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| El fin de la propiedad de la tierra
Mientras se planifican proyectos de energía renovable, aquellos que se atrevan a oponerse serán victimas de expropiación
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Destacado Suscriptor,
El embargo de tierras se ha convertido en una estrategia para lograr políticas de cambio climático más ambiciosas, pero ¿a qué costo?
El cambio climático, la diversidad y la salud pública son solo excusas utilizadas por los comunistas para tomar el control de nuestras vidas. Quieren quitar la propiedad, limitar nuestra capacidad de autoprotección. ¡Es una estafa real que continúa a costa de los ciudadanos y su seguridad y libertad!
La energía limpia no es tan limpia como nos quieren hacer creer. Reducir el dióxido de carbono atmosférico puede ser perjudicial para la vida vegetal, lo que a su vez afectaría a la vida animal. ¿No parece más marrón que "verde"?
Es hora de cuestionar las narrativas que nos han impuesto y buscar soluciones reales. El tema climático es serio, pero debemos abordarlo de manera responsable y sin sacrificar nuestros derechos y bienestar.
En esta lectura entenderás un poco lo hay detrás del cambio climático y las medidas de presión que se están tomando.
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Equipo Destacadas
El sueño de emisiones netas de carbono cero (y su visión de cubrir cientos de millones de acres de tierra estadounidense con turbinas eólicas y paneles solares) se topa con la realidad de que la mayor parte de la tierra en Estados Unidos todavía es de propiedad privada y muchos estadounidenses no No quieren estas enormes instalaciones industriales cerca de sus hogares.
Por Kevin Stocklin
Pero eso puede resultar un impedimento temporal.
"Hay un gran esfuerzo bajo la administración Biden para consolidar el poder sobre la tierra y los recursos, porque quien posee la tierra y los recursos de una nación, controla a la gente", dijo Margaret Byfield, directora ejecutiva de American Stewards of Liberty, una organización sin fines de lucro de derechos de propiedad. dijo a La Gran Época.
Como ex ganadera de Nevada, se vio envuelta en una lucha de una década con las agencias federales por el control de su tierra, que finalmente perdió.
Hoy, ve venir otra apropiación de tierras en forma del Green New Deal y la industria de las energías renovables.
Los analistas especulan que para alcanzar los objetivos de cero emisiones netas y construir una infraestructura de energía renovable, será necesario convertir enormes extensiones de tierra para uso industrial.
Más grande que Texas
"Con las prácticas de ubicación actuales, se requiere un área del tamaño de Texas para acomodar la infraestructura eólica y solar que necesitamos para alcanzar emisiones netas cero en todo el país para 2050", dijo Katharine Hayhoe, científica jefe de The Nature Conservancy (TNC), una organización de energía renovable. defensor de la energía.
Alcanzar el objetivo de emisiones netas cero de dióxido de carbono (CO2) para 2050 requeriría consumir más de 250.000 millas cuadradas, o 160 millones de acres, de tierra, según el informe de mayo de TNC .
Sin embargo, los autores son optimistas en cuanto a que el consumo de tierra podría reducirse a un área del tamaño de Arizona si la industria renovable sigue los procedimientos de “reducción de impacto” de TNC.
Estos grandes planes se ven obstaculizados por el hecho de que el 70 por ciento , o 1.300 millones de acres, de la tierra en los 48 estados contiguos es actualmente de propiedad privada, y sus propietarios a menudo se niegan a permitir paneles solares, turbinas eólicas, líneas eléctricas y carbono. tuberías a instalar.
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Según la base de datos Renewable Rejection Database , compilada por el periodista y autor Robert Bryce, más de 600 comunidades en todo Estados Unidos han bloqueado o prohibido hasta ahora grandes proyectos solares y eólicos y otras empresas de energía renovable que creen que dañarán el medio ambiente local.
Suscrito“Se trata de valores de propiedad, se trata de mantener el carácter de sus vecindarios en sus ciudades, en sus condados”, dijo Bryce. "Y esto es algo que ha estado sucediendo desde Maine hasta Hawaii".
Dominio eminente
Sin embargo, para la industria neta cero, centralizar los derechos sobre la tierra puede resolver este problema.
Un informe de 2020 de los profesores de la Facultad de Derecho de Vanderbilt, JB Ruhl y James Salzman, afirma que “los objetivos de infraestructura multifacéticos del Green New Deal serán imposibles de lograr en los plazos deseados si las leyes federales, estatales y locales existentes sobre ubicación y protección ambiental Se aplican regímenes”.
“Los intereses empresariales, laborales, de derechos de propiedad, de protección ambiental y de justicia social los utilizarán para llevar el Green New Deal a paso de tortuga”, se lee en el informe.
“Este ensayo es un llamado a las armas por la necesidad de diseñar nuevas leyes verdes para el Green New Deal”.
Los autores abogan por “procesos preventivos más ágiles, de arriba hacia abajo, así como por un uso extensivo de poderes de expropiación” para acelerar el desarrollo de proyectos eólicos y solares.
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De acuerdo con esta opinión, Jamie Dimon, director ejecutivo de JPMorgan Chase & Co., el banco más grande de Estados Unidos, dijo en una carta de abril a los accionistas que los gobiernos, las corporaciones y las organizaciones no gubernamentales deben unirse detrás de una "inversión global masiva en tecnologías de energía limpia".
"Es posible que incluso necesitemos invocar la expropiación", escribió.
Esta creencia resuena entre los funcionarios gubernamentales, tanto a nivel federal como también dentro de los estados de tendencia izquierdista.
En noviembre, la Legislatura de Michigan, controlada por los demócratas, aprobó una ley que tiene como objetivo quitar el control del uso de la tierra a las comunidades locales y entregárselo a funcionarios estatales para proyectos de energía renovable.
Según la nueva ley de Michigan , se otorgan permisos para parques solares con una capacidad de 50 megavatios o más; instalaciones eólicas de 100 megavatios o más; y las instalaciones de almacenamiento de energía con una capacidad de 50 megavatios o más y una capacidad de descarga de 200 megavatios o más ahora estarán bajo el control de la Comisión de Servicios Públicos de Michigan.
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Esto eliminará el impedimento de la resistencia local a proyectos de energía renovable a gran escala.
Según una declaración del senador del estado de Michigan, John Damoose, un republicano que se opuso a la ley, quienes la impulsaron “sabían que las comunidades no querrían estar repletas de parques eólicos y paneles solares, por lo que tuvieron que presentar más proyectos de ley que otorgaran el estado el poder de anular a las comunidades locales”.
Dominio más eminente
Además de la autoridad gubernamental, las empresas privadas también buscan el poder de apoderarse de tierras en nombre del cero neto.
Actualmente se está desarrollando un caso de prueba en los estados occidentales sobre proyectos de oleoductos de captura de carbono, en los que las empresas privadas están intentando apoderarse de las tierras de las personas mediante expropiación, dicen los conocedores.
Dos empresas, Summit Carbon Solutions y Navigator CO2 Ventures, han estado intentando construir tuberías de captura de carbono a través de cinco estados del oeste.
El proyecto de captura de carbono de Navigator, llamado Heartland Greenway, capturaría 15 millones de toneladas de emisiones de CO2 por año de las plantas de etanol y las conduciría hasta donde podrían enterrarse a miles de pies bajo tierra.
El proyecto propuesto por la Cumbre es más grande y se prevé que capture 18 millones de toneladas de CO2. Se conectaría a más de 30 plantas de etanol en Iowa, Nebraska, Dakota del Sur, Minnesota y Dakota del Norte, donde finalmente se secuestraría el CO2.
Estas empresas habrían recibido subsidios federales de 50 dólares por tonelada de CO2 secuestrada bajo la administración Trump.
Según la Ley de Reducción de la Inflación del presidente Joe Biden, estos subsidios se incrementaron a 85 dólares por tonelada, además de lo que los propietarios de oleoductos recibirían de los productores de etanol.
“Es un gran despilfarro y se puede ganar un montón de dinero”, dijo la representante estatal de Dakota del Sur, Karla Lems.
"Pero el verdadero problema es que tienen que construir este oleoducto a través de propiedad privada".
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La forma en que se ha logrado es mediante empresas que se declaran “transportistas comunes”, lo que históricamente ha sido una designación para ferrocarriles, compañías de agua y gasoductos.
Esta designación permite a las empresas privadas apoderarse de tierras de propiedad privada mediante expropiación.
Según la Sra. Lems, Summit entregó documentos a más de 150 propietarios de tierras en Dakota del Sur expropiando partes de sus tierras, lo que permitió a la empresa acceder a ellas.
"Mi mayor preocupación es que estemos sentando un precedente", dijo. “Se trata de una expropiación para beneficio privado.
“Vienen y dicen: 'Necesitamos una servidumbre sobre su propiedad, y ustedes nos la darán, de una manera u otra, porque somos transportistas públicos y tenemos derecho a dominio eminente'. "
Las empresas intentaron negociar con los propietarios de tierras, dijo Lems, "pero básicamente, tienen ese gran garrote de expropiación en su bolsillo trasero y no tienen miedo de usarlo".
Si el oleoducto tiene éxito, “la energía solar y la eólica estarán justo detrás de ellos”.
Navigator, que pertenece en un 84 por ciento al gigante de la gestión de activos BlackRock, ha suspendido su proyecto debido a la resistencia local y, según se informa, no ha intentado apoderarse de tierras mediante expropiación.
Pero Summit continúa impulsando su plan de oleoducto.
En una carta dirigida a la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, 22 representantes estatales dijeron que “el 'Nuevo Trato Verde' que se ha impuesto a Dakota del Sur debido a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas no encaja con nuestra Declaración de Derechos".
"La narrativa falsa que dice que las puntuaciones ESG [ambientales, sociales y de gobernanza] vinculadas a la puntuación de carbono 'neto cero' repararán el daño causado por el capitalismo va en contra de la naturaleza misma de nuestros fundadores", escribieron los legisladores estatales.
"Las empresas que se beneficiarán de estos proyectos lo harán a expensas de los derechos de propiedad de los individuos".
Muchos legisladores de los gobiernos estatales apoyan el proyecto y los productores de etanol dicen que necesitan los créditos de carbono que les otorgará el oleoducto para poder seguir operando de manera rentable.
Pero los críticos del proyecto cuestionan por qué la industria y los paisajes locales deben reconfigurarse para cumplir con los objetivos de calentamiento global de la administración Biden y otros.
"Es una locura la cantidad de presión política para lograr esto", dijo la Sra. Lems.
“¿Por qué tenemos que aceptar las reglas del Foro Económico Mundial? Formemos una coalición que diga que no vamos a seguir esas reglas; no tienen sentido”.
Los críticos de la agenda net-zero señalan que todo el dinero que se gasta y la tierra que se adquiere en nombre del cero neto no pueden lograr reducir las temperaturas globales.
Derechos de propiedad y libertad política
Además de la adquisición de tierras para cero emisiones netas, la administración Biden anunció su programa 30x30 en una orden ejecutiva de enero de 2021 . La orden establece que el 30 por ciento de la tierra y el agua de Estados Unidos deben reservarse para su "conservación" para 2030.
Si bien los partidarios de este plan lo han caracterizado como “voluntario” y “de base”, los opositores lo han considerado una apropiación federal de tierras y les preocupa que incluya nuevos mandatos gubernamentales sobre la propiedad privada.
Según la Sra. Byfield, los fundadores de Estados Unidos querían la propiedad privada de la tierra y la propiedad porque los derechos de propiedad y los derechos políticos van de la mano.
La costa este es en gran parte de propiedad privada, pero la tierra en el oeste, que se desarrolló bajo un conjunto diferente de creencias, está federalizada en aproximadamente un 50 por ciento", dijo.
“Nuestros fundadores querían una separación de poderes, lo que significaba que la gente, los ciudadanos, los pequeños terratenientes, la clase media, serían dueños de nuestros recursos naturales.
"Y ahora estamos avanzando hacia la consolidación del poder, y la gente tiene la menor cantidad de poder".
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