¿Encubre el gobierno de Boric a subsecretario acusado de violación?
El revuelo por la denuncia contra Eduardo Monsalve es absoluto, después de la filtración del testimonio que la presunta víctima entregó a la Policía de Investigaciones (PDI), en el cual afirma que su jefe la contactó con fines extralaborales mediante la aplicación Signal, cuyos mensajes son encriptados y la duración de estos no supera los 30 segundos.
Si ya el manejo de la crisis de seguridad estaba complicado para el gobierno del presidente chileno, Gabriel Boric, la renuncia del subsecretario de Interior, Manuel Monsalve, tras una acusación de abuso sexual en su contra por parte de una asesora del despacho, terminó por empeorar la débil reputación del Ejecutivo. Ahora, lo que prevalecen son las dudas sobre si el mandatario encubre estos hechos.
El revuelo por la denuncia contra Monsalve es absoluto, después de la filtración del testimonio que la presunta víctima entregó a la Policía de Investigaciones (PDI), en el cual afirma que su jefe la contactó con fines extralaborales mediante la aplicación Signal, cuyos mensajes son encriptados y la duración de estos no supera los 30 segundos.
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Según la funcionaria, Monsalve la citó en un restaurante peruano del centro de Santiago donde ambos compartieron tres cócteles. Después de tomarlos, la denunciante asegura que no recuerda nada, solo que despertó en la habitación de un hotel donde reside Monsalve en la capital austral, debido a que su domicilio se ubica en la región de Valparaíso, según informa La Cuarta.
En su declaración asegura que estaba sin su ropa, que habían manchas de sangre en la cama y Monsalve estaba junto a ella. Si bien le preguntó por qué tenía una lesión en su muñeca derecha, él habría respondido que quizás ella se había hecho esa herida.
La mujer precisó que el también militante socialista manifestó que había perdido la consciencia y le pasó a describir un episodio de un taxi, en el que ella habría intentado irse.
Gobierno con contradicciones
Las diligencias para indagar lo sucedido están desarrollo. La PDI incautó las cámaras del hotel y el teléfono de Monsalve, mientras que la Fiscalía Metropolitana Centro Norte colectó en las últimas horas diez testigos. El 14 de octubre comenzó la indagatoria. Esa es la fecha que el fiscal Xavier Armendáriz reconoció todo esto ante los medios de comunicación. Sin embargo, la denunciante refiere que el aparente ataque ocurrió el 23 de septiembre y desde entonces, interpuso la querella.
Significa que el proceso contra Monsalve trascendió a la opinión pública 20 días después, ¿había ya información de este caso de forma previa en La Moneda? Con un vínculo diario y estrecho entre las instituciones policiales y judiciales parece sensato pensar que sí. Desde el Palacio de Gobierno las versiones al respecto divagan entre dudas y contradicciones.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, sostiene que ella y Boric sólo conocieron la situación dos días antes de que estallara el escándalo en la prensa. “Desconozco la denuncia, así que no me puedo pronunciar sobre ese punto. Este es un asunto que corresponde al Ministerio de Interior”, declaró el ministro de Justicia, Luis Cordero, antes de ser nombrado reemplazo de Monsalve. ¿Lo encubre Boric? Hasta ahora el mandatario no habla.
Caída en desgracia
La caída en desgracia de Monsalve enloda al Ejecutivo, especialmente, por el auge de la criminalidad en la nación austral. Quizá ello explica la dilatación de un pronunciamiento, sobre todo cuando existe un precedente del manejo casi exprés del presidente Boric cuando se conoció la denuncia de acoso sexual contra el subsecretario de Previsión Social, Christián Larraín, quien terminó destituido el 26 de mayo del año pasado, una semana después de la presentación de la acusación en su contra.
Además, Boric también arrastra una denuncia de acoso sexual en su contra que empañó su campaña presidencial en julio de 2021. “Es un cerdo que me acosaba cuando trabajé con él en la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile. No entiendo ni entenderé nunca a nadie que le haga campaña, sobre todo si se declara feminista”. Este mensaje viralizado en redes sociales por una excompañera del de Boric lo presionó.
La mujer confesó que vivió “hechos de violencia” y precisó que los denunció ante Izquierda Autónoma y el Movimiento Autonomista, organizaciones que formaban parte del Frente Amplio y luego evolucionaron hasta convertirse en la Convergencia Social. Sin embargo, la joven no obtuvo respuestas efectivas. A Monsalve le tocará diferente. Lo sabe. Él -hasta ahora- confía en que demostrará su inocencia.
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