COMO PATRIMONIO CULTURAL DE LA CIUDAD DEBE
RESCATARSE EL VIEJO CEMENTERIO DE PORLAMAR
-La Municipalidad
debe recuperarlo para convertirlo en monumento
El viejo
cementerio de Porlamar, cuya construcción por iniciativa de las Cofradía de San
Nicolás y Nuestra Señora de los Desamparados, se inició en julio de 1872 y fue
bendecido el 26 de septiembre de 1874 por quien más tarde sería Presidente de
la República Dominicana, el entonces presbítero Fernando Arturo Meriño es hoy
en día escombros y matorrales y su suerte,
si es que se le puede llamar así, es desaparecer para dar paso a otro
monstruo de concreto armado similar a los que se han construido en lugar de las
tradicionales casas de amplios corredores, patios interiores, fachadas con
bellas comisas, destruidas en aras de un desarrollo que en vez de ponerse al
servicio del hombre lo que ha hecho es atentar contra él.
La historia
de este patrimonio cultural local que criminalmente la Alcaldía está dejando
destruir, en vez de recuperarlo, embellecerlo y convertirlo en monumento, tal
como lo hiciera el ex gobernador del Distrito Federal Virgilio Ávila Vivas, con
el cementerio General del Sur, la registra el profesor Jesús Manuel Subero en
su obra Glosa para la Historia de una
Ciudad Marina y allí se puede leer que en 1896 la Municipalidad acordó que
una Junta de Señoras y Señoritas “graciosamente se encargasen del
embellecimiento y ornato del Cementerio”; que por Decreto del 9 de agosto de
1909 el Ayuntamiento destinó “la parte oriental del cementerio para sepultar
las personas distinguidas por méritos sobresalientes”; que por Resolución del
Gobierno Seccional del 6 de febrero de ese mismo año de 1909 y del 19 de marzo
“se creó una Junta para cooperar con el Gobierno en la obra proyectada del
ensanche del Cementerio”; y que “Para 1931 se continúan las obras de ensanche
del Cementerio“ y que “con fecha 29 de marzo de 1994 el entonces presidentes
del Estado Nueva Esparta, Vicente Fuentes, decretó la construcción de un nuevo
cementerio, por encontrarse éste agotado en la capacidad”.
¿Qué está pasando?
El profesor
Juan Bautista Rodríguez, al ser consultado por el periodista de PROCESO sobre este patrimonio en vía de
desaparecer más pronto que tarde por la insidia y la manifiesta
irresponsabilidad de quienes tienen la obligación y el deber de rescatarlo,
porque forma parte de la historia de Porlamar está allí, nos responde:
-Lo que está
pasando con el viejo cementerio de Porlamar es muy lamentable. Lo están dejando
en ruinas porque lo van a vender. Lo están dejando en ruinas para que se caiga
por sí solo. Le tienen aplicada una de
abandono porque ya allí no hay no hay capacidad para nadie. Los restos
que están allí sus familiares ya han ido desapareciendo. Hay una gran parte que
ha desaparecido. Entonces están provocando el derrumbe total para enfrentarse
al problema y rescatar unas tres o cuatro hectáreas que tiene ese terreno, y
eso es grave, porque se atenta contra la idiosincrasia del margariteño, del
venezolano y del hombre, pues el hombre quiere a sus difuntos en una, dos o
tres generaciones. Ese viejo cementerio de Porlamar tú no te imaginas la
riqueza cultural que tiene. Tiene una riqueza cultural extraordinaria. Los
diferentes mausoleos que allí hay te refieren un trabajo extraordinario del
artesano margariteño que lo ves en las lápidas, lo ves en las columnas, lo ves
en las formas de tos mausoleos, en fin, lo ves en todo. Detrás de cada una de las
lápidas hay un hombre que se sabe quién es, cuál fue su aporte, cuál fue su
actividad, tal el caso del viejo Heredia de El Valle que fue un artesano
extraordinario. Tú no te imaginas los frescos que se están perdiendo en ese
cementerio que fueron de Domingo Torcat, un tremendo pintor porlamarense, que
poco se ha hecho por él. Nosotros en la cátedra de Patrimonio Histórico y
Cultural de Margarita hicimos un estudio sobre Domingo Torcat y nos encontramos
con un mundo enorme que le pertenece a ese señor, y eso está allí, y se está
perdiendo, y esos son valores culturales margariteños, a quienes se les está
perdiendo su obra.
-¿Oué Hacer?
Le
preguntamos al profesor Rodríguez qué debería hacerse de inmediato con esta
reliquia cultural de Porlamar y su respuesta fue tajante:
-Yo creo que,
en primera instancia, que eso forma parte del patrimonio cultural margariteño.
Eso hay que rescatarlo.
A los muertos
no hay que tenerles miedo, a los vivos si hay que tenerle miedo. A los muertos
hay que respetarlos y eso hay que dejarlo allí, porque allí hay toda una
historia. ¿Tú te imaginas lo que hay en el subsuelo, de acuerdo a las
costumbres del margariteño, que muy pocas personas se pasean por ahí por esos
lados? ¿Cuántos libros, cuántos cuadernos, cuántos recuerdos, cuántas cosas no
estarán debajo de eso que indican algo, que expresan algo, que es toda una
historia? Allí está la historia contemporánea de Porlamar y eso hay que
guardarlo, eso no se puede mantener en la orfandad en que se encuentra.
La misma
pregunta se la formulamos al ex gobernador de Nueva Esparta, arquitecto José
Fontúrvel, quien respondió:
-Por tratarse
el viejo cementerio de un patrimonio histórico y cultural de Porlamar pertenece
a todos los porlamarenses, y por lo tanto no puede venderse. Lo más conveniente
es rescatarlo y convertirlo en áreas verdes.
También se la
hicimos a la aspirante a la
Alcaldía de Mariño, profesora Bestálida
Salazar, quien se pronunció en contra de la venta del viejo cementerio, por
considerar que tal negociación sería un gran atentado contra el pueblo de
Porlamar, porque parte de su historia contemporánea está registrada en cada una
de sus lápidas.
-Debe crearse
-enfatizó- una gran corriente de opinión que evite tal agresión contra el
porlamarense y procure la recuperación de este monumento histórico y cultural
de la ciudad marinera.
NOTA: Un alcalde inculto, Eligio
Hernández, destruyó esta joya del patrimonio cultural porlamarense. En el lugar
fueron construidos un terminal de pasajeros extraurbanos y minitiendas.
(Proceso, Porlamar, 6 al 12 de julio de
1992)
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