Todo hueco tiene una salida
Tercera entrega cine foro de La Vida es Bella (LINK)
La potencia de saber para qué naciste no la puede detener ninguna fuerza exterior a ti, te hace un super héroe. No es que hayas superado tus defectos de carácter y pequeños o grandes vicios, pero te da la fuerza para enfrentar cualquier obstáculo, interno o externo, para que aquello por lo que naciste se haga una rotunda y cristalina realidad… de eso trata la película sobre la vida de George Bailey, el momento en que él descubre para que nació.
Tu esperanza es un RELATO… ¡descúbrelo!
Viktor Frankl fue un psiquiatra judío que fue arrestado en 1942 y enviado con sus padres, hermana, esposa e hijos a campos de concentración; sólo él y su hermana sobrevivieron. En su libro, El Hombre en Busca de Sentido (1946), Frankl relata qué fue lo que a él y a otros prisioneros les permitió sobrevivir los campos de concentración… no es diferente para todos los que hemos vivido vidas de relativa paz o inconsecuente trauma, todos necesitamos significado y esperanza para avanzar en la vida.
Los campos de concentración nazis era fábricas de anihilación, desespero, desolación y muerte. Trabajos forzosos sin ningún sentido, trato inhumano, mala alimentación, cámaras de gas… eran centros de tortura, de aniquilación del alma. Frankl, cada tarde en los campamentos donde estuvo, luego de un día de tormento, ofrecía terapia a sus compañeros de celda; recuenta como uno tenía la ilusión de volver a hornear pan para otros, otro se ilusionaba con volver con su familia y reunirse para cenar, otro volver con su pareja sentimental para casarse. Los que sobrevivieron fueron los que fueron capaces de mantener dicho relato. Para Frankl era ayudar a personas a encontrar sentido y orientación a la descomunal adversidad que les sobrevenía cada día.
La Esperanza es un relato que nos contamos y creemos,
no es un objeto de nuestra voluntad o una actitud.
Pues si es un relato, nos vale la pena el esfuerzo de descubrir y conectar conscientemente con él.
George Bailey visionó un relato destructor
Es curioso, todo en nuestra psique la integramos como un relato: si nos molestamos con alguien, es porque el relato que “interpretamos” de sus actos nos incomoda o nos peina a contra pelo de lo que creemos. Si nos esforzamos y sacrificamos tiempo o recursos para adquirir un juguete, es por el relato que se desprende de ello: que seamos reconocidos o que nos sintamos exitosos o cómo vamos a sentirnos conduciendo tal carro o moto… todo lo visionamos, lo formulamos en un relato, consciente o inconsciente, y esa energía nos mueve en una dirección.
George juzgaba el mundo en blanco y negro, y cuando él se vio a sí mismo en el lado “negro” por las circunstancias, se vio con las mismas opciones de cambiar que juzgaba a Mr. Potter, ¡NINGUNA! Por eso la muerte era la única salida… y mejor aún si cubría el “desfalco” y su familia no sufría la consecuencia del relato que él veía.
¿Cuál fue el punto de giro en la trama macabra de George?
Disculpen si hago un paréntesis, pero cuando me separé y vivía atormentado por la visión de separación de mis hijas, de la vida que hasta hacía sólo unas pocas semanas antes me había esforzado por 15 años en construir, me sentía como un fracasado… estaba desesperado no viendo ninguna salida de aquel tormento, pero mi propia muerte. Entonces escuche a un psicólogo decir:
“¿Quieres saber por qué estás donde estas?
Porque no te preguntas,
¿Qué estupidez estoy continuamente haciendo
para encontrarme en la situación que estoy?”
Cuando George pide ayuda, lo primero que recibe es un puñetazo. Luego, cuando va al puente a lanzarse a su muerte, aparece el ángel para salvar el momento. Aquí concluyo con el paréntesis: para mí fue la sonrisa de mi hija de 5 años, “si yo moría, le borraría esa sonrisa por mucho tiempo”… eso fue lo que a mí me salvó.
Son pocos los que pueden ver ángeles
¿Cuál es la respuesta de George al saber que un ángel vino a ayudarle?
Él se ve a sí mismo como un fracasado, a sus ojos es cierto, no había cumplido ninguna de las metas que se trazó desde niño, ni emprendió aventuras, ni conoció otros países ni territorios, ni siquiera salió de “este mísero pueblo, Bedford Falls.” Sus metas y “grandes planes” no le permitían ver lo que a través de todos los años había hecho: ayudar a gente que él veía como buena a conseguir su casa, o poder emprender un negocio, o ayudar a su padre, luego no dejar que el legado de su padre se destruyera, o ayudar a su hermano para que estudiara en la universidad. George no veía lo verdaderamente era valioso y que tenía frente a sus ojos porque lo que visionaba como precioso estaba más allá.
George no recibe el mensaje que el ángel Clarence vino a darle; y fue una frase que sale de sus labios la que le indica al ángel la dirección que debe tomar para ayudarle.
“Más me valdría no haber nacido” George Bailey
Es curioso como todos y cada uno de nosotros somos como células de un “cuerpo”, pertenecemos a algún tejido u órgano que en el tiempo cuenta con trillones de células. Creemos que una célula no tiene mayor incidencia en el espectro del cuerpo y del tiempo que las células sobreviven en él. Algunas células viven unas horas y otras hasta 10 años y, todas y cada una de ellas, afectan su entorno. Creemos que somos individuos y que nuestras acciones, nuestra moral, nuestros errores y aciertos generan los frutos que cosecho individualmente… no es así. No es así con nosotros ni con ningún sistema. Todos nos afectamos unos a otros y nuestras acciones afectan todo nuestro sistema social, laboral y familiar1
1 [investigué este tema en un artículo EL NOMBRE DE DIOS y en inglés THE NAMES OF GOD, por si quieres leerlos o compartirlos].
Desde que el ángel Clarence la muestra a George al pueblo que él aborrecía, le muestra una vida sin su “pequeño” aporte, él pelea con el ángel, sin aceptar el importante relato de su vida. Pero al final, un Bedford Falls sin George Bailey era un mundo más mezquino, más escaso, más perdido.
Puede que tú no hayas sido tan buena persona como George Bailey, que si miras atrás no verás una cadena de bondad, buena voluntad y apoyo a otros; la mayoría de nosotros no es esa la vida que hemos vivido.
Para que las cosas cambien, tienes que cambiar el relato que te cuentas
Primero tienes que saber que te vienes contando un relato, y la vida que tienes es el resultado de ese relato… cuando lo reconoces: tu alma, tu espíritu, tu “algo que tienes dentro”… te das cuenta que te está invitando a que veas el relato que puedes en verdad crear… lo hará, aunque sea llevándote al borde un puente para perderlo todo.
Si hiciéramos una revisión consciente de nuestro pasado, la mayoría descubrimos mentiras, egoísmo, traición, indiferencia, con unas pequeñas islas flotando en ello de bondad, cariño y apoyo a otros; somos una amalgama de claros oscuros. Pero, mi experiencia de vida me confirma que cuando ves la vida que has vivido, con todos sus obstáculos, todas tus caídas y carencias, si en verdad reconoces tus errores y las estupideces que has cometido, es entonces cuando algo se despierta dentro tuyo y te muestra el camino que debes seguir. Entonces, al igual que George al desenlace del film, aún la cárcel le parece un escalón de subida.
Yo no sé si lloraste viendo la película, o cuándo te emocionaste; para mí fue cuando George descubre que volvió a su vida, sabiendo lo que ahora sí sabe de sí mismo, del sentido que ha aportado con todo lo que ha hecho. Pero lo crucial es el resultado: efervece su alegría (y ahí es cuando yo lloro) porque su vida nunca más será la misma, nada podrá detenerle ni obstaculizar su avance.
Sin embargo, no te engaño, la vida es complicada, está minada de pruebas y obstáculos, aun cuando hayas descubierto quién puedes llegar a ser… y para sortearlo todo necesitamos ayuda. Pide ayuda… ya vendrá tu ÁNGEL a mostrarte el camino. Sé dócil, déjate guiar, reconoce tus fallas y no te desanimes, somos muchos más de lo que crees y afectamos con nuestros pequeños gestos y aportes la vida de muchas personas, especialmente la de aquellos que quieres.
Hay magia en la vida
Yo sé que The Wizard of OZ (1925) [ES: El Mago de OZ] es una película que algunos pueden sentir fastidiosa y hasta tonta… pero igual que en la sencillez de un niño hay increíble profundidad, creo interesante esta película, precisamente para recordar que detrás de toda la estructura artificial del mundo, se esconden verdades como montañas… y éstas pueden enseñarnos algo relevante para nuestro provecho.
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