La decadencia del régimen y los burdos argentinos chavistas que lo defienden
Nicolás Maduro está tan aislado que tiene que buscar personajes tan impresentables como irrelevantes para intentar mostrar algún respaldo internacional
Atrás quedaron los tiempos cuando Nicolás Maduro era condecorado por una Cristina Fernández de Kirchner, todopoderosa en Argentina. Ni siquiera tiene ya a un Diego Maradona, para que vaya a celebrar a la dictadura a cambio de lingotes de oro. Sin embargo, en el régimen chavista persiste el fetiche de mostrar rostros “internacionales” en sus pantomimas democráticas, como para tratar de engañar al mundo con un supuesto respaldo que ya no tienen, ni por parte de muchos aliados históricos.
Con Brasil soltándole la mano, con una CFK que hasta pidió ver las actas de las elecciones, y solamente con un Gustavo Petro timorato y con Cuba y Nicaragua, las caras que muestran Maduro y sus aliados evidencian la decadencia actual del régimen venezolano. Michelo, y los influencers de la “Liga de la justicia social”, se convirtieron en la triste imagen a la que el chavismo apela a la hora de mostrar el “respaldo argentino”.
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Acudir a estos personajes marginales, que viajan a Venezuela financiados por el régimen, demuestra una necesidad absoluta de cualquier cosa que les limpie la cara ante el mundo; pero al chavismo no le alcanza con financiarlos para que compartan sus materiales en las redes sociales. Las principales figuras de la dictadura, como el mismo Maduro o Diosdado Cabello, se mostraron en varias oportunidades con ellos, evidenciando que se trata de algo más que de una simple estrategia comunicacional.
Como era de esperar, la presencia de Michelo y los argentinos chavistas de la “Liga de la justicia social” causó indignación general. Tanto en los argentinos (que piden que no se les deje entrar al país si regresan, lo que lamentablemente no es constitucional), como en los venezolanos, que lamentan que el régimen utilice recursos del Estado para financiar a estos impresentables.
Con el tema del financiamiento en el centro del debate, estos argentinos chavistas decidieron defenderse mediante un video, donde, insólitamente, terminan reconociendo que fueron de viaje con todo pagado por el régimen. “Fuimos invitados al Congreso Mundial de Jóvenes, esta vez, realizado en Caracas”, dijo uno de ellos, mostrando la invitación donde se lee claramente que viajaban con todos los gastos pagos. Pocos minutos después, la red social X mostró en sus notas de la comunidad la aclaración que era más que evidente: el “Congreso Mundial de Jóvenes” no era otra cosa que el circo denominado por el régimen como “Festival mundial antifascista”.
Como para no dejar ninguna duda sobre el respaldo que tienen estos argentinos, absolutamente repudiados por la gran mayoría de sus compatriotas, la “Liga” de chavistas siguió su gira internacional visitando a Evo Morales. En el marco de las graves denuncias que pesan en su contra y del enfrentamiento con su propio delfín que hoy está de presidente en Bolivia, los influencers publicaron un video bailando con Morales, quien hace con su cabeza el “baile de Michelo”.
Que estos jóvenes causen indignación, es lógico. Lo evidente es la decadencia total de Maduro y Morales, que necesitan apelar a estos personajes tan impresentables como irrelevantes para tratar de “lavarse la cara” ante el mundo en las redes sociales. De más está decir que el plan no funciona.
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