¿Cómo serán los nuevos símbolos de Caracas decretados por el Concejo Municipal?
- En una sesión especial, se aprobó la nueva ordenanza que sustituye la bandera, escudo e himno de la ciudad. La medida fue fuertemente criticada por incorporar alegorías al chavismo y no pasar por una consulta popular
El Concejo Municipal de Libertador aprobó el 13 de abril de 2022 una nueva ordenanza para cambiar los símbolos de la ciudad de Caracas. En sesión extraordinaria, se presentó el escudo, bandera e himno que reemplazarán a los originales, y que se seleccionaron mediante un concurso controvertido. La alcaldesa de Caracas, Carmen Meléndez, firmó ese mismo día su decreto de promulgación.
“Tu ciudad cuenta con unas simbologías de historia, lucha y descolonización”, escribió la cuenta de Twitter de la Cámara edilicia. Estos nuevos símbolos destacan por eliminar icónos históricos como el león y la Cruz de Santiago, presentes desde su fundación y que le daban su nombre de Santiago de León de Caracas. En cambio, fueron sustituidos por elementos que hacen alusión al mestizaje y a la revolución bolivariana de Hugo Chávez.
El borrar las insignias de la identidad caraqueña había sido uno de los principales objetivos del oficialismo desde hace años. En 2013, el entonces alcalde Jorge Rodríguez propuso cambiar el himno municipal, al cual calificó despectivamente como un “pasodoble barato”. Sin embargo, no fue hasta la gestión de Érika Farías que se tomó en serio la eliminación de cualquier elemento que representara la herencia colonial española. Así, el 19 de abril de 2019 la alcaldesa encargó al Concejo Municipal la creación de una comisión para cambiar todos los símbolos.
Aunque se conformó la comisión, no tuvo mayores avances y la idea poco a poco se fue disipando. De hecho, tras la renuncia de Farías a la Alcaldía en 2021, parecía ya un asunto enterrado. Tras las elecciones municipales y regionales del 21 de noviembre de ese año, el nuevo cabildo, nuevamente con mayoría oficialista, retomó esta iniciativa. Convocó a un concurso que tuvo poca difusión en medios de comunicación, incluso estatales. También se caracterizó por tener un jurado compuesto en su mayoría por militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
La bandera
Durante su sesión, el Concejo Municipal reveló los nuevos símbolos que ganaron el concurso. El primero fue la bandera, que originalmente era un pabellón vinotinto, en alusión a la sangre derramada por los caraqueños durante la Independencia. No contaba con otro detalle más que el escudo de armas en su centro.
Ahora, la nueva bandera aprobada será de un color rojo más vivo (similar al que identifica al oficialismo), cortado en su centro por un triángulo azul claro. Adentro, resalta la silueta del Waraira Repano en verde. Alineada en el centro sobre la montaña estará una estrella blanca. Su diseño es de los artistas Carolina Jiménez y Víctor Rodríguez Durán. Todavía no se ha explicado qué representan cada uno de estos nuevos elementos.
El escudo
Uno de los cambios más polémicos fue el escudo. Desde su fundación el 25 de julio de 1567, Caracas había tenido como símbolo al león, el cual estuvo presente en sus primeros blasones. No fue hasta 1591, que por Real Cédula del rey Felipe II de España, se autorizó la constitución del escudo de armas. Esto por solicitud de Simón de Bolívar “el Mozo”, antepasado del Libertador.
En su único cuartel está dispuesto el león rampante, sosteniendo una concha con la Cruz de Santiago, patrono de la ciudad, y en su parte superior, tiene una corona de cinco puntas. Más adelante, en 1776, se le dio su forma definitiva, incorporando lambrequines y armas, además de cintas con su nombre y año de fundación, así como la inscripción mariana “Ave María Santísima, sin pecado concebida en el primer instante de su ser natural”. Se mantuvo intacto incluso después de la revolución independentista, siendo uno de los primeros escudos de la república.
El nuevo escudo fue diseñado por el artista de cómics Omar Cruz. En él figura nuevamente el Ávila, y los rostros de perfil de un cacique indígena (presumiblemente Guaicaipuro), una mujer afroamericana y Simón Bolívar, en su retrato clásico y no en la versión promovida por el chavismo. A sus costados se halla el sable de Bolívar y una lanza, así como dos ramas de amaranto.
En su parte superior hay un lazo con la inscripción “Seguid el ejemplo que Caracas dio”. Sobre ella reposan un turpial y una guacamaya amarilla y azul (ara ararauna), la cual no es autóctona del Valle de Caracas. En su parte inferior, el escudo tiene una estrella roja de la que parten dos lazos: uno con los años 1810 y 1811, por la firma y declaración de la Independencia; y en el otro 1989 y 2002, fechas de El Caracazo y el golpe de Estado fallido contra Hugo Chávez. Cierran con una cadena rompiéndose.
El himno
Finalmente, se cambió por completo la Marcha de Caracas, himno de la ciudad. Su música fue compuesta en 1960 por el inmigrante italiano Tiero Pezzuti, y fue presentada por la Banda Marcial de Caracas en la plaza Bolívar para el 393° aniversario de la capital. Contó con la aprobación de los maestros Inocente Carreño, Vicente Emilio Sojo y Antonio Narváez, por lo que fue elegida para ser el nuevo símbolo de Caracas, que hasta entonces usaba el Himno Nacional. Tras varios intentos fallidos por darle letra, el Concejo Municipal abrió 14 años después un concurso donde ganó el reconocido compositor José “Chelique” Sarabia. Su poema se escogió para acompañar a la melodía de Pezzuti, aprobándose como himno el 28 de marzo de 1984.
El cabildo oficialista derogó ese himno y lo cambió por Caracas vencerá, con música de Manuel Barros y letra de Noel Márquez. La nueva canción reniega la esencia de su predecesora inspirada en el paisaje e historia de la ciudad, apelando más por mencionar a indígenas como Apacuana, Tiuna y Carapaica, así como nuevamente al episodio de El Caracazo. De este modo, el coro original que rezaba “Ciudad primaveral/ valle de sol, canto de paz/ voz de rebelión y cuna de la libertad”, ahora es reemplazado por pasajes como: “Marchemos por el camino de la unión/ levantemos en alto las banderas/ ¡Caracas fuerza de revolución!”.
Identidad perdida
La ordenanza tuvo la aprobación de 11 de los 13 concejales, todos del PSUV, y el voto salvado de la minoría opositora. Específicamente, de José Gregorio Caribas, de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD); y de Daniela Rodríguez, suplente de Alianza del Lápiz. En general, la recepción de los nuevos símbolos en las redes sociales fue bastante negativa. Las críticas principalmente recayeron en la falta de transparencia del proceso, el cual no pasó por una consulta pública. Igualmente, se cuestionó desde la estética de los diseños, hasta su carga simbólica altamente relacionada al chavismo.
La concejal principal de Alianza del Lápiz, Mayerling Occhino, indicó que la Cámara municipal acabó con los símbolos de Caracas al eliminar figuras tan icónicas como el león rampante o el himno de Pezzuti y Sarabia. Afirmó que el cambio viola la Constitución, al privar a los caraqueños de su derecho a disfrutar su identidad cultural. Por otro lado, el concejal suplente de la MUD, Ángel Subero, también manifestó su rechazo. “No les importa la historia, atropellan y desconocen porque no les asiste la razón”, escribió en su cuenta de Twitter.
“La herramienta más importante que tenemos los ciudadanos frente al totalitarismo es la verdad. Mientras ellos quieren crear una narrativa falsa sobre la identidad de Caracas nosotros tenemos que aferrarnos a nuestra historia y al león de nuestra ciudad”, comentó Jesús Armas, quien fue edil en el periodo 2013-2018.
En defensa de los símbolos
Organizaciones como la Confederación de Estudiantes de Venezuela (Confev) y el Frente en Defensa del Norte de Caracas también expresaron públicamente su repudio. El activista Carlos Julio Rojas acusó a la alcaldesa Meléndez y a los concejales oficialistas de traicionar a la ciudad y pretender borrar su memoria histórica. Indicó que desde el Comité en defensa de los símbolos municipales de Caracas, se organizarán próximamente acciones de protesta activa. También llamó a la ciudadanía a rebelarse contra la ordenanza desconociendo los nuevos símbolos y manteniendo el uso de los originales.
La cruzada del chavismo para “descolonizar” Caracas se enfrascó en los cambios de nombres. Acciones como rebautizar al Ávila como Waraira Repano (su nombre indígena ancestral), o la autopista Francisco Fajardo por Gran Cacique Guaicaipuro. Las estatuas también han pagado esta sed de reescribir la historia, con la caída del Cristóbal Colón de Plaza Venezuela; o la desaparición de la estatua del León de Caracas de la autopista Valle-Coche, por parte de Érika Farías. Fue suplantado por una estatua de Apacuana, una líder caribe que ni siquiera habitó Caracas, sino que vivió, luchó y murió en los Valles del Tuy (Miranda).
A pesar de este discurso, pueblos indígenas actuales como los pemones y yanomami sufren bajo el régimen de Nicolás Maduro de una sistemática represión y violación de sus derechos humanos. Sin embargo, en los símbolos está el poder de modificar los significados, y por extensión, la identidad y arraigo de los sometidos a la narrativa e imaginario oficial.
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