¿Vendrá a la Argentina la expresidente María Estela Martínez de Perón?
Javier Milei invitó a todos los exmandatarios argentinos a la firma del Pacto de Mayo en Tucumán. La viuda de Perón, que lo sucedió en el cargo y fue echada por la dictadura, el gran misterio de la convocatoria.
![Isabel Perón](https://cdn.panampost.com/wp-content/uploads/2024/06/Isabel-Peron-1.jpg)
En el imaginario general, sobre todo de las generaciones más jóvenes, la idea de una “presidenta” de Argentina remite exclusivamente a una sola mujer: Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, la historia nacional (y del peronismo) es más extensa y compleja. Aunque a muchos los tome por sorpresa, CFK no fue la primer presidente. A mediados de los setenta, otra viuda peronista, se calzó la banda presidencial. Sin embargo, fue por poco tiempo.
En el extenso exilio luego del golpe de 1955, Juan Domingo Perón utilizó todas las herramientas posibles para generar las condiciones que garanticen su retorno a la Argentina y a la presidencia. En aquellos años de democracia frágil, con proscripción peronista y débiles gobiernos radicales, que eran interrumpidos por golpes militares, el general utilizó dos facciones antagónicas para fomentar su vuelta al país. Una era la “ortodoxia” sindical, categorizada como la “extrema derecha” del movimiento. La otra, la juventud Montonera, que terminó tomando las armas para buscar el camino al socialismo, cuando el viejo Perón los defraudó ni bien volvió a la Casa Rosada.
Al haber construido políticamente con dos grupos antagonistas ideológicamente, la dupla para las elecciones de 1973 representaban un desafío para el viejo caudillo. No podía elegir de vicepresidente a nadie vinculado a la izquierda o a la derecha peronista, ya que cualquier compañero de fórmula iba a ser considerado como un guiño para uno u otro espacio. La elección no fue la más responsable desde lo institucional, sobre todo, teniendo en cuenta que Perón estaba viejo y enfermo. La que lo acompañó fue su esposa, María Estela Martínez, conocida como “Isabelita”. Menos de un año después, el 1 de julio de 1974, asumió como presidente, como indica la Constitución, tras la muerte de su esposo.
Sin embargo, la viuda no terminó su gobierno. En el marco de una complicada situación económica, la violencia de las organizaciones guerrilleras (tanto del peronismo de izquierda como del marxismo del ERP) y una clase política que no quería hacerse cargo de la situación, Martínez de Perón sufrió el golpe de Estado encabezado por Jorge Rafael Videla. Los militares la detuvieron durante cinco años, por temor a su influencia dentro del peronismo, y finalmente se exilió en España desde 1981.
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Aunque retorno de visita en un par de oportunidades, donde estuvo con los expresidentes Raúl Alfonsín y Carlos Menem, hace varios años que Isabelita no pisa suelo argentino. En 2007, dos jueces argentinos solicitaron a España la extradición, para juzgar a la expresidente por supuestos crímenes de lesa humanidad. Se la acusaba de ser responsable en la primera etapa de la represión a la guerrilla, por medio de los decretos de “aniquilamiento”, que entraron en vigencia durante el período constitucional.
Aunque España no la extraditó, Martínez de Perón estuvo detenida en su domicilio de Madrid. Finalmente, la justicia española dictaminó que los delitos que se le imputaban estaban prescriptos y que no estaban dentro de lo que se denomina lesa humanidad. Ya en 2017, la Corte Suprema de Justicia argentina decidió rechazar la vinculación de la exmandataria con el denominado “Operativo Independencia”, que tuvo lugar en Tucumán.
Sin embargo, la viuda de Perón no volvió a la Argentina.
Su figura ha sido opacada por el mismo peronismo que fundó su marido, durante los años del kirchnerismo. Casi que hicieron como que no existió, ya que les resulta una figura histórica viva incómoda. Para ellos, la “presidenta peronista” es solamente Cristina.
Ahora, Javier Milei la invitó junto a los otros expresidentes a firmar el Pacto de Mayo el próximo 9 de julio. El actual mandatario hizo una convocatoria sin prejuicios “partidarios”. Eduardo Duhalde y Mauricio Macri seguramente digan presente. Cristina y Alberto Fernández, es poco probable que asistan. ¿Isabelita? Todo un misterio.
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