Jóvenes venezolanos abandonan las universidades para sobrevivir como influencers
Marcas pagan entre 300 y 1000 dólares a influencers venezolanos por una publicación en redes y las matriculas bajan en las universidades
Gabriela Moreno PANAM POST 
Las universidades en Venezuela están cada vez más vacías. Sus aulas, pasillos, bibliotecas, laboratorios y centros de investigación ya no son prioridad para los jóvenes. Ahora, el anhelo es intentar conquistar audiencias en redes sociales para convertirse en influencers, un título que sin necesidad de academia, acreditación ni licencia permite facturar en dólares y sobrevivir a la miseria del chavismo.
Grabar videos para difundirlos en TikTok, YouTube, Instagram y Facebook sobre lugares atractivos, moda, restaurantes, deportes, farándula o noticias, deja atrás el deseo de ser estudiantes de un alma mater, cuando una marca paga entre 300 y 1000 dólares por una publicación que incentive visitas a sus establecimientos.
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Los montos destronan el interés por cursar alguna carrera vinculada a la ciencia o las artes. Con un salario mínimo en seis dólares no es ninguna sorpresa que de los tres millones de jóvenes entre 18 y 24 años residentes en Venezuela, sólo 24 % —alrededor de 775.000— estén matriculados en alguna casa de estudio superior.
Crisis con talentos
La crisis económica del país cambió en los jóvenes venezolanos su norte educativo. Un estudio publicado por Remitly revela que la búsqueda más común en Venezuela en Google es «cómo ser influencer». El resultado es claro. Con el régimen de Nicolás Maduro una ocupación supera a la obtención de una profesión.
La tendencia traduce desesperación por dinero entre los jóvenes venezolanos, considerando que el mismo nicho en Brasil busca el término «hombre de negocios», en Guyana al igual que en Trinidad y Tobago «escritor», en Guayana Francesa «abogado» y las Islas Malvinas con «piloto».
Hay quienes ya logran catapultarse en las plataformas. Otro estudio del Centro para el Desarrollo Económico (Equilibrium CenDE) arroja que 7 % de la población venezolana genera ingresos por encima de los 350 dólares. De ese número, 3 % corresponde a jóvenes de entre 18 y 29 años. TikTok es la más popular para las campañas publicitarias con 56 % de preferencia, Facebook con 42 % y Youtube con 38 %.
En ellas, dejan y exponen todo el talento que pueden. Cualquier riesgo lo vale para monetizar. Desde lanzarse a grandes alturas, correr, cumplir retos virales, bailar o contar historias personales.
De acuerdo con Tal Cual, los creadores de contenido ofrecen «Media Kit», un tarifario que especifica el precio de cada plan de contenidos que combinan videos, transmisiones en vivo, historias o menciones.
“Estos tarifarios son cuidados con recelo. Prevalece el hermetismo dentro de la industria. Influye la competencia con otros influencers y la información de mercado que puedan obtener las empresas si estos kits fuesen públicos, pero muchos ocultan sus tarifas también debido a los prejuicios de una sociedad que cuestiona que unos chamos sin estudios ni un trabajo real cobren montos en dólares de cuatro dígitos a un solo cliente”.
Se estima que por cada dólar gastado en una campaña de marketing de influencers generó unos 6,5 dólares para la empresa. El chavismo también invierte. Tiene una “tropa digital” que debe divulgar 6000 mensajes mensuales a cambio de un pago de diez dólares por persona.
Universidades intranquilas
Las universidades están intranquilas con la tendencia de los jóvenes venezolanos y han modificado sus mecanismos de inscripción para detener la deserción. Según Alianza Nacional Todos por la Educación, la Universidad de Los Andes, núcleo Táchira (ULA-Táchira) eliminó las pruebas de selección especializadas para aplicar a las carreras de Matemáticas, Castellano y Literatura, y Educación.
Sin embargo, la estrategia raya en el fracaso. De 130 cupos disponibles, sólo reportan siete aspirantes. El panorama de las carreras más solicitadas, como Medicina, Idiomas Modernos y Comunicación Social, también ameritará cambios. Si bien tienen condiciones puntuales de ingreso, como pruebas psicológicas y de conocimientos, este año, el ingreso será por el alto rendimiento académico.
En la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), ya no se realizan pruebas internas de admisión, según Gabriel Díaz, miembro de Todos por la Educación Aragua. Ahora se emplean una serie de preguntas en la preinscripción en línea para evaluar los niveles de cultura general de los aspirantes.
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