¿Qué se logró con la primaria en Venezuela?
Con el resultado de la primaria, se ha demostrado que la influencia de Diosdado Cabello en el pueblo venezolano es irrelevante
Varios mitos fueron derribados con la primaria este 22 de octubre. Esto ha despejado las incertidumbres sobre el proceso de liberación y de lucha que llevamos adelante los venezolanos. Es por eso que estas certezas colocan las bases de una nueva etapa de lucha para llevar al chavismo a una situación de desventaja en un escenario donde ellos puedan aceptar una derrota bajo unas reglas basadas en el sentido común. En un escenario donde se pueda civilizar al chavismo y se reduzca el poderío de los extremistas que han destruido al país, se puede conseguir transitar hacia la libertad sin que el pueblo venezolano tenga que seguir sufriendo las consecuencias de los políticos que han llevado al país a la miseria.
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Vamos a comenzar con las constantes amenazas de Diosdado Cabello en su programa de propaganda revolucionaria por el canal público. ¿Cuántas veces dijo que la primaria no iba? ¿Cuántos años no tienen difamando a María Corina Machado hasta el punto de promover agresiones físicas contra ella y su equipo? Con el resultado de la primaria, se ha demostrado que la influencia de Diosdado Cabello en el pueblo venezolano es irrelevante y lo único que tiene es el poder que consigue por el narcotráfico para ser el líder entre las mafias. Asimismo, se ha demostrado que las UBCH, los colectivos, los consejos comunales y todas aquellas estructuras chavistas para controlar a la población, fueron totalmente inefectivas para sabotear el proceso. Esto es interesante porque demuestra que el miedo que localmente infundían se ha desvanecido, lo que posibilita una organización electoral más profunda y moralizante frente a un chavismo de base desmotivado para la violencia, sin moral ante sus líderes y que reconoce a María Corina como una líder popular que representa un cambio que los puede beneficiar aún más como pueblo.
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En este sentido de represión chavista, se ha demostrado también que toda esta política de anulación mediática, de persecución de canales y periodistas, es inútil para excluir a la población de la posibilidad de informarse sobre la política nacional. Por más años que hayan prohibido a María Corina aparecer en una pantalla de televisión venezolana o en la radio, esto no impidió que su popularidad haya crecido en todos los rincones del país. Es más, la primaria ha incrementado su nivel de reconocimiento y popularidad no solo en términos territoriales, sino en términos representativos de una referencia política alternativa entre las bases chavistas, que se basa en el principio que precisamente intentaron destruir durante décadas: el respeto. No lograron invisibilizar a María Corina.
Al mismo tiempo, se ha demostrado con éxito que los venezolanos podemos hacer una elección popular sin el Consejo Nacional Electoral. ¿Recuerdan cuantas veces dijeron los chavistas que el CNE tenía la exclusividad de hacer elecciones en el país? ¿Recuerdan cómo decían que era imposible sin su logística, etc.? Pues sí se puede. Y a pesar de todos los obstáculos que el chavismo colocó en el camino en términos logísticos para que sucediera la primaria, los venezolanos conseguimos con la fuerza de nuestra voluntad y unión llevar adelante el sufragio.
Por su parte, del lado de la oposición también ocurrieron grandes certidumbres. Los opinadores favorables a este grupo opositor habían infundido la idea de que María Corina no podía ganar porque las maquinarias electorales de los partidos tradicionales no lo permitirían. Insistían en que la estructura partidista de la candidata era débil y que no conseguiría, bajo esta circunstancia, una cantidad de votos considerables. Con el resultado de las primarias se ha demostrado que existe una profunda desconexión de estos partidos políticos y sus opinadores con el pueblo venezolano. Al momento que escribo este análisis el segundo boletín de la Comisión Nacional de Primaria informa que van un millón cuatrocientos mil votos para María Corina, mientras que el candidato que va en segundo lugar, el del histórico partido socialdemócrata Acción Democrática, apenas lleva setenta mil votos. Es decir, el partido que tenía la maquinaria electoral más poderosa, junto a los demás partidos tradicionales, demostraron que no la tienen.
A modo de conclusión, la primaria ha destruido la narrativa del chavismo y su oposición leal que sostiene que María Corina Machado propone violencia y radicalismo para el país. El pueblo venezolano le ha dado el respaldo porque precisamente su discurso de reconciliación popular, su proyecto de prosperidad, y su actitud educada frente a la política es lo que ha coincidido con el deseo de los venezolanos de poner fin a la dictadura, o en otras palabras, para cambiar al país se necesita un cambio de actitud en el liderazgo opositor que se conecte con el cambio de actitud que tienen los venezolanos ante la Venezuela de hoy. Sea de la ideología que sea, los venezolanos en el país quieren trabajar y tener una mejor vida, quieren un buen vivir, y para lograrlo, es necesario salir del chavismo sin que signifique más sufrimiento para todos. Por ello, el chavismo podría dividirse en uno que se radicalice más para mantenerse en el poder y uno que, para garantizar la continuidad del chavismo como fuerza política, decida moderarse y reconocer que el pueblo venezolano se ha cansado de 24 años de opresión y mal gobierno de ellos.
Los nuevos desafíos políticos se sustentan en estas certezas. ¿Cuáles son? Que se liberen más presos políticos; que se consiga la habilitación de María Corina para su inscripción como la candidata unitaria de la oposición; la capacidad de la ganadora para alinear a las demás fuerzas opositoras en su estrategia; alinear los intereses nacionales con los internacionales para hacer ceder al chavismo y que acepte su derrota; constituir la más poderosa maquinaria electoral dentro y fuera del país; permitir la participación de la diáspora en el proceso electoral con la apertura del registro electoral y que este pase por un proceso de depuración; que los observadores internacionales puedan participar de la elección en Venezuela; y entre otras cosas, que se permita la libertad de expresión.
Hoy la oposición no es la misma y tampoco lo será el chavismo en adelante.
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