En Fátima, Portugal, el fenómeno anunciado el 13 de mayo de 1917* por la Virgen a los tres niños videntes, Lucía, Jacinta y Francisco para el 13 de octubre de 1917 fue una “danza del sol”. Ese día, una multitud de 70,000 personas observó los movimientos en el cielo. El corresponsal especial del periódico portugués O Seculo (El siglo), Avelino di Almeida, laico y no creyente, lo describió con gran precisión en su artículo.
Los científicos tratan de explicar esto por una rara conjunción de elementos meteorológicos (formación de una masa de aire en forma de lente, la cual produce vientos contrarios que, por inversión de temperaturas, la hacen girar sobre sí misma y luego subir y bajar en un movimiento elíptico; si además esta masa está cargada de partículas de hielo, entonces puede reflejar el sol, dando la impresión de que está “bailando”); en cambio, no pueden explicar el hecho de que este fenómeno haya ocurrido en el lugar previsto, ¡en el día señalado y a la hora señalada!
Estos sorprendentes acontecimientos fueron retomados en los días siguientes por toda la prensa portuguesa, cristiana o anticlerical, todos los periodistas habían visto exactamente lo mismo.
Existen numerosas fotografías y se han recogido testimonios desde hasta 40 km de distancia. En el diario laico O Seculo incluso apareció, en primera plana, el milagro del sol, con un reportaje y fotografías totalmente coherentes con lo que todos vieron.
Tras el “milagro del sol”, el obispado de Leira, Fátima, reunió miles de testimonios escritos, todos los cuales coinciden. Los hechos milagrosos fueron rápidamente reconocidos por la Iglesia.
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