Otra evidencia del espionaje chino en el extranjero tras arresto de agente en EEUU
Litang Liang, de 63 años, habría actuado "como agente de un gobierno extranjero sin notificar al Fiscal General de los EE. UU." entre los años 2018 y 2022. Entregó fotos e información al régimen de Xi Jinping
Una vez más se confirman las actividades de espionaje ordenadas por el Partido Comunista Chino (PCCh). El año pasado salió a la luz un informe sobre estaciones policiales en 30 países para vigilancia, sabotaje y repatriaciones; y en los últimos días el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a un hombre de Massachusetts por actuar como agente ilegal del régimen de Xi Jinping.
La instancia judicial tomó la decisión porque Litang Liang, de 63 años, habría actuado “como agente de un gobierno extranjero sin notificar al Fiscal General de los EE. UU.” entre los años 2018 y 2022. En este período se encargó de “proporcionar información sobre personas y organizaciones del área de Boston; organizar una contraprotesta contra los disidentes a favor de la democracia; proporcionar fotografías e información sobre disidentes a funcionarios gubernamentales de la República Popular China; y dar nombres de posibles reclutas al Ministerio de Seguridad Pública de la República Popular China”.
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Liang es solo un eslabón de una complicada estructura que incluye el polémico Programa de los Mil Talentos, usado para reclutar personas con acceso o conocimiento de tecnología extranjera. Ya hay precedentes en casos como los 162 expertos que viajaron de regreso a China para entregar años de conocimientos adquiridos en EE. UU. o los silenciosos acuerdos hechos con universidades británicas.
Espionaje en el extranjero
“Estados Unidos requiere que los agentes de países extranjeros se registren con nuestro gobierno, y por una buena razón: en tales casos, esos agentes a menudo actúan en contra de los intereses de Estados Unidos”, aseguró la subdirectora Suzanne Turner de la División de Contrainteligencia del FBI luego del arresto del espía. Por ende, este podría recibir una sentencia de hasta 10 años de cárcel y una multa que podría llegar a los 250.000 dólares.
Sobre esto, han habido otras historias de cómo el dictador Xi Jinping ordena el espionaje en el extranjero. Arthur Liu, el padre de la patinadora artística olímpica Alysa Liu, contó el año pasado a BBC que recibió una sospechosa llamada de un hombre que decía formar parte del Comité Olímpico y Paralímpico estadounidense.
Le dijo que estaba realizando “una revisión preparatoria” para el viaje a los Olímpicos de invierno y por eso le solicitó información personal. Al día siguiente recibió otra llamada. “Me dijeron que el gobierno chino había enviado espías al área de la Bahía de San Francisco, para obtener la información sobre mi pasaporte y el de mi hija”. Ejemplos como ese hacen que abunden las acusaciones contra personas por espionaje a favor del comunismo chino. La duda que prevalece, es si el sistema judicial y la contrainteligencia de EE. UU. se mueven a la misma velocidad que Pekín.
Confesión de exempleado
Para quien crea que faltan pruebas del espionaje chino en el extranjero, debería saber que un exejecutivo de ByteDance (matriz de TikTok) alegó en una demanda que la empresa tiene pleno acceso a datos de usuarios estadounidenses. La plataforma sirvió como una “herramienta de propaganda” para el PCCh al manipular el contenido. Y según The Epoch Times, también fue testigo “de cómo los ingenieros de ByteDance manipulaban el algoritmo en Douyin (la versión china de TikTok(, para promover contenido que expresaba odio por Japón y degradar contenido que mostraba apoyo a las protestas de Hong Kong”.}
Yintao Yu, jefe de ingeniería de las operaciones estadounidenses de ByteDance desde agosto de 2017 hasta noviembre de 2018, alega que fue despedido de ByteDance luego de informar casos de supuesta mala conducta en la empresa a sus jefes.
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