México envía 400.000 barriles de petróleo a Cuba para sostener la dictadura
El gobierno de Claudia Sheinbaum promete mantener la estrecha relación con Miguel Díaz-Canel que tuvo López Obrador, e incluso elevar la ayuda a La Habana. El más reciente despacho de crudo así lo confirma
El anterior gobierno mexicano, que presidió Andrés Manuel López Obrador, no estuvo dispuesto a soltarle la mano al régimen cubano de Miguel Díaz-Canel, y la actual gestión de su sucesora, Claudia Sheinbaum, tampoco lo hará. Por el contrario, la mandataria oxigenará a sus aliados de La Habana con 400.000 barriles de petróleo que salieron desde el puerto mexicano de Pajaritos rumbo a la isla a bordo del tanquero Vilma.
Lo que muestra este gesto de la recién juramentada presidente de México es que la amistad con el castrismo en Cuba continuará a costa del bolsillo de los contribuyentes mexicanos. Y es que por la poca capacidad de pago de dicho régimen, se sospecha que esos envíos terminarán siendo saldados con intercambios o donaciones. Otro dato no menor es que el nuevo cargamento es muy superior a los 20000 barriles diarios (bpd) de crudo Olmeca suministrados de enero a septiembre y que llegaron principalmente a Cienfuegos, según cifras de la agencia Reuters.
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La falta de claridad con los mexicanos producto de estos envíos no es algo que importe demasiado en el Palacio Nacional. En apenas cuatro meses de 2023, AMLO entregó a Cuba hasta dos millones de barriles, convirtiéndose para ese momento en el segundo mayor proveedor de crudo a la isla, solo por detrás de Venezuela. Todo para salvar a Miguel Díaz-Canel de la crisis energética –por centrales termoeléctricas dependientes del combustible– que dejó completamente a oscuras al país hace menos de 15 días. ¿La causa? Más de 60 años de dictadura, falta de mantenimiento, corrupción e intervencionismo estatal que ahuyenta la inversión privada. Pero el castrismo prefiere culpar al “bloqueo” y la falta de suministro petrolero.
Sin solución a largo plazo para los apagones en Cuba
El apagón masivo llevó nuevamente a los cubanos a las calles, despertando el espíritu del 11 de julio de 2021, cuando las mayores protestas en dos décadas estallaron en la isla. Según la ONG Justicia 11J, esta vez hubo al menos 48 manifestaciones y cinco detenciones en nueve provincias de Cuba entre el 18 y el 24 de octubre.
Con los ánimos caldeados en las calles, no fue una sorpresa que el dictador pidiera ayuda al gobierno mexicano, que no tardó en concedérsela. Como afirma Arturo McFields Yescas, exembajador de Nicaragua ante la OEA, el país que hoy dirige Claudia Sheinbaum cumple el papel de “la nueva Unión Soviética de Cuba”.
A pesar de la ayuda, los apagones no cesan en la isla. Este 29 de octubre afectaron al 42 % del país, uno de los porcentajes más elevados del año. En otras palabras, la capacidad máxima de generación eléctrica solo alcanzaba a cubrir 1902 megavatios (MW) frente a una demanda que llegaría a los 3150 MW, según admitió la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE).
El informe diario del régimen, replicado por la agencia EFE, menciona que tres unidades de generación se encuentran averiadas y otras tres en mantenimiento. Además, “66 centrales de generación distribuida están fuera de servicio por falta de combustible (diésel y fueloil)”. Ni siquiera las centrales eléctricas flotantes provenientes de Turquía han sido suficientes para aliviar la crisis energética.
Cuba, azotada por una profunda crisis multisectorial, vivió días oscuros no solo por el apagón masivo y los sucesivos cortes eléctricos que siguen vigentes, sino también por el paso del ciclón Óscar, que empeoró la situación para muchos cubanos. Si bien la ayuda internacional llegó en toneladas de medicamentos y otros suministros –la embajada mexicana donó 100 toneladas de carne molida (picadillo)– las personas evacuadas y los daños materiales siguen siendo noticia del día. En el medio, casi la mitad de la isla continúa quedándose sin luz, sin soluciones a largo plazo y dependiendo de la bondad de los principales aliados de la dictadura: Venezuela, México y Rusia.
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