Crece a 84 el número de sacerdotes desterrados, expulsados y exiliados por Daniel Ortega
Entre estos hay 20 expresos políticos desterrados a EE. UU. y Roma. Además: 34 exiliados, 24 a quienes le negaron ingresar al país y seis expulsados
La dictadura de Ortega ha desterrado a 20 sacerdotes nicaragüenses en lo que va de 2023. Todos eran presos políticos.
El destierro de doce sacerdotes exreos políticos del régimen orteguista, este 18 de octubre, elevó a 20 el número de religiosos desterrados de Nicaragua, entre febrero y octubre de 2023. Además otros 34 curas fueron obligados al exilio por la represión estatal, a 24 más no los dejaron entrar al país cuando regresaban de algún viaje, y seis padres extranjeros fueron expulsados de Nicaragua, entre julio de 2018 y octubre de 2023.
Con ellos, el total de sacerdotes de la Iglesia católica que han sido desterrados, expulsados y exiliados por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo se eleva a 84, según un análisis de CONFIDENCIAL, basado en los reportes de la investigadora Martha Patricia Molina y reportes periodísticos.
El reciente destierro de los 12 sacerdotes nicaragüenses ocurrió una semana después que la dictadura ejecutara una serie de arrestos en Jinotega, Madriz, Nueva Segovia y en la Costa Caribe Sur.
Destierros después de “cacería” de curas
La última “cacería”, ejecutada por la Policía Nacional, el brazo represor de Ortega, fueron detenidos seis religiosos. A estos los trasladaron al Seminario Nacional Nuestra Señora de Fátima, en Managua, donde ya estaban recluidos dos sacerdotes más.
El domingo pasado, estos ocho religiosos fueron llevados a la cárcel El Chipote y tres días después, Ortega los expulsó de Nicaragua junto a otros cuatros sacerdotes que ya estaban bajo arresto.
"Puedo confirmar que se ha pedido a la Santa Sede recibir a 12 sacerdotes de Nicaragua, recientemente liberados de prisión. La Santa Sede ha aceptado", informó el portavoz vaticano, Matteo Bruni.
El 9 de febrero de 2023, hubo un primer grupo de ocho religiosos que fue excarcelado y desterrado a Estados Unidos junto a otros 214 presos políticos. En total eran cinco sacerdotes, un diacono y dos seminaristas. A estos, la dictadura de Daniel Ortega les quitó la nacionalidad nicaragüense por considerarlos “traidores a la patria”.
Su delito fue acompañar a monseñor Rolando Álvarez, el obispo de Matagalpa que permanece en prisión, durante los 14 días que estuvo encerrado en la la Curia Episcopal de Matagalpa, antes de ser llevado a Managua, donde luego lo condenaron a 26 años de cárcel, después de negarse a ser desterrado.
En los destierros de estos 20 sacerdotes se identifican patrones claros: son párrocos que durante sus homilías pidieron oraciones por monseñor Álvarez, habían elevado su voz durante la represión de 2018 y se pronunciaron recientemente en contra de la represión hacia la Iglesia católica y los encarcelamientos sistemáticos.
2023 ha sido el año más funesto para la Iglesia católica, valoró la investigadora, Martha Patricia Molina. La también abogada ha sistematizado 205 agresiones entre enero y agosto de este año, 34 más que las reportadas en 2022.
Estas incluyen más de 117 ataques, asedios contra templos y edificios religiosos; 82 represiones a laicos; 80 profanaciones y robos; 71 pintas y mensajes de odio y prohibición de 3240 procesiones, detalló en su informe Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?.
En junio pasado, la dictadura levantó una acusación de lavado de dinero contra la Iglesia católica con la cual “justificó” las detenciones de sacerdotes bajo supuesta investigación y el congelamiento de las cuentas bancarias.
La investigadora advirtió en entrevista con CONFIDENCIAL que, tras el destierro de estos nuevos 12 sacerdotes, esto "no frenará" la persecución contra Iglesia católica.
Ortega impone exilio y expulsión de Nicaragua
La represión en contra la Iglesia y sus representantes obligó al exilio al menos a 34 sacerdotes, entre ellos: monseñor Silvio Baéz, obispo auxiliar de Managua; Edwin Román, quien era párroco de la iglesia San Miguel de Masaya; Vicente Martínez de la parroquia Santa Lucía de Ciudad Darío, Matagalpa; Bayardo Antonio Rugama de Iglesia El Tortuguero en la Costa Caribe.
De todos los 34 exiliados no se conocen los nombres por temor a la represión en contra de sus familias, pero una muestra elaborada por CONFIDENCIAL, que contiene datos de 20 de estos, revela que al menos siete pertenecían a la Diócesis de Matagalpa.
Mientras, seis a la Arquidiócesis de Managua, tres a la Diócesis de Bluefields, dos a la de León y uno a la de Granada y Estelí, respectivamente. 15 de estos párrocos se exiliaron entre 2022 y lo que va de 2023.
La dictadura de Ortega también ha impedido el reingreso a Nicaragua de 24 sacerdotes, quienes volvían al país después de algún viaje personal o de su labor pastoral en el extranjero.
Entre los casos conocidos destacan el del fraile salvadoreño Santos Fabián Mejía, responsable de la parroquia San Francisco de Asís, de Juigalpa, en Chontales. A este Migración le dijo que “se había metido en política, violando el acuerdo de los extranjeros, de que no debían meterse en nada”.
Otro caso fue el de los sacerdotes Tomás Sergio Zamora Calderón, de la Diócesis de León, y William Mora Vega, de la Diócesis de Siuna, quienes volvían a Nicaragua después de participar en la Jornada Mundial de la Juventud, en Lisboa, Portugal.
Extranjeros y monjas expulsados
Ortega y Murillo también han expulsado de Nicaragua a seis párrocos de origen extranjero, entre ellos el nuncio apóstolico Waldemar Sommertag y el encargado de negocios del Vaticano en Nicaragua, monseñor Marcel Diouf.
Este último salió del país tras la suspensión de las relaciones de Nicaragua con el Vaticano, por decisión unilateral de Daniel Ortega.
A esta lista de expulsiones y destierros, se suma el desalojo de 76 monjas de diferentes denominaciones religiosas, entre ellas: las Misioneras de la Caridad de Santa Teresa de Calcuta, las Hijas de Santa Luisa de Marillac en el Espíritu Santo, las monjas de la Fraternidad Pobres de Jesucristo y las Hermanas Dominicas de la Anunciata.
Mientras, a otras siete religiosas se les impidió el ingreso a Nicaragua, según se detalla en el informe de la investigadora católica, Martha Patricia Molina.
Redacción Confidencial
Confidencial es un diario digital nicaragüense, de formato multimedia, fundado por Carlos F. Chamorro en junio de 1996. Inició como un semanario impreso y hoy es un medio de referencia regional con información, análisis, entrevistas, perfiles, reportajes e investigaciones sobre Nicaragua, informando desde el exilio por la persecución política de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario
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