Sanciones o amnistía: el todo o nada de EEUU con Maduro
Cualquier paso en falso de Maduro en los próximos días definirá su futuro. Si opta por aferrarse a Miraflores, aunque los votos en la jornada comicial favorezcan al candidato de la oposición, Edmundo González, su estadía ilegítima en el poder activará nuevas restricciones en contra de la dictadura chavista.
Estados Unidos sólo tiene dos caminos para el régimen de Nicolás Maduro después de las elecciones del próximo 28 de julio: más sanciones si desiste de abandonar la Presidencia o una amnistía, para que la salida democrática sea posible después de 25 años de chavismo ininterrumpido.
Cualquier paso en falso de Maduro en los próximos días definirá su futuro. Si opta por aferrarse a Miraflores, aunque los votos en la jornada comicial favorezcan al candidato de la oposición, Edmundo González, su estadía ilegítima en el poder activará nuevas restricciones en contra de la dictadura chavista.
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El gobierno de Joe Biden está determinado a actuar en esa dirección y dejar atrás el acercamiento propició desde el arribo del líder demócrata a la Presidencia. Washington tiene en una balanza la represión de manifestantes pacíficos en Venezuela en los últimos años, la prohibición arbitraria de la candidatura de la dirigente de Vente Venezuela, María Corina Machado, así como también la revocación de la invitación de la Unión Europea para servir como observadora internacional de las elecciones del domingo.
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La lista de abusos no resiste agregar uno más. De hecho, ABC adelanta que varios funcionarios del Ejecutivo, al igual que de la diplomacia estadounidense, coinciden en la inevitable aplicación sanciones a Maduro y su cúpula. Incluso, consideran aumentar la severidad añadiendo a Brasil, Colombia y México como aliados en la imposición y ejecución de estas.
Más severidad en agenda
Se trataría de una “campaña de presión máxima para aislar todavía más al dictador Nicolás Maduro”, según se indica en el medio español. Si es así, quedaría claro que la indulgencia con el chavismo no sólo fue torpeza o buena fe, sino una evidente ingenuidad política ante una tiranía que desconoce los escrúpulos.
Ni la liberación de Alex Saab, acusado de ser el testaferro de Maduro, de la cárcel federal de Miami , pese a las sospechas de fraude con los fondos destinados para la ayuda humanitaria de Venezuela, ni la excarcelación de dos sobrinos del dictador condenado por narcotráfico, redujo la corrupción ni la arbitrariedad.
Mientras, el Acuerdo de Barbados resultó letra muerta. Aunque suponía el respeto de los derechos políticos y las garantías electorales para las presidenciales de 2024, Maduro incumplió. Sus últimas amenazas hablan por sí solas.
Biden enfrenta el costo de su candidez. Facilitar a Maduro la Licencia General 41, que autoriza las operaciones de petróleo y gas de Chevron con Venezuela, permitió el retorno de los bonos soberanos y de la estatal petrolera PDVSA al Índice de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI) de JPMorgan. Además, otorgar una licencia a la petrolera francesa Maurel & Prom (M&P) para garantizar las operaciones de Petroregional del Lago, su empresa mixta con PDVSA, no ha servido para avanzar hacia unas elecciones libres. Hoy, Biden lo sabe.
Cautela estadounidense con amnistía
“Ni los republicanos ni la mayoría de demócrata creen que se estén dando las condiciones para unas elecciones en las que la dictadura va a permitir su autoliquidación”, informa ABC.
La víspera de las elecciones presidenciales es crucial. El senador Marco Rubio, quien integra la comisión de Inteligencia, insiste en que “Maduro no puede ganar una elección, o se la va a robar, o va a matar a alguien, o va a buscar alguna excusa para evitar las elecciones”.
Frente a este pronóstico, el exembajador especial del gobierno de Donald Trump para Venezuela, Elliott Abrams, plantea la posibilidad de ofrecer a Maduro una amnistía. Con el beneficio, el chavismo sortearía la detención de sus líderes, al igual que los juicios pendientes desde 2022, por integrar un cartel de narcotráfico y acciones terroristas, en perjuicio de la población estadounidense.
La propuesta es tentadora. Sobre todo para Maduro, quien ante una derrota electoral pactaría su libertad para evitar la prisión. Ello implicaría escapar de un castigo judicial por sus abusos, pero “es un ingrediente necesario para poner fin a la dictadura y transitar hacia la democracia en muchos casos”, dice Abrams.
Sin embargo, prevalecen las dudas de otorgar la amnistía. Falta esperar no sólo los resultados de los comicios sino aguardar a la respuesta de Maduro en caso de perder la contienda.
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