Putin está perdiendo hasta “la guerra en Irak”
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quiso exponer las continuas derrotas de Putin en la guerra contra Ucrania, pero nuevamente se equivocó. El episodio se suma a una larga lista de extraños momentos que ratificarían su senilidad
En febrero de 2022 el presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunciaba que había ordenado a sus tropas entrar en Ucrania para “desnazificarla”. Era el inicio oficial de la guerra, mientras en la Organización de Naciones Unidas (ONU) celebraban audiencias estériles para trata de aliviar las tensiones diplomáticas que eran evidentes en días previos.
Pero en el medio del conflicto han ocurrido muchas cosas, comenzando por el hecho de que Putin ni siquiera pudo lograr “capturar” Kiev en los dos días que tenía planificado hacerse con el control de la capital ucraniana. Casi año y medio más tarde las cosas le han salido peor de lo que esperaba. Su ejército retrocedió en varias ocasiones, su gobierno fue sancionado internacionalmente y, como cereza del pastel, se rebeló el grupo Wagner, su brazo paramilitar y punta de lanza en la invasión.
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Supuestamente el presidente ruso habría retomado esta semana su agenda regular luego de la rebelión que lideró el jefe de ese grupo, Yevgueni Prigozhin. El contratista dejó en la calle a Putin y a su ministro de Defensa, revelando que “la guerra no era necesaria para desmilitarizar o desnazificar Ucrania”. Y aunque el líder de los Wagner se replegó y terminó huyendo a Bielorrusia para evitar cargos y otras retaliaciones —con sus militantes regresando a sus bases—, es posible que las consecuencias de la insurrección persigan al mandatario ruso por mucho tiempo.
Otro desliz de Biden
En resumen, Putin acumula varios fracasos, lo que ha ocasionado que a partir de ahora la OTAN esté aún más pendiente de lo que ocurre en Europa del este ante la posibilidad de que algunas fuerzas Wagner se desplieguen en Bielorrusia.
Desde el otro hemisferio, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también quiso exponer las derrotas de su homólogo ruso. Pero otra vez se equivocó y sumó otro episodio a la larga lista de tropiezos cuando le preguntaron si creía que Putin se estaba debilitando.
“Es difícil saberlo realmente. Pero está claro que está perdiendo la guerra en Irak. Está perdiendo la guerra en casa y se ha convertido en un paria en todo el mundo. Y no es sólo la OTAN, no es sólo la Unión Europea. Es Japón, son 40 naciones”, dijo Biden.
No fue un resbalón o un tropiezo físico, como sí le ha ocurrido anteriormente subiendo al avión presidencial, bajando de su bicicleta o caminando sobre una tarima. Esto fue otra muestra de que el mandatario de 80 años parece no estar en todos sus cabales. Horas antes de haber dicho que “Putin está perdiendo la guerra en Irak”, Biden confundió a India con China para referirse a la visita que le hizo el primer ministro, Narendra Modi.
“Probablemente hayan visto a mi nuevo mejor amigo, el primer ministro de un pequeño país que ahora es el más grande del mundo, China; quiero decir, perdón, India”, dijo, tal vez ignorando el hecho de que ninguno de los dos países que mencionó es pequeño, ni en territorio ni en población.
No en vano, el Partido Republicano ha pedido una prueba cognitiva que demuestre qué ocurre con el presidente de la primera potencia mundial. En el evento con su invitado indio incluso hasta confundió el himno de ese país con el estadounidense, y por error se llevó la mano al corazón, la cual bajó luego lentamente para intentar disimular su equivocación.
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