EL
ÁRBOL DE NAVIDAD
Antes
del siglo XV no hay testimonio alguno del uso del Árbol de Navidad, y nadie
realmente sabe su origen. Se dice que San Bonifacio -el obispo que consagró
como rey de los franceses a Pepino el Breve- fue el primero que designó al pino
como símbolo navideño en el siglo XVII. No obstante, históricamente la fiesta
del árbol nace en Alsacia, en 1539. De ahí pasa a Alemania y en 1830 lo vemos
en Munich, en la corte de Baviera, donde lo introdujo la reina Catalina, esposa
de Luis I. Llega después a Escandinavia, Inglaterra y poco a todo el mundo,
según lo planteó en la revista Dominical
del diario Últimas Noticias la periodista Gloria Fuentes.
En
otra publicación periódica, TAMBIÉN, de La Asunción, Estado Nueva
Esparta, apareció en diciembre de 2004
el articulo “Lucero inventó el árbol de Navidad” escrito por el ya fallecido
profesor Jesús Rosas Marcano que aclara los origenes de este símbolo pascual.
Conforme
a su criterio, “El árbol de Navidad es muy anterior a la cosa, o sea a la Natividad”,
por cuanto “es el árbol homenajeado desde remota antigüedad en el solsticio de
invierno”, que en la Edad Media sacrificaban quemándolo “y con las partes que
quedaban verdes los europeos adornaban sus moradas”.
Agregó
Rosas Marcano:
-Sucede
que Martin Lucero, ese fraile agustino contestatario, amparado en la
reinversión de Gutenberg y convertido por ello en el primer instigador de la
opinión urbana, también tenía ternura.
El
domingo 19 de diciembre de 2004 apareció en el diario El Nacional la siguiente información: “La tradición del árbol de
Navidad fue importada a Gran Bretaña por miembros de la familia real nacidos en
Alemania, y fue para imitar a estos que los británicos, pero también la
anglófila sociedad norteamericana, empezaron a decorar pinitos hacia 1850,
sostiene un cable de AFP. La reina
Carlota, esposa del rey Jorge III, nacida princesa de Mecklenbourg-Strelitz,
fue la primera que introdujo el árbol de Navidad en Gran Bretaña, a fines del
siglo XVIII.
Pero
fue en tiempos de otro alemán, el príncipe consorte Alberto, que la tradición
se instaló gracias a la admiración que despertaba su esposa, la reina Victoria.
Las navidades en la isla de Wight de la pareja real y de su numerosa
descendencia, agrupada alrededor de árboles majestuosos, fueron popularizadas
por los grabados de prensa de la época. El Ilustrated
London News publicó por vez primera esa imagen en diciembre de 1848. Las
ramas eran cargadas de caramelos y velitas de colores”.
En
el reportaje “Historia del Árbol de Navidad”, publicado en Sol de Margarita, de Porlamar, Estado Nueva Esparta, el 14 de diciembre de 2004 con material
extraído de Icarito/especiales/Navidad Diccionario de Mitos y Leyendas Equipo
NAyA http:www. cuco.com.ar/ Diario
Yucatán, México, el origen de la tradición coincide con lo que ya se ha
señalado, pero advierte que “en los últimos decenios se ha laicizado pasando a
formar parte del conjunto de usos navideños, ligados al consumismo y como
imitación del American way of lite”. Agrega que tiene un significado de retorno
y “está vinculado a la imagen de seguridad y opulencia de América vista a
través de los ojos de los inmigrantes o a través de filmes ligeros, que USA
vertió en kilómetros de celuloide sobre Europa, durante la post-guerra, junto
con los paquetes-donativo del Plan MarshaII”.
Respecto
a su significado, un despacho de Reuters y AP, originado en Ciudad del
Vaticano, publicado en El Nacional el
20 de diciembre de 2004, dio cuenta de lo declarado al respecto por el papa
Juan Pablo II:
-La
imagen del árbol de Navidad —afirmó- significa que la vida siempre se mantiene
verde si se regala, no cosas materiales, sino a uno mismo a través de la
amistad, el afecto sincero, la ayuda y el perdón, así como pasando más tiempo
juntos escuchándose los unos a los otros.
Agregó
el Pontífice que el mensaje del árbol de Navidad es el que la vida no muere si
se hace un don, no tanto de cosas materiales sino de si mismos, y señaló que el
árbol de Navidad es parte de la tradición cristiana vinculada a este día.
En
la revista Estampas, de El Universal,
correspondiente al 28 de noviembre de 1999 (“Arbolitos/ Entre la tierra y el
cielo”) se esclarece que la costumbre de colocar árboles de abeto o de pino en
las casas durante la Navidad tuvo su origen en la región de Alsacia, donde en
la actualidad se asientan Francia y Alemania, en el siglo XVII, y al parecer,
“la tradición de adornar árboles surgió de la antigua creencia germana de que
uno gigantesco sostenía al mundo y de que en sus ramas se sujetaban las
estrellas, el Sol y la Luna —lo que en cierta forma explicarla los adornos de
luces”; que se trata de una costumbre pagana en sus orígenes, pues “muchos siglos
antes varios pueblos utilizaban el árbol como símbolo de la unión entre lo
terrenal y lo sagrado, porque ahonda sus raíces en la tierra y se levanta hacia
el cielo”. Que “las tribus nórdicas europeas y americanas y algunos grupos como
los druidas tenían árboles sagrados alrededor de los que se reunían para entrar
en contacto con Dios”.
Según
Estampas, “Cuenta la historia que fue
un misionero inglés de Alemania el que, en el siglo VII, adoptó esta tradición,
dándole un sentido cristiano y haciendo que el árbol adornado fuera también
símbolo del nacimiento de Jesús”. Sin embargo, “Otros mencionan el famoso
episodio de la vida de Martín Lucero -cuando adornó con manzanas un árbol para
explicar los dones que los hombres recibían con el nacimiento de Cristo -como
el momento a partir del cual el cristianismo lo incorporó entre sus símbolos y
rituales. Y aunque algunos sostienen que lo del severo reformador fue sólo una
leyenda, lo que sí es cierto es que, con el protestantismo, el árbol pasó a
Inglaterra, Francia, Estados Unidos y, años más tarde, al resto de los países
de América”.
¿Cuándo
llega el árbol de Navidad a Venezuela? La publicación que venimos citando
explica que en nuestro país siempre se le había dado mayor importancia a la
elaboración del pesebre. No obstante, “se sabe que ya en 1892, una casa
comercial (la quincalla de San Pablo de Guinand Freres) traía arbolitos,
adornos y velas, como una gran novedad para la Caracas pueblerina de ese
entonces”; pero “quienes lucían en sus casas semejantes atracciones eran las
familias ricas de la ciudad”. Empero, “Al pasar algunas décadas, y por
influencia de Estados Unidos, el árbol de Navidad se hizo presente en casi
todas las casas, llegando a desplazar al nacimiento”.
En
Margarita, Estado Nueva Esparta, fue
introducido por George Williams Rothe a finales del siglo XIX, según la
afirmación del poeta Rosauro Rosa Acosta, quien explicó que el primer árbol de
Navidad fue colocado en Porlamar. Después la tradición se arraigaría con los
margariteños que trabajaban en los campos petroleros y venían a la isla durante
las Pascuas.
Los
hay de todo tipo, hasta con pepas de zamuro, que aparte de sus evidentes signos
sagrados, sirve también para asegurar la buena suerte.
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