Católica Andrés Bello. Trabajó en medios digitales como Informe21, El Diario de Caracas, El
Estímulo, Clímax y Seis Grados. Actualmente vive en Lima,
Perú.)
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